YooSu/SuChun

domingo, 29 de mayo de 2011

La Yoosuu!! La couple más "extraña" de todas, extraña porque la gran mayoría, y hasta a veces yo, se piensa que es real. Y es que nos dan razones o_o

¿O soy yo la que piensa de más? *no me tiren dedo é--é*




En lo personal, adoro la relación de esos dos. Será que ver y leer tanto me ha afectado más de lo que creo. No sé xD.

A mí me salen Yoosu del aire ¡en serio!  Lo cual es bastante irónico porque no son my couple favorita.

Pero sí una de las primeras y que hasta ahora no me he atrevido a crackear. Con ustedes la YooSu.




  


One-Shot



Seriales







YunJae/JaeHo

sábado, 28 de mayo de 2011



My sexy Boo. ¿Quién no ha detenido su reproductor escuchando aquella épica canción tan sólo para escuchar la voz rasposa del moreno llamándolo entre versos? Yo sí, y más de una vez xD.




Si bien no es mi pareja favorita. No puedo negar sentir punzadas cuando me pongo a ver videos de los cinco, dígase performances, backstages, entrevistas y demás. Porque no me lo pueden negar ni mucho menos yo negármelo a mí misma. A estos dos les encanta cogerse de las manitas, abrazarse, o tocarse como les fuera humanamente posible y de paso llevarse con ellos a medio millón de fans a la luna ida y vuelta.

Pues sí la pareja madre. Los padres de la YooSu y el tan mencionado minXcualquiera xD

Sé que esto está algo vacío pero ya iré subiendo en cuanto mi tiempo me permita.






One-Shot



Seriales




JaeMin/MinJae

MinJae, JoongShim, JaeMin, Soulfighter, ChangJae o como deseen llamarle...

La pareja crack más sadasdad de todas!! *para mí claro xD*

No sé exactamente cuándo empezó a gustarme, la verdad es que siendo Jae mi miembro favorito amaba todas las couples que lo incluyeran hablando de interacción solamente.

Porque en un principio no leía fics *inocencia* pero bueno de alguna forma llegué a parar en Lalatvxq y leí el fic de mi vida y pues ya van viendo...

A diferencia de muchas gusté de ChangMin desde siempre, eran mis dos favoritos y por otro lado sus one-touch ¡Dios! Me enternecían infinitamente.

Mis mellis solían golpearme por esto, bueno, aún lo hacen T__T La verdad es que sufro de este problema con Yui todo el tiempo ¿no?

Ya con Inuyasha nos quedó más que claro.

Las extrañoooo!! ToT (ok como que me salí del tema)

Bueno....con ustedes la MinJae~

 

 



SERIALES:
 
 

SHOTS:


Alcohol

miércoles, 25 de mayo de 2011

TITLE: I'm Sorry I love u
CHAPTER: Eleven
AUTHOR: Kimmy_lin
PAIRING: Yoosu
RATING: Pg-15
WARNINGS: Shonen-ai, Incest, Angst



JUNSU


- ¿Es...es eso sangre?


Silencio...

Uno lo suficentemente alarmante para cualquier persona con un poco de sentido común... Y no era como si yo no la tuviera...es sólo que...la preocupación era mucho mayor.


- ¿Yoo...YooChun? – te llamé despacio, la adrenalina me picaba el cuello, la garganta y la espalda


Un paso corto, otro...


- ¿E-estás bien? – tu mano apartó la mía de un golpe


¿Acababas de rechazarme?


- Cálmate – gruñó ChangMin quien acababa de llegar con gasas y agua oxigenada


Apenas le escuchaba, el corazón lo tenía encogido y el pensamiento tan desancajado como mis sentidos...


- Estira la mano – ordenó mientras se te acercaba con rebeldía


El miedo me consumió de lleno, esa mirada no advertía nada bueno.

¡¿Qué no se daba cuenta?!


- ¡ChangMin! – lo detuve del brazo...¿Acaso yo estaba temblando? Mi cuerpo tiritaba fuertemente y él al igual que yo acababa de notarlo – voy a llevarle al hospital – le dije rogando con la mirada porque no dijera nada

- Vale, te veo mañana...- me dijo no del todo convencido


Saliste de la habitación a pasos largos, cuando me despedía de él con un abrazo.


- Lo...lo haré – apenas tuve tiempo para ir por mi morral y ser capaz de seguirte los pasos hasta el estacionamiento.

- Debemos ir a revisarte esa mano – arrancaste ignorandome por completo


No me hablabas.

No me mirabas.

No hacías más que romperme en pedazos.

¿Y qué carajos había hecho yo para tener este YooChun conduciendo a mi lafo? ¿En donde había quedado la soslayada sonrisa de la que me había despedido días atrás?

¿Por qué estabas sangrando? No podía ni respirar tu aire sin temer que pudieras lanzarme por la ventana dado lo enardecido que ibas.

Aunque...si eso hacía que volvieras a mirarme quizás...

¿Y si...?

La interrogante me asaltó de golpe.
¿Y si Jae-hyung te había dicho?

Temblé ante la posibilidad...


- ¡Sr. Park! – la voz de la enfermera me sacó de mis pensamientos

- ¿Él está bien? ¿Ha pasado algo?

- Tranquilo, sólo necesito que rellene este formulario – me dijo amablemente – acaban de extraerle los vidrios de la palma derecha, los cortes no han sido significantes así que no hay de qué preocuparse


¿Cortes?

¿Vidrios?

¿Qué había sucedido? ¿Habías vuelto a pelearte con alguien?

¿Era por eso tu enojo?

YooChun...ah

Tenías que decirme algo ¡Dios! YooChun...ah

Yo...no podía soportarlo un minuto más ¡Maldito idiota! Contuve las lágrimas como pude, la puerta del consultorio acababa de abrirse, no podías verme así...






YOOCHUN

No habíamos cruzado palabras desde que habíamos vuelto, vale, quizás no te había dado la oportunidad para hacerlo.

Pero es que...

¿Que demonios sucedía conmigo? ¿Por qué maldita razón no te tenía ahora mismo en mis brazos?

Con todo lo que te había extrañado.

Con todo lo que...yo...

¡Dios! Me sentía peor que mierda y aún así era incapaz de ir a tu habitación y realizar lo que mi cuerpo me pedía, mi corazón, mi alma...

¿Por qué estaba tan molesto?

¿Porqué aquello...? Arghh...

Pateé el colchón de mi cama con impotencia.

Tan aburrido de mi silencio.

Tan vacío por dentro.

Tan...tan falto de ti.

Carraspeé la mano me ardía tanto. Cuanto deseaba ver tus ojos chocolates, sentir tus manos expresarme su calor característico. Saberte de vuelta, aquí...a mi lado...

Pero... ¿Qué me detenía? ¡¿Qué carajos me detenía?!

Realmente no entendía nada...

Ni mi accionar

Ni mi enojo

O mi...


- ¿YooChun...ah? – tocaste mi puerta


Me quedé seco.


- ¿YooChun...ah? – tocaste otra vez


Y nada, no decía nada, no hacía nada.


- YooChun... – llamaste muy bajo


El corazón se me rompió a pedazos. Reconocería ese silencio aún a distancia, ese pecho oprimido, esas lágrimas calladas. Llorabas de nuevo...por mí.

Te separaste de la puerta.

¡Mierda! ¡DI ALGO JODER!

