Claws and Fangs

martes, 27 de marzo de 2012
Porfin un Yunjae serial! *se escuchan los redobles* Me demoré la vida pero no podía crerlo cuando me salieron los ojos amarillos así que  no pude detenerme xD. Está dedicado a mi omma (rukia para quien no sabe de nuestros lazos sanguíneos xD). Tendrá algo de 15 capítulos, va depender de como modifique le historia que ya tengo planeada. Espero os guste ♥






Título:  Claws and Fangs

Autor:  Kimmy_lin

Pareja:  YunJae

Género:  Universo alterno/Drama/ Vampiros

Rated:  PG-18

Estado:  En proceso

Resumen:  Solo existe una ley entre la silenciosa comunidad de vampiros, hincar los dientes para matar mas no para salvar. Youngwoong, la conocía quizás mejor que nadie. Y por tanto jamás habría pensado siquiera en transgredirla. Hasta que le conoció. Jung Yunho un enfermo terminal. Y su pecado le costó la vida. Dos milenios han pasado y el alma de Youngwoong parece haber reencarnado en un muchacho humano nacido en Corea del sur. Lo que este último ignora es que cierto, ahora vampiro, desea darle las gracias.






Especiales






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Hasta el domingo! 

Prólogo

domingo, 25 de marzo de 2012

Ok, nunca he escrito nada con esta temática porque la amo demasiado
y me frustraría bastante no poder escribir uno al nivel de los que he tenido el
placer de leer. Así que haré mi mayor esfuerzo. Será YunJae es la única pareja que creo se adapta bien a la historia...




Claws ard Fangs


Esperas muchas cosas cuando cumples la mayoría de edad.

De entre todas ellas principalmente independencia.

La tan ansiada libertad.

Un auto.

Un depa, tal vez.

O como yo, la joda de la vida.

Lo que no esperas es encontrar a un hombre encapuchado esperando por ti en tu habitación, caminar hacia ti sin ningún reparo en tu evidente espanto mientras ejerce algún tipo de fuerza intangible sobre tu cuerpo para mantenerte pegado sobre la pared de tu habitación y así poder olisquear tu cuello a sus anchas.

No esperas tampoco sentir su húmeda lengua delinear con la punta cada uno de los músculos de tu cuello como buscando el punto exacto para insertar ese par de colmillos que miras con terror creciente mientras los ves enterrarse en tu carne y el dolor agudo te consume sin piedad.

Ni mucho menos que esa extraña criatura de ojos dorados te diga, aún relamiéndose los labios empapados en tu sangre casi con devoción, “al fin te he encontrado, Youngwoong”




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Espero haya gustado! Trataré de que las actus sean periódicas. Estoy con un exceso de inspi ahora, y cierta persona me ha convencido de explotarla asi que perdón si vengfo con más nuevos cuando aún no he terminado los otros. Me las apañaré. No quería que esta idea volara lejos muy lejos xD. PEACE~

Stand by me.

sábado, 24 de marzo de 2012
Ok, esto salio en 10 minutos creo que estaba atravesando una catarsis. xD. Es un Yunjae :D Bueno era originalmente un jongkey para mi melli (que tengo que publicar en lj dentro de nada) es un poco sufrido. Espero que les guste :)

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No te pido que me quieras.

No te pido que me digas todas esas cosas que quiero oír de ti.

No te pido otra cosa más que te quedes a mi lado.

Aunque aquello signifique también, una agonía que poco a poco va carcomiéndome las entrañas.

Pero que hago. Ya he intentado alejarme, no ha funcionado.

Por el contrario ha desencadenado una pila de síntomas que nunca antes había experimentado.

Y me asusta.

Me asusta que todo este que siento no parezca tener límites.

Porque siempre he creído que te lo he dado todo.

Todo, Jaejoong.

Pero luego sonríes, cantas, juegas y me miras con ese par de ojos marrones que me hacen creer que por esos determinados segundos...me ves a mí.

Y esto acá dentro se retuerce como puede para poder ocupar más espacio.

 ¿Te parece justo, ah?

Por supuesto que no, ni siquiera tendrías una respuesta para una pregunta que ni siquiera sabes se ha formulado. Y no te culpo por eso.