Un paso lejos, ahora dos


- ¡Espera!...solo – volteaste despacio a verme con sorpresa, la puerta la había abierto de un manotazo con mi mano herida, y sin embargo lo único que sentía eran nervios


Al saberme objeto de esos ojos de nuevo.

De su calor...de ti...


- Creí que...que te habías quedado dormido – mentías, tratabas de esconder esas lágrimas que escapaban de tus ojos...


"Yo" Quise decirte, pero callé.

¿Qué iba adecirte?
¿Lo siento? ¿Cuántas veces más tendría que disculparme por mis estupideces?

Junsu...ah


- Ven – te dije tan sentido y necesitado mientras te estrujaba entre mis brazos


Realizándome verdaderamente el cuanto te necesitaba.

Mi pequeño...

¿Por qué te esforzabas tanto en volar de mi lado?

Podría sonar egoísta, serlo en sí pero...

Aún no era tiempo...aún no.


- Te eh extrañado tanto – te dije acariciando tu espalda con fuerza, pegando un poco más tu tembloroso cuerpo al mío.


Recitándote esa verdad con satisfacción de mis labios, contigo no había pudores...era sólo


- Y yo... – sí era solo amor...

- Te quiero tanto...







JUNSU

Te amo....

¡Te amo! Dios...

YooChun ¿Porqué tenía que amarte ah? De entre todas las personas

¿Porqué tú?

¿Por qué tenías que habar calado tan hondo en mí? Tú, siendo mi hermano ¿Por qué me era tan difícil tener que aceptar que ya había tocado fondo? Que tenía que irme...que esto no podía seguir así.

Que yo simplemente...ya no podía más.


- Supongo que yo te quiero más – mucho más de lo que te imaginas...mucho más allá de lo que podrías siquiera aventurarte a pensar


Tu respiración se perdía sobre mi hombro irregular y perezosa, tus latidos los escuchaba a través de nuestros torsos y las delgadas pijamas, me perdía en su compás.


- Pues entonces...no vuelvas a dejarme ¿vale?


¿Dejarte?

Si tan sólo pudiera...

Me separé de a pocos, a esos escasos centímetros de distancia ya comenzaba a extrañarte.


- Debería ir a dormir, tengo tres exámenes por reprobar mañana – te carcajeaste ante mi comentario


Empezaba a desear que lo donoso se me pegara para no tirarme a llorar ahí mismo.


- Vale, vale. Entonces cuando llegues iremos a celebrar

- Pe-pero reprobaré

- Pues entonces señor aguafiestas celebraremos tu regreso a casa – refutaste inflando los cachetes, me largué a reír

- Ok, ya sé que no me veo tan majo como tú, pero no tienes que ser tan humilde Su – te quejaste, empecé a reír más fuerte

- ¡Calla! – me quejé pegándote un manotazo en el hombro, necesitaba que dejases de sonreír o cometería una locura

- Vale, vale. La corto sólo porque debes levantarte temprano

- Que descanses – un susurro, un suave beso en tus mejillas


Y cada quién se fue a su habitación.

Ya esperaría a mañana para cuestionarte, me cubrí hasta la cabeza.

Tenía que hablar con hyung...








CHANGMIN

Lo sabía...

Que esos sonrojos furtivos, esas sonrisas bobas incluso tu dolor...de alguna manera le pertenecían.

Tal vez lo había sabido desde un principio pero me había negado a aceptarlo.

Hasta que...hasta que le encontré espiándonos con recelo tras esa puerta.

Él y ese par de ojos que parecían dispuestos a pulverizarme con su sólo contacto, y eso Junsu, eso no era de hermanos.

¿Qué no te habías dado cuenta ya?

Él te correspondía. Park YooChun te correspondía. Park YooChun te celaba. Park YooChun te amaba, así como tú le amabas a él.

El problema con ese hijo de puta radicaba en que él aún lo ignoraba, o intentaba de negárselo con mucho éxito.

Y por consecuencia eras tú quién por ahora debía derramar las lágrimas, quien sufría en ese silencio que sabías tendría que quebrarse en algún punto.

Y yo no iba a permitirtelo, aunque significara meter mis narices en tus asuntos. Porque aún por encima de mi afán por desentenderme del mundo...eras mi amigo y sabía que yo debía hacer algo...tenía que.

¿Pero qué? Ese era el problema.

¿Qué podría hacer para que el idiota ese reaccionara?

Para que afrontara realidades...

La respuesta llegó casi soplada por el propio viento.
Su amor por ti, tendría que verse vulnerado...


- ChangMin...ah ¿Adivina qué? – me llamaste mientras me tironeabas del brazo hasta el estacionamiento - No me fue tan mal, creo que inclusive podré aprobar con una nota buena – me dijiste mientras sonreías tan contento por tus logros

- ¿Por qué estamos yendo al estacionamiento? – te pregunté aún ido en mis divagaciones, tu rostro se iluminó de pronto como si la respuesta ante mi interrogante estuviera relacionada con...

- YooChun...ah me ha dicho que va a recogerme – él...


Era hasta curioso ver como sonreías con los ojos, con los labios; en general, como cada que su nombre profería de tus labios. Realmente me preguntaba ¿Cómo podías? ¿Como podías continuar viviendo con toda esa carga emocional encima?

Con lo deleznable que parecías... Junsu
Cuanto moría por abrazarte, reconfortarte de alguna forma, pero sabía de antemano ya que mi calor no era lo que realmente necesitabas.

Reconocí su auto entrando por el parking trasero.


- Junsu – te llamé, volviste hacia mí


Tu expresión abismada e inconsciente de mis intenciones me hizo sentir algo de culpa

¡Mierda! ¿En serio iba a hacerlo?

El auto avanzó un poco más, apreté los puños ¿Acaso debería...?


- Dime...


Tenía que hacerlo.

Quizás esta sería la única forma...

La luz de los faros delanteros nos dio de lleno, nos cegó por segundos y lo más importante...

Me dieron el último gramo de avidez que necesitaba...






JUNSU

Me besó.

Sus labios apretaron los míos con fuerza, parcos, fríos y sobretodo carentes de emociones.

Me besaba y yo sentía como si el disgusto fuera compartido y aún pese aquello sus brazos me inmovilizaban, su torso se apretaba al mío y nuestros alientos se mezclaban.

La extraña caricia duraba, entre mi poca lucidez de contexto y el abandono mismo.

Pues aún cuando quisiera negarlo...de alguna forma esperaba que aquel contacto se tornara agradable aunque fuera en lo mínimo.

Pero nada...porque esos labios en definitiva no eran los tuyos.

No se volverían los tuyos jamás, aunque los besara con desesperación y desidia.

Yo...

Yo no podía.

No podía pretender dibujarte en otro cuerpo, no cundo eras más que único para mí, lo seguirías siendo por siempre para mí...

Se separó bruscamente.

Oí un quejido de dolor.

Abrí los ojos...

Te vi ahí...

Golpeando repetidas veces a un Min ya sin aire pendiendo de tu puño enfurecido.

Tardé apenas segundos en aprehender la situación.

¡MIERDA!


- ¡YOOCHUN DETENTE! ¡MIN! ¡PORFAVOR! ¡CHUN! – mis gritos no los oías, o no querías oírlos


La desesperación me consumía. Tus puños se enterraban en su rostro cada vez con más fuerza mientras le gritabas cuan hijo de puta era...

¿Por qué? ¿PORQUÉ HACÍAS ESTO?


- ¡Vas a matarlo YooChun! ¡PORFAVOR! ¡DETENTE! – lloraba, gritaba y tu brazo solo me apartaba, parecía que mi reacción alimentaba tu furia en vez de aplacarla


Y perdía cordura...entre su frente rota y esos ojos gélidos que sin vacilación esperaban ver más de ella.


- ¡PARK YOOCHUN BASTA! ¡¿Por qué HACES ESTO AH?! ¡¿POR QUÉ?! – los golpes cesaron


Tu respiración agitada la contuviste para poder calmarte, la tensión era casi palpable y mi dolor, mi dolor lo observabas claro en mis pupilas...retrocedías

Retrocedías sin saber responderme.

Y yo ya ni sabía si correr hacia Min para llevarle a la enfermería ahí mismo, o abrazarte al verte tan vulnerado y perdido.

Mis lágrimas fluían...


- ¿Chun...? – un paso en falso


Te fuiste...







YOOCHUN

Quería gritarte, golpearte…no sé maltratarte de alguna forma. Para así sacarme esta molestia del cuerpo, porque jodía, jodía tanto como el dolor sobre mi palma derecha. Y aún por sobretodo sabes que jodía mucho más.

El hallarme queriendo herirte…otra vez

¡Otra vez!

Enloquecía…

No quería parpadear, respirar y sobretodo recordar.

Porque me bastaba con evocar una imagen para enfurecerme sin límites.

Me llevé un trago más de licor a los labios.

Ya ni recordaba cuantas veces había conducido mis manos hacia mi garganta, pero sentirme cada vez menos consciente de mis emociones era profundamente grato…

Olvidarme de ti…y del hecho de que pudieras alejarte de mi lado…por culpa de alguien más.

Que dejaras que te tocaran de esa manera tan íntima que yo…que yo jamás podría…

¿Por qué querría? ¿Por qué me descolocaba?

¿Por qué te celaba?

Bebí un sorbo más, mis brazos los sentía lánguidos, el borde cristalino y pulcro de las copas a mi costado brillaban, me recordaban mi patética vida.

Quería llorar...

Quería abrazarte...

Yo...

Quería...quería ser quien...

Junsu...ah


- ¿Desea que llame a su casa señor? – la voz se oía tan lejana

- Nnnno... yo puedo solo – a pasos trémulos logré llegar a mi auto, como pude me introduje en él


La radio iba muy alto al igual que las agujas de velocidad sobre el borroso vidrio.

La pista parecía más estrecha de lo normal y las luces señalizadoras me confundían.

Balbuceaba o quizás solo pensaba y ya ni sabía distinguir entre ambas.

Me sentía tan adormilado y torpe...







JUNSU

No lo sientas...

El frío de la noche me ponía más sensible.

He sido yo quien quiso esto...

¿Porqué?

¿Porqué era siempre así?

¿Porqué tenías que...?

Acababa de llegar hace un par de horas, al principio el no encontrarte en casa había sido un alivio, pero...

Eran las doce ya...

No quería verte, no sabía que decirte, sin embargo...

¡ERAN LAS DOCE YA!

Ninguna llamada...

Ningún mensaje...

La corriente de aire me transmitió escalofríos al cuerpo, estornudé. Ya llevaba media ahora sobre las escalerillas del porshce con la vista fija hacia la pista, esperando que volvieras.

Mas nada...

La angustia me consumía y una vez más no sabía que mierda hacer con ella.

Sostenía el móvil entre mis manos con impotencia.

No quería que me lastimaras, no más YooChun, quería escapar, desaparecer. dejar de pensarte. Suprimir este hueco en mi pecho que necesitaba verte de vuelta para aminorarse, en lo que fuera posible.

Marqué tu número aún vacilante, una timbrada...

Apareciste por la esquina, colgué de inmediato.

Las luces de tu auto iluminaron el frente antes de estacionarse ampliamente sobre el sendo.

Dejé de respirar...

Aún a la distancia que nos separaba olía el alcohol que tu cuerpo emanaba.

Conteniendo la respiración a ese punto máximo, te vi bajar del auto muy despacio, quise correr a mi habitación y encerrarme en ella al insatnte pero mis pies se mantenían fijos al piso, esperando-rogando que no me vieras, que tu paupérrimo estado te hiciera caminar por el frente y no hacia mí.

Reparaste en mi presencia, tus pasos te acercaron despacio, mis latidos se acrecentaron.

No podía verte el rostro, la sombra de la esquina superior eclipsaba mi visión, me hundía en pánico.

Pues te recordaba tan colérico y también el como le habías dejado a él.

Porque después de haber visto aquello podría replantearme el que nunca me dañarías, no de esa forma.

Mi cuerpo se tensaba cada vez más a cada paso que dabas.

Me abrazaste...

Imperioso, fuerte y sobretodo...necesitado.

Llorabas...

Y yo me sentía incapaz de completar aquel abrazo...

Lloraste un poco más fuerte.

Mis lágrimas cayeron solas...


- De...detente - traté de separarte


Pero tus brazos se afianzaron aún más a mi espalda.


- De...detente - tus labios se deslizaron a travez de mi cuerpo

- Por...favor - tus dientes mordieron la sensible carne de mi cuello

- Yo...


- Te amo...



Se detuvo...





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Un nuevo día

sábado, 14 de mayo de 2011

Bien, siento haberme demorado, pero verán como que la inspiración anda de baja últimamente. Y para rematarla acaban de contagiarme la gripe. (Aunque creo que en la enfermedad es cuando la luz me vuelve al cuerpo o--o) pero bueno, espero les guste el capo. Mis disculpas a Junsu siempre lo hago sufrir T____T. Un besote a esthela10.


Ojos negros.
Cabello oscuro.
Piel blanca.
Voz gruesa como ninguna.


Si Kim Junsu creyó que podría olvidar sus acciones la “virginal” noche pasada...se equivocó.


Si creyó también que podría vivir con el pequeño secreto por el resto de su vida pues...



...volvió a equivocarse.


.......


Que nadie aprobó jamás nuestra relación, lo sabía.

Que solían mirarme con envidia cuando íbamos tomados de las manos, vale, eso también lo sabía.

Yo sabía perfectamente que era un don nadie, Haru. Y sabía también que tú por el contrario, eras prácticamente dueño del país.

¡Lo sabía!

Siempre lo tuve muy presente, yo siempre supe que lo nuestro era de ensueño...apenas y quería animarme a creerlo realidad.

Por eso con el tiempo aprendí a hacer oídos sordos a los comentarios malintencionados que la corrosiva sociedad podría brindarme porque todo aquello que podrían decir...yo lo sabía mejor que nadie.

Te enojaba que pensara de esa forma...y aunque habías luchado por arrancarme la idea de la cabeza...simplemente ni yo mismo pude moverla de ahí.

Aún cuando me dijiste que tu dinero importaba muy poco si yo no estaba a tu lado, que tu sangre no era azul, que no eras más que un simple humano. No podía evitarlo.

Así que eventualmente terminé aislandome del mundo, ignoré los rumores, el súbito cambio en tu comportamiento, las palabras de mis más cercanos amigos, pensando que tal vez eran una treta más del mundo para hacerme dudar. Para alejarme de tu lado.

Pero no fue así.

Haruka.

Me fallaste...

Los recuerdos de esa tarde aún no me eran lo suficientemente claros, quizás mi mente las reprimía, que se yo...sin embargo mi alma dolía con el solo hecho de saberte lejos de mi lado.

Mis pasos se detuvieron cuando llegué al edificio.

Mi memoria me transportaba a aquellos días en los que me traías hasta aquí por las mañanas. Despidiéndote con un beso. Susurrándome tu amor despacio.