No te culpo por nada de lo que pasa. De lo que me pasa.

Así que tan solo quédate a mi lado.

Llévate todo de mí y no me des cosa alguna a cambio.

Quítame el aliento una y otra vez y no te sientas responsable...me estás haciendo feliz.

Muy feliz.



Otra vez.

viernes, 23 de marzo de 2012

Siento la demora, mil cosas en mi cabeza. MIL Y UNA! Dedicado a Lizz :)





Capítulo 3




Corría por el bosque, siguiendo el sonido del llanto de un niño perdido entre sus profundidades. Necesitaba llegar a él, debía protegerlo, tenía que...

Mis pasos se hundían en la tierra uno tras otro sin querer detenerse hasta conducirme a un prado de cuyo centro nacía un inmenso árbol, algunas de sus hojas caían y danzaban con el viento alrededor de un gigantesco nido que yacía sobre su raíz y de donde al parecer provenían los llantos.

Di el primer paso...

El segundo...



“¡Junsu!”

“¡No quise hacerlo, lo juro!”


Changmin me observó con ambas cejas alzadas y una expresión que vaticinaba sarcasmo por donde se la mirase. Y aún modorro y poco atisbado como estaba supe que estaba muy jodido.


“¿Andamos muy comunicativos últimamente, no?”

“No.” Espeté, a veces el mal humor puede ser tu mejor amigo cuando tratas de evitar cualquier discusión tonta y en general porque justo ahora no quería lidiar con Changmin, “ahora, cuantas veces te he dicho que toques antes de entrar a m-” empecé a regañarlo.

“Oh cariño, toqué, toqué tanto que nada haría más feliz a mis nudillos que ahorcarte ahora mismo” gruñó haciendo los gestos de tener mi cuello entre sus asesinas manos.


Yo me quedé callado.


“Bue-bueno de todos modos ¿Qué quieres?” le insté fingiendo estar ocupado


Él rió.


“¿La verdad?” me preguntó jugando con el sacapuntas que había tomado de mi escritorio.


Le dirigí una mirada exasperada antes de decirle, “ajá.”


“Pues nada, venía a ver qué hacías, estoy algo MUY aburrido.”


Me disponía a gritarle que se largase cuando Jaejoong entró.


“¡Junsu! No vas a creer lo que-” se interrumpió, “¡hola min!”


Changmin se tensó sobre su asiento antes de devolverle el saludo más escueto posible que consistió en un simple asentimiento y cero contacto visual.

Yo me largué a reír.

Jaejoong me fulminó con la mirada mientras trataba de no estirar mucho más el escenario y se sentaba en completo silencio en el asiento a su lado.

Changmin se paró entonces, hizo una reverencia con el rostro más serio e impersonal que pudo poner y se dirigió afuera a pasos cortos.


“¡Oh por el amor de dios!” gritó mi hyung incapaz de soportarlo otro segundo más y yo ya no hallaba formas de exteriorizar mi algarabía, “¿vas en serio?”


Changmin se dobló sobre tus talones y con fingida inocencia le preguntó “¿disculpe vicepresidente Kim, necesita algo?”


“¡Tú! ¡Tú!” Le apuntaba con el dedo, indignado “¡Tú eres increíble!” le gritaba mirándome de tanto en tanto en busca de ayuda.


Yo solo alcé las manos y negué repetidas veces con la cabeza en respuesta. Si ni siquiera él podía, que esperaba que yo hiciera. Changmin estaba fuera de mis manos. Y fuera de todo aquel que tuviera un límite de paciencia establecido. Sea cual fuese, para competir con él habría que ser indolente.


“¡Oh tu ganas!” metió sus manos a sus bolsillos y sacó su tarjeta negra “esto nunca sucedió ¿comprendes?” gruñó.


Changmin sonrió de lado, “por supuesto que no”


“Tienes solo tres horas...ahora ¡Largo!”

“Si usted lo dice,” caminó de regreso a la puerta con satisfacción total y me guiñó un ojo cuando Jaejoong volvió a mirarme totalmente exasperado.


¡Dios mío! Changmin disfrutaba torturando a las personas.


“Un bueno día de estos voy a asesinarlo, joder” renegó mientras se acurrucaba en el mismo sillón que Changmin había estado ocupando hace un par de minutos.