¿Porqué?
¿Cómo es que pudiste?

Las lágrimas se asomaron sin remedio, inspire fuertemente conteniendome.

¿Qué había de esas interminables tardes en la casa de tus difuntos abuelos? ¿De la hermosa pileta frente a la gruta? ¿De los miles de árboles en los que grabamos nuestros nombres?

¿Dónde quedaban nuestros “te amo”? ¿Las historias mal armadas que me contabas con tal de robarme un beso? ¿Dónde?

¿Es que en realidad nunca me amaste?

Me dolía pensar que no. Porque yo si te amé, mucho...y lo sigo haciendo ahora.

Haruka.

No intentaba justificarme ¿ok?

No miento al decirte que fue producto del despecho, no más.

Pero aún así no podía dejar de sentir ese vacío en el pecho al saber que le había entregado a alguien más eso que por derecho te pertenecía. Me odiaba a mí mismo por pensar de ese modo...pero ¿Qué se supone que hiciera? Eras más grande que mi voluntad.

Mucho más grande.

Bordeaban las 9 cuando desperté esa mañana. Desnudo entre sábanas y con un dolor general espantoso, el mismo que pareció incrementarse unas cien mil veces cuando intenté incorporarme. Vale,no había que ser genios para darse cuenta de lo que había sucedido. Te mentiría también, si te dijera que sólo intuía.

Y ahí me hallaba, tirado boca arriba sobre esa cama de hotel, preguntandome si te dolería si supieras...

Si tan solo supieras.

Qué le recordaba perfectamente.

Qué lo había disfrutado...

Qué durante esos minutos, esos gloriosos minutos había logrado olvidarte.

Que de mis labios roncos había sido un “Dios” lo que había escapado, mas no tu nombre.

Haruka ¿Te dolería si te dijera que de haber sabido su nombre con seguridad lo habría dicho?

¿Volverías a poner ese gesto de mártir que solías cuando te hablaba del torso de YunHo o las facciones angelicales de JaeJoong?

¿Volverías a desnudarme salvajemente y dejarme en claro que solo debía verte a ti?

¿O es que acaso me fallarías de nuevo?

Da igual...ni tú ni nadie lo sabría..

Sería mi pequeño secreto, por lo que me quedaba vida.

Haruka.

Estoy muy cansado ¿sabes? Siento que han pasado años y llevamos apenas 12 horas separados.

Me dijiste alguna vez que tu corazón latía a costa mía, el mío dejó de latir cuando me dijiste que te irías ¿Por qué el tuyo siguió latiendo?

Mi Haru... No tuve las agallas para decirte que te quedaras. Siempre supe que este día llegaría y por tanto solo agache la mirada, quizás muy dentro de ti deseaste que hubiera dicho algo.

Trataba de no pesarlo. Despues de todo...el desenlace seguiría siendo el mismo.

Mis dedos marcaron el número del piso con desgano.

Sabía que para cuando esas puertas se abrieran, estarían aguardando por mí las sonrisas.

Aguanté la respiración. No debía llorar. Me había prometido a mi mismo no hacerlo.

Aunque a decir verdades me arrepentía de haberlo hecho, estando limitado por esas cuatro paredes devolviendome el reflejo, el escozor en mi nariz aumentaba.

Ayer por la madrugada, cuando encendí el televisor incapaz de conciliar el sueño. Desobedeciendo así lo que hyung me había ordenado.

En mi inocencia, creí que tal vez...no sé. Es solo que no pensé, no creí que la noticia iba a expandirse tan rápido. Pero claro, no por nada dicen que caer en cuenta de la realidad es duro. Y oh vaya que lo fue.

Ver a tu prometida por la TV nacional hablar de su tienda favorita, de su familia y del gran amor que los unía. Fue un golpe muy bajo Haruka. Hundiendo mis dedos lo más que pude en el cojin del sillón traté de alejar mis ojos del anillo que brillaba sobre su delicado dedo.

¿Y sabes que?
...no pude.

Las puertas del elevador se abrieron.

Al segundo siguiente, sentí las miradas burlescas taladrarme el cuerpo, recordarme sin piedad que mi sueño al fin había terminado.

Me mordí los labios reuniendo fuerzas para llegar siquiera a mi oficina.

Jae-hyung me atajó en el camino.


- ¿Qué hacen todos aquí? – Preguntó al mar de ojos sobre el pasillo - Se les paga por trabajar ¿saben? – exhortó con desprecio


Le miré con los ojos ya enrojecidos, Jae me abrazó con el brazo derecho, mientras con el otro abría la puerta de mi oficina, y me conducía suavemente dentro.


- Junsu...ah – me susurró ya sentado frente a mi


Suspiré secándome una lágrima que deslizaba por mis mejillas, odiaba llorar en público.

JaeJoong me miró con tristeza. Caminó hasta la mesilla buscando el termo para ofrecerme un vaso de agua.


- Lo siento – me disculpé avergonzado, recibiendo el pequeño vaso para quedándomelo mirando entre mis manos

- Ni lo digas – me dijo Jae golpeándome la frente buscando robarme una sonrisa


Como quería dársela. Pero mis risorios apenas se movían.


- Gracias – susurré


Mis ojos se clavaron, de pronto, en el portarretratos sobre mi escritorio, una fotografía que nos habíamos tomado el verano pasado. Los ojos rasgados de mi ahora ex me sonreían. Intenté coger el vidrio sumergido en mi mundo, pero la mano de Jae fue más rápida.

Le miré ausente. El suspiró queriendo decirme algo, pero le detuve.


- Hyung qui...quiero estar sólo – le pedí volviendo a tomar un trago del agua caliente


Quiso negarse pero mis ojos suplicantes le hicieron desistir. Caminó despacio hacia la puerta y aún no del todo convencido salió hacia el pasillo. Se quedó apoyado sobre mi puerta. Veía su sombra desde aquí, volví la vista hacia el retraro y acaricié el vidrio con mis yemas.

Hundí mi cabeza entre mis brazos. La segunda noche sería quizás más dura que la primera...


.....


A casi tres días de nuestra ruptura absolutamente nadie comentaba una palabra de lo sucedido, claro que, mucho había tenido que ver la amenaza directa de nuestro sub-director a toda la plana editorial de la revista.

Agradecí en silencio el detalle ya que supuestamente yo “no sabía nada del asunto” y aunque me sentía un poco avergonzado por todas las molestias que estaba causando, ya podía respirar más tranquilo.

Jae y YunHo aún continuaban insistiendo en que me quedara en casa por lo menos por una semana, pero me había negado rotundamente, temía que el tiempo a solas solo me hiciera recordarte más.

Y es que era tan sencillo poder escuchar tus susurros sobre mi cuello con tan solo cerrar mis ojos. Imaginar tus mano alzar delicadamente mi mentón, sentir tus suaves labios...

A esto sumado que los señores de la mudanza ya habían empezado a sacar tus cosas de nuestro apartamento. Sabía que eventualmente tnedrías que apersonarte, y el solo pensar que podría volver a verte no me hacía nada bien.

Aún cuando realmente moría por verte. No sabría cómo reaccionaría ante una segunda despedida.

Por eso me quedaba hasta muy tarde en la editorial mirando desde la ventana de mi oficina las estrellas. Hasta que mis ojos empezaban a cerrarse por sí solos y decidía volver a casa.

Pasaba por algún supermercado y compraba un ramen instantáneo para comer en casa, siempre odiaste mis hábitos alimenticios ¿verdad?...y sin embargo al final había terminado contagiándotelos.

Me reí con las bolsas colgando de mis manos.

Hierba mala nunca muere. Mis hábitos me los llevaría a la tumba...mi corazón quizás ya no.


....

Lo rumores de la asociación rondaban por la empresa hacía meses. Las secretarias estaban encantadísimas con la idea de tener más jovenes de gran bolsillo rondado el edificio, contigo habían fallado miserablemente ¿no?

Yo sin embargo nunca le presté mucha atención el asunto. YunHo parecía no tener intención de alterar el equilibrio próspero que habíamos alcanzado. Y siendo tú su mejor amigo, tenía en ti su plena confianza.

O lo tuvo hasta hace dos semanas, cuando al llegar a casa les encontré discutiendo en el living, no quisiste explicarme lo que había pasado...apenas y me hablabas para ese entonces.

Grande fue mi sorpresa cuando al sexto día Jae y YunHo aparecieron en mi oficina. Me dijeron sin rodeos que habían roto el contrato con tus publicitas. Que habían decidido aceptar una oferta importante que les habían hecho hacia meses. Me explicaron que el nuevo contraro significaría Asia y quizás hasta América; con una correcta administración y trabajo duro.

Yo sólo aguanté en silencio sobre mi asiento, escuchandoles atentamente, sintiendo como poco a poco todas nuestras conexiones iban desapareciendo.


"Empezaremos a trabajar en conjunto desde el próximo mes" me dijeron

Y repartiendome la lista de files con los expedientes de cada nuevo integrante.

Se fueron.


Particularmente no creo en el destino...¿una de las principales razones?

Mis ojos no pudieron despegarse de la foto de aquel chico.

Porque simplemente...es una reverenda putada.



Jealous

martes, 3 de mayo de 2011

TITLE: I'm Sorry I love u
CHAPTER: Ten
AUTHOR: Kimmy_lin
PAIRING: Yoosu
RATING: Pg-15
WARNINGS: Shonen-ai, Incest, Angst



JUNSU

Podrían ser muchos los hubieras, quizás o tal vez que pasaran por mi cabeza...lastimosamente la realidad era una y por mucho que doliera esa era en la que me encontraba.

Te amaba...

Me había enamorado de ti...

Mi propio hermano...


Pues sin importar cuán puro o verdadero resultase esto que sentía...no dejaba de ser sucio e incorrecto.

Dolía tanto ¿sabías?

Tener que observarte en silencio con ese nosequé debilitar mis rodillas o sentirme tan completo en tus brazos mientras me susurras los buenos días...dolía tanto que creía enloquecer bajo tiempos determinados...con el solo escuchar tu voz o sentirte a mi lado.

Perdía toda cordura en interrogantes que sabía era incapaz de responder...y sin embargo ahí se encontraban a cada que mi corazón intentaba romperme las vértebras con sus fuertes latidos.

Por ti...

Por ti estaba así...

Llorando una noche más, acurrucado entre mis sábanas sin saber el que va a ser de mí a partir de ahora...

Ahora que mi alma se caía en pedazos y las soluciones convergían al quiebre de promesas, esas que solo hacen de mi viacrucis uno más amplio.

El quedarme a tu lado se tornada cada vez más un imposible...

Uno por el que estaría dispuesto a luchar...pero

¿Por cuánto tiempo más YooChun?

¿Cuánto más?

Temía...que alcanzase mi límite estando tú presente, que pudieras darte cuenta de esto que lucho por esconderte. De que continuaras ignorando mis sentimientos y algún día entrases por esa puerta con una linda acompañante en brazos y me dijeras entre sonrisas que te has enamorado.

¿Qué haría entonces? ¿Sería capaz de sonreírte? ¿De abrazarte?

Ya ni sabía si podría darte esa sonrisa llena de felicidad y picardía que de seguro esperarías...

YooChun...ah

Yo...


- Te amo – sollocé sin poder evitarlo – te amo tanto – sollocé un poco más fuerte

- Amar no debería ser tan doloroso ¿cierto? – me quedé en silencio


Alarmado, espantado... esperando con fe casi nula de que la voz que acababa de escuchar no fuera más que el producto de mi imaginación.

Unos suaves brazos me rodearon comprensivamente.


- No...No lo debería hyung – sollocé sintiendo que ese hueco en mi pecho volvía a hincarme con fuerza.

- Llorar es algo bueno – me dijo acariciando suavemente mi espalada – es la mejor forma de librar el dolor, las frustraciones, el miedo...si las personas no lloráramos entonces nadie podría ser feliz ¿no crees?


Asentí entre hipidos.


- Hyung...yo

-¿Mejor ahora? – me cortó palmeándome la espalda con ternura

- Gracias... – alcancé a modular aún sentido


Desordenó mis cabellos con una sonrisa queda, como queriendo dar un gran vistazo dentro de mi alma a través de mis ojos. Justo como YooChun hacía...los ojos volvieron a aguárseme en cuestión de segundos.


- Quiero dormir – quedarme inconsciente y olvidar...olvidarte de algún modo

- ¿Estás seguro? – me preguntó paternalmente sabiendo que mi lengua moría por liberarme de toda la carga que mi corazón llevaba


Pero...no podía...no debía


- Estoy enamorado – susurré – amo a alguien a quien no debería estar amando – empecé a reír sintiendo lo amargo de mi voz al proferir de mis labios...aún por sobre esas lágrimas que me empapaban el rostro

- ¿A él? – cuestionó en un susurro


Mi alma se congeló al instante


¿A él?....

“ÉL”



- ¿Hyung tú? - no alcancé de formular mi interrogante cuando...

- Jae te dije que Junsu ya estaba dur... – esa voz...su voz...la puerta de mi habitación revelando su figura del otro lado


Silencio...


- ¿Qué pasa? - notó la atmósfera tensa quizás mis lágrimas


Casi al instante volví la mirada hacia Jae-hyung aterrorizado sin saber qué hacer...me sentía mareado.


- Tengo sueño...yo...iré a cepillarme los dientes – salí a tropezones de la habitación lejos de ese par de miradas


No sin antes mirar de reojo a Jae-hyung encontrándolo viendo a la nada...

Era imposible que supiera... ¿cierto?

Cerré la puerta...





YOOCHUN

Me evitabas... ¿Creías que no me daba cuenta?

Me rehuías cada que la oportunidad se te presentaba, como si demasiada interacción conmigo te resultara de alguna manera, nociva.

Dejándome con esa desazón angustiante al saber que algo te incomodaba y apenas me dabas tiempo para averiguar el que exactamente.

¿Qué te pasaba Junsu...ah?

Me preocupabas, tonto.

Ver los rastros de lágrimas en tu rostro me hincaba el pecho. ¿Por qué llorabas?

¿Por qué era incapaz de cuidarte como debería? Llorabas nuevamente aún cuando me había prometido protegerte de aquí en más.


- Lo siento – te susurré


Mis dedos se enredaban entre tus cabellos con tanta facilidad.


- ¿Qué te tiene así eh?– besé tu frente despacio...esperando que de alguna manera la caricia te confortara, te hiciera saber que estaba aquí cuidando tus sueños


Que lo haría todas las noches que hicieran falta...

Con tal de verte sonreír de nuevo...


Un ruido, volví la mirada hacia el mismo, hallando a un Jae observarme con gesto indescifrable desde el umbral.