“Sabías que eventualmente se la darías, hyung”, le dije.

“Lo sé” refunfuñó, “y eso me jode aún más.”


Me reí. Jaejoong siempre se esmeraba en hacerle las cosas difíciles pero al final terminaba dándole mucho más de lo que debería. Changmin era casi como un hijo para él.


“¿Y de que hablaban?” me preguntó.

“Nada estaba a punto de apuñalarlo con mi lapicero cuando tu entraste”

“¡Ah demonios! Debería haberme tardado un par de minutos,” se quejó.


Yo me largué a reír de nuevo.


“¿Y?”

“¿Y qué?”

“¿Qué ibas a contarme?”

“¡Ah, no vas a creerlo!” se encogió con emoción sobre el sillón y con apenas un hilo de voz muy agudo me dijo “adivina quién ha preguntado por ti hoy.”

“¿eh? ehm bueno...no-no lo sé hyung ¿quién?”


Al parecer mi respuesta fue mucho mejor de la que esperaba porque sus ojos brillaron y bajando la voz con secretismo me dijo “Yoochun, Park Yoochun, él bomboncito de cabellos negros me ha preguntado por ti, es decir primero de forma enteramente profesional,” volvió a encogerse como una nena, “pero luego cuando le enseñé una foto tuya él-”


“¡¿QUÉ HICISTE QUÉ?!” no pude detenerme, la paranoia tomó control total de mi cuerpo.

“Le mostré una foto tuya” reiteró con una sonrisa de oreja a oreja.

“¿Y lo hiciste exactamente por qué?” prácticamente grité ¿es que no entendía nada?


Bueno, hyung no sabía.
¡NADIE SABÍA!

Tan solo...
Tan solo él...


“Porque ya es bastante extraño que su actual supervisor ni siquiera le haya saludado propiamente aún, cualquiera pensaría que le rehúyes”


Bajé la mirada. Los músculos de mi cuello actuaron solos.

Y entonces se hizo el silencio.


“Ah...bueno...ehm, he estado algo ocupado me ocuparé de ello cuando termine con algunos papeles que tengo pendientes.” intenté justificarme pero...


Mierda, mi escritorio estaba vacío.

¿Justo ahora? ¿En serio?


“¿Es que hay algo que no me hayas dicho?” me preguntó, ahora aún más interesado, cruzando las piernas sin perderme un segundo de vista.

“¿Ah? ¿Qué dices? Sabes que te cuento todo, hyung” temblé como un vil chancho a punto de entrar al matadero.

“¿Ah sí? Y entonces ¿Se puede saber porque no me miras?”

“Yo-”

“¡Jaejoong!” Yunho entró sin tocar si quiera “SE PUEDE SABER PORQUE DEMONIOS NO ESTAS REUNIDO CON EL DIRECTOR FU.”


¿Era yo, él único que veía a Yunho con alas y un traje albo resplandeciente?


“¡Me niego a reunirme con ese puerco!” Fue la escueta respuesta de mi hyung, y la cual de paso me devolvió a la realidad duramente.

“¡Me importa una mierda!” escupió Yunho.


¡Oh demonios! Esto no iba a acabar bien...


“Bien, entonces no tiene problema ¿no?”


Yo ya buscaba las mil y un formas de escapar antes de que alguna cosa fuera lanzada.


Yunho suspiró, “escucha o te reúnes con él o...”

“¿O qué? vas a despedirme”


Tragué saliva, ok a juzgar por la expresión torcida que nuestro presidente llevaba puesta en la cara, correría sangre y mucha.


 “¡adelante! con la indemnización que tendrás que pagarme no tendré que volver a trabajar en mi vida.”

“Jaejoong por una vez en tu vida puedes ser razonable” gritó ofuscado


Jaejoong se puso en pie igual o más ofuscado, mientras gritaba con las manos en alto “No hay forma de que me obligues a reunirme con el cerdo acosador de Fu, si a ti te comiera con la mirada entenderías.”


Lo último que oímos fue el portazo y sus pasos azorados fuera de mi oficina.

Yunho se quedó tieso.


“Con respecto a eso último, hyung...” Yunho volteó a verme escupiendo fuego por la boca, lloré mi atrevimiento un par de milisegundos antes de volver a hablar, “es cierto...lo he visto”


Yunho se dejó caer en el sillón.

Sacó su celular y saludo al señor fu propiamente antes de informarle que el precio de sus acciones se devaluarían de una manera tal que tendría que acostumbrarse a pedir limosnas a partir de ahora.

Y sin decir una palabra también abandonó mi oficina.


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“¿Y cómo fue todo al final?” le pregunté a la espalda de Changmin mientras me apoyaba chulamente sobre él con una cola en mi mano.

Sí mis niveles de aburrimiento habían llegado a límites tales que ahora iniciaba conversaciones con Shim.

Jaejoong había desaparecido después de su pequeña pelea con Yunho. Y yo no había hecho grandes cosas por forzar nuestro encuentro, a decir verdades.


“Shhh...” fue lo que obtuve por respuesta y me cabreé.


SHIM CHANGMIN NO PODIA IGNORARME


“¿Pero qué carajos crees que ha- auu...” me volteó de tan solo sujetarme el codo con sus anchas manos y me fulminó con la mirada antes de decirme, “Junsu cierra el maldito pico.”


Estuve a punto de mandarle por mucho a la mierda. Por mucho.

Cuando vi a Minho a unos metros conversando con un chico de los de impresión, supuse por el uniforme.

“¿Por qué estas-?” Empecé de nuevo.

“Shhh ¿es que están difícil mantenerte callado por dos segundos? Tsk”

“Changmin estas ganándote un buen puño” le amenacé entre dientes.

“Esto es culpa tuya,” me gruñó de vuelta “ahora tengo que andar cuidando del señorito las 24/7 para evitar que haga alguna estupidez que ME comprometa”

“No lo hará, ya está bien advertido”

“Oh por el amor de dios hyung” me dijo con voz cansada.


Yo abrí los ojos de par en par ¿Hyung? ¿Le habían metido algo a mi cola?


“Tu amenazando a alguien da tanto miedo como Jae tratando de resondrarme,” continuó.


Quise discutirle pero mi celular sonó y tuve que contestar la llamada.


“¿Diga?”


La llamada se cortó. Y entonces visualicé la identidad en la pantalla. Changmin se partió de risa a mi lado y ahora sí enterré mis nudillos en su hombro. Le oí quejarse pero no me quedé para verlo, me di media vuelta y caminé de vuelta hacia mi oficina.


Era tu número...


“¡Junsu!” Jae apareció de la nada misma y me saludó nada menos que con el susto de mi vida.

“¡Hyung!” le dije aterrado

“¿Tienes un minuto?”

“Pues después de encontrar mi corazón de repente...me has hecho botarlo por la boca hace apenas unos segundos”

“Bien porque tienes que-”


¡Mierda! Había olvidado que teníamos una conversación pendiente.


“Ehm ahorita estoy algo ocupado yo-” me excusé alejándome a pasos largos del ofuscado Jae que trataba de seguirme el paso.

“¡No espera...!” me dijo él pero fui más rápido.

“Lo siento hyung...” le dije, entrando de dos zancadas a mi oficina y cerrando la puerta detrás de mí prácticamente bailando de alivio. Ahora solo tenía que planear mi huida. Y sobreviviría el día.


O eso pensé hasta que escuché un voz gruesa a mis espaldas, “Junsu-shii...es un gusto verlo...por segunda vez”

Y cada diminuto vello alrededor de cada poro de mi piel se erizó del pánico, vomité...






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Espero haya gustado ♥. Me voa a la nene ~



Ese bastardo que apellida Shim

sábado, 17 de marzo de 2012





Título: Pretending
Autor: Kimmy_lin
Pareja: MinJae
Género: Romance / Humor/Drama
Estado: En proceso




CAPÍTULO 2:





“¿Disculpa?” El tono de indignación en su voz le indicaba que lo había cabreado...y mucho.

“Oh vamos ¿es que tengo que repetirlo?” le preguntó en respuesta, Changmin, observando con fingido desinterés al ceñudo pelinegro que tenía enfrente.

“Eres un bastardo,” gruñó el último antes de ponerse en pie y alejarse a zancadas hacia la dirección contraria.