- ¿Qué pasa? – pregunté


Pareció que mi interrogante lo devolvió a la realidad pues pegó un pequeño brinco en su sitio.


-Na...nada he...he traído los ramen – susurró ofreciéndome el mío para después arrastrar torpemente la silla giratoria hasta el pie de tu cama y tomar asiento.


Lo observé en silencio, esperando que me dijese lo que obviamente le inquietaba...pero nada


- Vale...ya enserio ¿Qué te pasa? – pregunté harto de tanto silencio

- ¿Qué? Ah...nada es sólo que...no sé ¿Haz notado a Junsu diferente últimamente?

- ... – asentí mientras le acomodaba el edredón sobre su brazo descubierto

- ¿Cuán diferente? – cuestionó jugando incómodo con los fideos


¿Qué le pasaba?


- Pues...no sé...como si me rehuyera – me rasqué la cabeza sintiéndome bastante mal al tener que admitirlo en voz alta

- Ah... – conocía excepcionalmente bien a ese pelirrojo como para saber que se traía algo ¿Acaso Junsu le había contado lo que le sucedía? ¿Acaso era algo muy malo?


Tenía que saberlo.


- ¿Te contó? – pregunté


No hizo más que observarme a los ojos bastante serio como si buscara en ellos respuestas a interrogantes que por el gesto ofuscado que traía preferí no interrogar

Luego de unos segundos de silencio articuló algo para sí mismo tan bajo que no logré a escucharlo.

Negó con la cabeza casi imperceptiblemente.

Me limité a guardar silencio esperando a que me respondiera ¿realmente era algo malo?


- ...soy tan idiota – agregó apoyando los codos sobre tu cama liberando un suspiro – es imposible – empezó a reír

- ¿Qué?

– Debe ser algún compañero de la universidad ¿no Junsu...ah? – casi canturreó como en su mundo poniendo los palillos en su mentón en pos de divagación

- ¿Qué? ¿Te contó o no? - empezaba a impacientarme

- Sí y no – su parquedad no me hacía nada de gracia –...espero que pueda darse cuenta que para el amor no hay barreras – continuaba en su mundo

- ¿Qué? – ¿Qué no podía ser más claro? Casi parecía como si tratara de decirme que...

- Junsu está enamorado – callé


“Está enamorado...” No reaccionaba

¿Qué el que?...eso era...

Tú no podías...es decir...

No seas idiota sabes muy bien que posee corazón y ojos ¿Porqué no podría?


Una punzada.

“Está enamorado...” Sólo quedaba algo que saber...

¿De quién?

Y casi al tiempo en que ambos nos mirábamos interrogantes la imagen de cierto castaño se incrustó en mi cabeza...





JAEJOONG

Toqué el timbre intranquilo, el cansancio y la duda parecían secarme la médula. Era absurdo lo sabía sin embargo.


...esa mirada...

...esa delicadeza...



- ¿Jae?

- YunHo...ah – salté a sus brazos en busca de calor...de cordura...pues empezaba a perderla con las conclusiones a las que llegaba

- Estaba a punto de reportarte como perdido – se quejó besándome despacio

- No seas idiota...además sabías que iba a la casa de YooChun

- Por eso mismo – susurró bajito pero no lo suficiente para no escucharle

- ¡Yah! – me quejé entre pucheros golpeándole el hombro

- No confío en el resto de mortales – se defendió - ...suelen enloquecer cuando ven a una bomba sexy – puntualizó antes de empezar a besar mi cuello

- Mmm...¿Bomba sexy? YunHo...esperaba poder llegar a la habitación esta vez – suspiré entre sonrisas mientras me acariciaba la espalda por debajo del abrigo

- Pues agradece que tu novio no sea tan ortodoxo – me picó profundizando el beso

- Babo... - mordí sus labios robándole una sonrisa complacida – ya suelta que voy a por un vaso de agua

- ¿Vas a dejarme así? - me preguntó incrédulo cuando me libré de sus brazos

- Espera a que me hidrate Yunnie así no habrá medios tiempos – pareció de acuerdo con mi observación así que se limitó a tomarme por la cintura y acompañarme a tropezones hasta la cocina


Y si...

¡Mierda! JaeJoong...¿Cómo podrían...?



- Ahh...en serio necesitaba agua – exclamé interrumpiendo mis propios pensamientos...quería dejarme de esto ¡Era incoherente!


Dejé el vaso sobre la alacena...


“Te amo...”

“Te amo tanto...”



Había algo en todo esto que no terminaba de dejarme tranquilo. No sé...quizás sólo estaba cansado y empezaba a inferir estupideces...

Carecía de sentido.

¿Verdad?


- Jae... - me llamó sacándome de mis pensamientos - ya satisficiste tu sed ¿puedes ahora satisfacer mi hambre? - solté una carcajada bastante sonrojado


“Te amo...”

“Te amo tanto...”


Junsu...YooChun...


- Te amo Yunnie...ah... - le susurré con una extraña opresión en el pecho...quería llorar

- Y yo a ti – acaricié sus cabellos hundiéndome en sus ojos...su piel y el placer que sus diestras manos empezaban a producirme


...nadie podía merecer tanto sufrimiento...ustedes menos que nadie.

Junsu...YooChun...

Una lágrima deslizó por mis mejillas...





JUNSU

La paranoia es un término psiquiátrico que describe un estado de salud mental caracterizado por la presencia de delirios autorreferentes.

Quizás y empezaba a identificarme con tal concepto, desordené mis cabellos con frustración.

Si sospechara algo ¿lo habría dicho cierto?

Me tiré sobre mi cama...necesitaba hablar con hyung pero ya... El pequeño gran inconveniente recaía en que necesitaba hacerlo en persona...y él acababa de viajar a Corea con YunHo.


- ¿Porqué la cara? – la voz de Min me pegó tremendo susto

- ¡Dios! ¿Qué no sabes avisar? – gruñí sosteniendo mi pecho

- Pues no...Y creo que tú no has visto la fecha ¿no? – le fulminé con la mirada


¿La fecha? Lo miré interrogante.

Me restregó la pantalla de su móvil en la cara a forma de respuesta...la sangre se me bajó de golpe. Acababa de darme cuenta que tenía menos de cinco días antes de la semana de parciales, y mis posibilidades de salir victorioso de ellas recaían en milagros que infería poco posibles.

Me dejé caer sobre el pupitre queriendo morir...


- Me lo suponía – exclamó con superioridad – jalarás – se regodeó palmeando mi espalda con sorna

Cuando me disponía a golpearle el brazo como mínimo ante su falta de tacto...recordé algo.

Sus ojos me inspeccionaron con cautela al caer en cuenta de mis intenciones, cogí aire y...


- Ni lo pienses – se negó incorporándose

- Pero...

- Nada conozco esos ojitos de cachorro...no puedes manipularme ese negocio es mi monopolio – esclareció cogiendo su morral ignorando mis súplicas


Continué rogando por su tutela y luego de un par de hamburguesas y una soda gratis terminó accediendo.

No sin antes dejarme en claro que siendo yo de quien se trataba no podía prometerme nada así que más me valía irme de turista a su departamento por los días que quedaban si quería mis posibilidades mínimamente positivas.

Y no pude estar más de acuerdo con la idea...después de todo un tiempo lejos de ti me vendría bien de alguna forma. Guardé la foto que nos habíamos tomado sobre la ribera en mi billetera. Sonreí al verte espectacularmente guapo aún cuando el sol te obligaba a arrugar la nariz.