Sí, Changmin tenía plena conciencia de que se merecía el adjetivo, al igual que las miradas de odio que ese par de ojos negros le habían dirigido. Pero no podía echarse atrás, no cuando se había armado del valor suficiente para dar el primer paso, así que se colgó la mochila al hombro y recogió el libro que había estado pretendiendo leer para acercarse al tal Kim Jaejoong un cuarto de hora atrás, y caminó tras de él como si nada.


“¡Eh Jaejoong! espera” le gritó, unos 20 estudiantes voltearon a verle, 3 regresaron a sus libros, 5 estiraron el cuello con curiosidad, 10 suspiraron y solo 2 le mandaron a callar solapadamente.


El pelinegro se quedó inmóvil por una milésima de segundo al escuchar su nombre para luego retomar la marcha a pasos aún más rápidos.

Changmin le siguió de la biblioteca hasta casi el último piso, haciendo el ruido suficiente para hacerle saber que lo estaba siguiendo.

Infantil, sí. Pero poco le importaba si estaba funcionando.


“¡Mierda! ¿Es que planeas seguirme todo el día?” El mayor mordió el anzuelo mucho más rápido de lo que Shim pensaba.

“Eres tú el que está huyendo querido,” respondió el castaño con simpleza.


Jaejoong le fulminó con la mirada.


“Vete a la mierda.” Le gritó lo suficientemente fuerte para escandalizar a las fanáticas presentes, las cuales parecían haber pasado por alto el cariñoso pseudónimo con el que acaba de dirigirse al enervado muchacho que tenía enfrente, y enfocado más en que un enclenque mancillaba el honor de su -angelito.


Changmin se rió.


“Bueno no lo haré sin antes decirle a tu amiguito un par de cosas que creo desea saber.”


Jaejoong al fin le miro seriamente.

O eso intuyó el menor, nadie podría estar seguro al respecto con todo ese cabello negro que le tapaba prácticamente toda la cara, Changmin le puso una mano en el hombro cuando llego a su altura mientras le decía “Entonces, nos vemos.”

Pero sus pasos no fueron muchos.

Jaejoong le sostuvo de la muñeca a menos de 2 metros.

La gente que ahora estaba atenta a la escena se había multiplicado unas 10 veces.


El pelinegro pareció darse cuenta y soltando el agarre le susurro muy sutilmente, “sígueme.”



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“Hola.”

“Hola.”

“....”


Jaejoong se llevó su sándwich a la boca ignorando del todo a su recién llegado amigo.


“¿Jaejoong?” Yoochun le llamó un tanto turbado.

“¿Hm?” fue lo único que respondió él.

“¿Estás bien?” preguntó, alzando la mano derecha para tocar la frente de su amigo y comprobar su temperatura.


Pero Jaejoong fue más rápido.


“Si ehm...creo que voy a ir a mi salón a leer un poco antes de clase”

“Ah...bueno”

“Sí...” y sin despedirse propiamente siquiera cogió su morral y prácticamente corrió fuera de la cafetería.


Yoochun le siguió los pasos hasta que salió y sintió el impulso de correr tras él y pegarle un buen lapo en esa cabeza, ahora estaba cabreado.



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“¿Y bien?”

“Hola Jaejoong yo también me alegro de verte”

“De ninguna forma quise o traté siquiera de darte a entender eso”


Changmin rodó los ojos.


“Primero iremos a la peluquería, necesitas deshacerte de todo esto” cogió uno de sus largos mechones negros, los nudillos del mayor se volvieron blancos.

“Luego...empezaras a salir conmigo”


Jaejoong aplastó una lata de gaseosa que había en su camino con más euforia de la debida y lo miró elocuentemente.


“Nos aseguraremos de que cada una de las personas en este campus sepan que salimos juntos”

“Lo que sea” respondió él.


Changmin lo miró y se sintió bastante culpable por una milésima de segundo. Incluso estuvo a punto de decirle lo siento, pero recordó que tan solo decir esas dos palabras harían que el pelinegro que tenía enfrente terminara por perder los estribos y lo moliera a golpes.

Tenía brazos fuertes, lo sabía porque los había sostenido esa mañana.

Suspiró.

Si existía el karma, todo esto no terminaría de la manera que esperaba.

Pero ¡Hey! estaba haciéndole un favor también. Yoochun por fin se enteraría de sus preferencias sexuales y entonces ayudaría a Jaejoong a reunir el valor suficiente para confesarse.

No necesitaba preguntar para saber que probablemente el pelinegro tenía la absurda idea de que Yoochun saldría corriendo ni bien le dijera que era homosexual.


“Así que primero el estilista” dijo, dándole la espalda y caminando de vuelta a su salón.


Jaejoong gruñó a sus espaldas, y con las manos empuñadas en los bolsillos de su casaca le siguió los pasos.


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“¡Jaejoong-ah!” Yoochun invadió su salón de clases a la tercera hora con una gran sonrisa sobre el rostro.


Jaejoong se encontraba recostado sobre su pupitre.

Alzó la vista y apenas le sonrió un segundo para luego volver a enterrar su cabeza entre sus brazos.

Yoochun se dejó caer en el pupitre continuo al verle.


“¿Qué te pasa?” le preguntó


Jaejoong permaneció en silencio.

Hundió aún mas su cabeza en el hueco entre sus brazos y trató de bloquear las palabras de Yoochun en su cerebro.

Estaba cabreado.

Muy cabreado.

Por tener que obedecer las órdenes de ese engendro por su maldita culpa.

Porque le quería al punto de tragarse el dolor de no poder tenerlo de la forma que quería y ver como se lo entregaba a otra persona.

Y ahora también tenía que tragarse a Changmin.

¡No señores! Él ya no estaba seguro si Yoochun valía todo eso.

Tan sólo quería estar solo un puto momento.


“Hey...” Yoochun le picó el hombro


El menor lo sacudió de mala forma.

Y Yoochun empezó a cabrearse también.

La diferencia entre ambos era que Yoochun, aunque pareciese lo contrario, también tenía un paciencia limitada y cuando se le agotaba...no era precisamente sutil.


Lo cogió de los hombros y lo obligó a despegarse del pupitre mientras le gruñía “¡¿Me puedes decir qué demonios te pasa?!” le exigió.

“Pasa que estoy harto de todo esto, de ti, de él, de todos, de... ¡mierda! ¿Tanto te costaba mantenerte callado durante un segundo? ¡Demonios!” lo empujó

La clase entera los miraba.

Jaejoong se colgó la mochila al hombro e ignorando las miradas reprobatorias de todo salió del salón tirando la puerta.

Se dirigió a su patio tenía que esperar unas tres horas por Changmin y luego...

“Yahh” se quedó tieso al ver a Yoochun bloqueándole el paso

“Yoo...”

Su puño golpeó directamente a su cara.

“Eso es por ser un idiota”

Jaejoong le miró con los ojos muy abiertos mientras se sostenía con una mano la mejilla afectada.


“Y esto es porque no he sido el puto hyung que he debido ser”

Los ojos de Jaejoong se aguaron al sentir los brazos de Yoochun rodearlo con fuerza en un abrazo, y sus labios depositar un suave beso en su cabeza.

“Lo siento” le dijo, “debes estar pasándola mal y yo no he hecho nada por ayudarte ¿me perdonas?”

Jaejoong se aferró aún más a ese ser al que amaba tanto sintiendo su corazón derretirse. Y quiso mirarle a los ojos y decirle que lo amaba, que lo haría muy feliz, que lo besara.

Pero solo sollozó muy quedamente dejándose embriagar por el aroma de Yoochun.

Y se durmió a su lado esas tres horas sobre ese patio que los cubría del sol y los separaba del mundo.



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Su celular vibró.

Ya había oscurecido.

Yoochun se removió a su lado.


“¿Qué pasa?” preguntó entre balbuceos mientras le estrujaba como si el menor fuera su almohada.

“Nada,” suspiró el aludido en respuesta.


Miró su celular. Tenía tres llamadas perdidas de...


“Apaga esa luz” gruñó el señor marmota, acurrucándose en el hueco del hombro de su amigo ahora literalmente sobre él “ash...ya no eres tan suave como antes,” se quejó

Y apoyándose sobre sus brazos se sentó a horcajadas sobre él, mientras largaba un bostezo para luego alzarle la remera hasta la altura de sus hombros y palpar su fornido abdomen.