Procedí a armarme una improvisación de maleta con un par de jeans, poleros, mi pijama, mi cepillo, ropa interior...


- ¿Piensas dejarme?- me congelé

- Yoo...YooChun – las mejillas se me tiñeron al instante y mi cerebro no pensaba en como esconderte el detalle...sólo en la expresión ida con la que me mirabas...caí sentado sobre mi mochila y de ahí resbalé al piso


...del dolor salí de mi ensimismamiento.


- Serás de torpe – te quejaste estirándome el brazo con cortesía...su semblante parecía...no sé triste

Tomé tu brazo sintiendo electricidad al sentir tus palmas tocar las mías.

- Así que...en realidad planeas abandonarme – intentaste bromear cuando viste el contenido del morral esparcirse sentía tu voz un tanto herida

- ¿A-Abandonarte? – susurré casi para mí pero por tu expresión contrariada supe que me habías escuchado


¿Por qué creías que iba a abandonarte? Mis ojos pasaron desde mi mochila a ese gesto afligido con el que me observabas en silencio, aún sin entender

Uno...

Dos...

Tres...


¡Mierda! No te había dicho nada


- Lo...lo siento lo olvidé por completo...es que mis parciales están cerca y pensaba ir al depa de Min estos días para tener alguna oportunidad de aprobarlos - admití con culpa agachando la cabeza

- ¿El depa es solo de él? - preguntaste como si odo lo demás fueran meros detalles sin importancia

- Sí


Se quedó mudo...Mi móvil empezó a sonar...era ChangMin


- Me está esperando en la parada – susurré apenas empezando a cerrar mi morral sobre la cama

- ¿Y porqué no vienen a estudiar acá? – me preguntaste...las cosas empezaban a dejar de cuadrarme

-Creí que no te agradaba – bufaste ante mi comentario...el móvil seguía vibrando entre mis manos

- Es de noche que van a estudiar a estas horas – te cruzaste de brazos de forma tierna...te preocupabas...y no sabías cuan feliz me hacías por eso

- De noche se estudia mejor – traté de tranquilizarte...pero tu rostro se desencajó

- Junsu – me llamaste serio, te miré expectante – ¿qué me garantiza que el orejón ese no sea un violador en potencia?


Me sonrojé hasta los dedos...


- ¡Chunnie! – chillé avergonzado...


¿Acababa de llamarte...?


- ¿Chunnie?

- Lo siento...yo – intenté excusarme aún más sonrojado importándome muy poco la insistencia de ChangMin

- Se oye extraño – carraspeaste, yo aún mantenía la mirada baja con temor a que vieras cuan avergonzado estaba y las verdaderas razones – pero puedo acostumbrarme ¿no? Su – te burlaste un poco sin saber lo que el simple apelativo me estaba ocasionando

- Te-tengo que irme min debe estar esperándome – no podía seguir manteniendo tus cálidas miradas no sin dejar a flote el amor que escondía

- Su... – me quedé estático


Volví la mirada despacio...tus manos me tomaron por las mejillas. Nuestras miradas chocaron tan profundo que me sentí seda entre tu débil tacto...ese que se me hacía tan infinito como el amor que en ese silencio te profesaba.


- Es imposible ¿cierto?


Y antes que pudiera siquiera preguntar algo, sentí tus labios sobre mi mejilla muy despacio.


- Voy a extrañarte Su – te quejaste envolviéndome en un fuerte abrazo


“Te amo” “Nunca me sueltes” “Se solo mío amor”...concretizadas en una solitaria lágrima que logré secar antes que pudieras darte cuenta de sus presencia.

Me acompañaste hasta la puerta, desordenaste mis cabellos y me hiciste prometer que te llamaría al llegar y antes de que me durmiera cada noche o me tomara el desayuno por las mañanas.

- ¡No olvides llamarme! – me gritaste cuando estuve a punto de doblar la esquina...ahí donde me perderías de vista


Te hice un gesto de falsa molestia que recibiste con un par de carcajadas. Y...ambos nos perdimos de vista.






YOOCHUN

Al cabo del tercer día harto de la taciturnidad excesiva había decidido llevarles unas pizzas. Te extrañaba...Cada que mi cuerpo me levantaba sin necesidad de alguna alarma a sabiendas que debía llevarte a la universidad. Las paredes blancas de la estancia parecían tornarse grisáceas si no escuchaban tus risas...y quizás...de alguna forma mi vida también.

La señorita de la recepción se encargó de proporcionarme la llavecilla y con ella el pase para detener todo ese nosequé que me fastidiaba al saberte en casa ajena.

Encajé la llave, el departamento se sumía en un silencio bastante parco y atípico....mis alarmas se encendieron...

Dejé la pizza sobre la mesilla de la sala incapaz de poder sentarme a esperar...ese silencio me angustiaba...

Te llamé otra vez tu móvil no sonaba ¿No estabas aquí?

Me bebí de un sorbo el vaso de gaseosa sobre la mesilla importándome muy poco mis exquisitimos necesitaba distraerme con algo o acabaría registrando el lugar de cabo a rabo...

Un ruido...

Mis piernas caminaron en la dirección sigilosas, conduciéndome hacia el pasadillo principal una de las puertas estaba semi abierta.

Colé un ojo por la abertura y te vi...

Dormías apoyando la espalda en la fría pared, tu cabeza caía floja a un costado muy lejos de la almohada que habías destinado para el trabajo.

Sonreí sin querer...cuando reparé en algo

Sobre tus piernas...yacía recostado ese castaño.

Sonreían entre sueños como disfrutando de la compañía.

“Está enamorado...” Quizás y no era tan imposible como pensaba

El ruido del vidrio haciéndose añicos nos alertó a todos, cuando volví la mirada- alejándome a zancadas hacia el living- mi palma goteaba sangre, esparcía un rastro oscuro a lo largo del piso alfombrado.



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I can't Part One


TITLE: I’m sorry I love u
CHAPTER: Nine Part I
PAIRING: Yoosu, YunJae, Jaesu (no solo te estoy fregando XD)
RATING: PG-15
WARNINGS: Flove, Angst, Incest, Shonen-ai
DISCLAIMER: No lucro


JAEJOONG

Te amo, no te cases, no me dejes...si fuera tan sencillo el decirlo como el pensarlo esto no estaría pasando ¿cierto?

Es la duda esa que me visualiza viendo tu espalda alejarse aun cuando me hubiese sincerado después de todo la diferencia entre la ignorancia y el rechazo data en el quién sería a fin de cuentas el culpable...y prefería mil veces serlo yo.

Y no, no hablo de orgullo sino del dolor que sería unas mil veces mayor al sentir las palabras deslizar por mis labios y aún así tener que presenciar tu partida que vetarme del mundo y volverme ciego el día de tu boda.

Así tenga que vivir con los hubiera por el resto de mi vida si es que el realizar mis procesos metabólicos cabe en tal consideración...

¿Por qué tuviste que volver si no ibas a estar a mi lado? ¿Qué es lo que pretendías? ¿Tener mis bendiciones? ¿Mi amistad?

¿Y sabes que es lo que me descontrola? Qué quizás sería capaz de aceptar ser el padrino si me lo propusieras.


- ¿Bueno? – Mi móvil llevaba sonando un buen tiempo

- ¿Jae-hyung? - ¿Junsu? Las imágenes de la noche anterior me azotaron de golpe...debe haber encontrado mi nota


Cuida de ese idiota... ¿Podrás hacerme esa promesa? – Se la había dejado antes de irme hoy por la mañana luego de hablar con YooChun ya que al entrar a su habitación lo había encontrado más seco que una roca.