Jaejoong se olvidó de las llamadas por completo.


“¿Ves? Antes esto no estaba aquí” le dijo dulcemente mientras delineaba cada contorno con sus dedos índice y medio bastante admirado.


A veces Jaejoong se preguntaba exactamente que habían hecho sus antepasados para merecerse lo que le pasaba.

Esta era una de esas.

Y lo peor de todo es que el menor sabía que su Yoochun-ah lo hacía inocentemente.

Agradeció de todo corazón que la oscuridad ocultara su muy sonrojado rostro. Y trató de controlarse y controlar también a su ahora bastante animado pequeño amigo.


“Yoochun, quítate” le ordenó, haciendo uso de todo el poder de voluntad que podía para sonar normal.

“Hay pero que pudoroso,” le fastidió Yoochun “¿es que te pongo nervioso? amor” siguió entre risitas.

“Querido justo ahora no tengo tiempo para esto” le dijo Jaejoong ahora riéndose también

“Pero siempre has tenido tiempo para mis mariconadas ¡no es justo!” se quejó Yoochun abalanzándose sobre su cuerpo de nuevo, olisqueando el cremoso cuello de su mejor amigo con todo el poder de seducción que solo Park Yoochun podía.

Y Jaejoong habría caído redondito.

De no ser porque escuchó una tercera voz llamándole en la oscuridad “Eh, Jaejoong ¿estás aquí?”

Yoochun miró en dirección de la pequeña luz, que provenía probablemente de la pantalla de un celular, y respondió “no está.”

La luz ahora apuntó a ambos.

Y luego de un par de segundos dejó ver a Changmin con su celular en alto.


“Creí que habíamos quedado a las 8” dijo ignorando completamente a Yoochun


Yoochun le miró ceñudo:

a) Por la luz.

b) Por las confianzas que se tomaba con su Jae.

Principalmente la b.


“Ah...sí yo ehm...” Jaejoong temblaba “vamos lo siento me quedé dormido”


Yoochun le miró con las cejas alzadas esperando la introducción.

Pero el pelinegro solo se puso de pie de un salto y lo empujó por los hombros para alejarlo de Yoochun lo más pronto posible, “te veo mañana,” le dijo a modo de despido.

Yoochun ni siquiera tuvo tiempo de responderle puesto que ya habían desaparecido.

Se recostó de nuevo en el paso, ahora fastidiado.

Jaejoong tendría mucho que explicar al día siguiente.

Su celular sonó.

“Heebin-ah”

“Sí”

“Lo siento me quedé dormido”

“Jaejoong-ah”

“No, acaba de irse”

“Sí no hay problema”

“Bien, te veo ahí”


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“Me gusta este” Jaejoong le fulminó con la mirada.

“Mínimo elijo yo el corte ¿no crees?” gruñó

Changmin le miró divertido.

“Ok, pero nada de cerquillos extravagantes”

Después de unos 15 minutos chequeando revistas. Changmin encontró un corte que pensó sería el perfecto.

Jaejoong aún seguía metido en las revistas. Changmin se acercó despacio para darle una ojeada a las que el aludido había separado. Y comparándolas con la que tenái entres sus manos sonrió con complacencia.

“Aquí tienes” le dijo

Jaejoong se sobresaltó un poco.

Miró la foto. Y torció el gesto.

Changmin esperó pacientemente su opinión, ok no realmente, “¿Y bien?”

“No acordamos que debía teñirme el cabello también”

“No tienes que hacerlo...pero se vería aún mejor”


Jaejoong volvió a torcer el gesto.

Changmin le miró con una ceja alzada.

Jaejoong suspiró, hizo un puchero y tras refunfuñar un poco para sí mismo cerró todas las otras revistas y llamó a la señorita.

Changmin sonrió. Jaejoong le miró con mala cara.

“¿Qué?”

“Nada...” rió, “es solo que empiezo a pensar que...Yoochun tenía razón”

Jaejoong suavizó las facciones “¿En qué exactamente?” preguntó.

Changmin volvió a sonreírle, “Eres bastante majo”

Jaejoong le miró sorprendido.

La señorita responsable llegó y Changmin tuvo que volver a los asientos de espera.