- ¿Junsu...ah?

- ¡Hyung...! ¿Vas a irte de nuevo? ¿Te encuentras bien? ¿A pasado algo? Yo...

- Junsu...tranquilo – le corté – No ha pasado nada – aún, suspiré no podía explicarle todo por móvil, también le debía disculpas - ¿Nos encontramos?

- Claro ¿El café frente al mall de la calle 15?

- Sí te veo ahí ¿Te paso a recoger?

- No, está a un paso ¿Estás a cuánto de distancia? - ¿Dónde estaba? Mi carro me conducía en círculos con tal de no regresar a mi departamento y verle


Miré por la ventanilla logré ubicarme luego de un par de segundos


- A unos 10 minutos 12 – calculé

- Vale...entonces en 10 minutos...cuídate hyung - sonreí

- Tú también... – colgué


Observé mi celular con nostalgia...había tenido la vaga esperanza de que fuera él quién insistiera tanto...

Yo pedí esto...no puedo quejarme

Tiré el móvil al asiento del copiloto y di vuelta en la calle contigua...


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- Jae ¿has llegado? – me preguntó a modo de saludo cuando le llamé

- Hola y sí...estoy aquí ¿en dónde...?

- Ya te vi – me cortó los músculos se me tensaron ¿derecha? ¿Izquierda? ¿Atrás? ¿Delante? ¡¿Dónde?!


Una mano sobre mi hombro y mis pulmones dejaron el intercambio gaseoso de lado...


- ¿JaeJoong? – el moreno fornido, alto y atractivo que veía me dilató las pupilas

- ¿YunHo? – el estómago se me contrajo al mencionar su nombre en voz alta...era como... ¿antes?


Una sonrisa, un hermoso pliegue sobre esos labios, esos que había besado tantas veces y cuyo sabor aún perduraba en mi preconsciente esperando a ser evocados ante la mínima señal...y ésta era una muy grande y llamativa.


- A pasado mucho tiempo – la voz más gruesa, los rasgos más adultos

- Sí un largo tiempo – dejé ir suspirando - ¿Hay alguna cafetería cerca? – no soportaba su mirada me vulneraba por completo – muero del frío – mentí

- Ah...sí


Caminamos hacia una cercana al aeropuerto en silencio, me dejaba guiar por las huellas invisibles que sus pies marcaban sobre el pavimento. Corea se sentía igual, YunHo ¿seguirías siendo el mismo?


- ¿Cómo va todo por allá? – hizo el primer intento de plática, quise reír por esas mariposas que empezaban a joderme las paredes estomacales...no podía ser que me pusiera así de nuevo

- Bien... ¿Y por acá? – sonrió levemente


Recibí el café que me había pedido, quizás me lograra estabilizar ese tantito que me hacía MUCHA falta.


- Digamos que tengo... – se silenció el rostro le cambió a uno de esos que no vaticinan nada bueno – noticias...

- ¿De?

- Voy a casarme – me atoré, no sabía exactamente porqué pero esa escena se asemejaba mucho a una que había ejemplificado una de las novelas que YooChun veía ¿Era mi turno de llorar?

- Vaya...al menos uno de los dos está listo para sentar cabeza – bromeé sintiendo un pequeño malestar en el pecho

- Sí – dijo un poco ¿decepcionado? Veía de más...

- ¿Y?

- ¿Y?

- ¿Y quién es ella? – Completé la pregunta - ¿La conozco? ¿No me digas que Ayumi? – cuestioné interesado al recordar el nombre de aquella chica que le revoloteaba en el tiempo en que éramos novios

- No – negó riendo al recordarla – es una heredera de empresas afines a las de mi padre – sinceró un tanto incómodo siempre era lo mismo cuando hablaba de su apellido

- Ah... ¿Quiere que subas al trono con hijos? – pregunté riendo al recordar mi título de oveja negra

- A mí mi condición no me hace gracia – dijo jugando con la pajilla extra que me habían dado


Reí un poco más fuerte.


- ¿Me dices porque me has hecho venir? – pregunté de frente

- Sólo si me esclareces el porqué has obedecido – le miré retador

- Eres mi mejor amigo – le recordé con simpleza, quedamos en eso cuando terminamos y me fui a América – ahora me dices...

- ¿Debería casarme? – me descolocó ¿Estaba hablando en serio?

- Eso es fácil, si no amas a alguien más ¿Cuál es el problema?

- ... – rió

- VAYA...en serio hay otra...mierda YunHo ¿Vas a renunciar a la empresa de tu padre entonces? – no era que creyera que no tenía las agallas o algo por el estilo era sólo que de ambos yo era a quién poco le importaba ser el heredero directo de los Kim y sus bienes, justamente por eso ellos nunca habían podido “encaminarme” como hubieran querido

De ahí mi apodo y mi orgullo.


- ¿Es en serio? – me preguntó arrugando la pajita entre sus dedos ¿se había enojado?

- Entonces vas a despedirte de esa chica

- Eres un idiota – me dijo lanzando la pajita con molestia a un lado

- ¿Qué?

- ¿Acaso crees que todas mis palabras eran basura? ¿Qué todas mis...? Mierda

- ¿De que hablas? – el corazón me latía compulsivamente

- Mierda Jae...tu sabes mejor que nadie a que me refiero - sí lo sabía, el primer hombre en mi vida, claro que lo sabía

- YunHo...ah ¿Para qué me has llamado?

- ¿Haz terminado ya tu café?

- Ya casi

- Vayamos a mi casa

- ¿Crees que tu padre se va a quedar tranquilo si me ve por ahí?

- ... - suspiró - no

- Entonces será mejor que me digas de una buena vez como piensas que pondremos fin a lo que alguna vez existió entre ambos

- ¿F-fin?

- ¿No es eso lo que quieres? Despedirte del pasado y empezar de nuevo

- ¿Eso es lo que piensas? - preguntó tratando de buscar la respuesta en mis ojos

- No veo ninguna otra alternativa, cada uno ya a formado una nueva vida. Tú vas a casarte y yo...yo he vuelto a enamorarme - mentí


Y así en el silencio que yo había autoimpuesto me dediqué a terminar mi café mientras mi corazón intentaba recuperar su ritmo regular...



.....................

¿Qué debería hacer? Otro suspiro más y mis acciones una vez más sólo a suspiros se limitaban...






JUNSU

Me miré en el espejo una vez más no estaba tan mugriento o eso esperaba. Me llevé el saco por si el frío empeoraba – cosa que normalmente me sucedía – y salí de mi habitación.

Mis ojos se clavaron en la pequeña hoja sobre su puerta.


“Salí a despejar la mente, vuelvo en la noche cualquier
cosa me he llevado el móvil...”


Sonreí... Para cuando llegué al café bastó un paso dentro para tener a hyung pendiendo de mi cuello, eufórico.


- ¡Junsu...ah! – gritaba pellizcándome las mejillas

- Ja...Jae-hyung – cojía el aire a bocanadas

- ¡Aish! Hace tanto que no te veía ¿Acaso has crecido? – me abrazaba maternalmente

- ¿En serio? – le pregunté ilusionado, comenzó a reír


Caminamos hasta una de las mesas...moría del hambre hoy sí que me había levantado tarde


- Yo invito pide lo que quieras – me dijo se me iluminó el rostro

- ¿En serio? Pero...

- Nada de peros no te he visto en siglos tómalo como un presente por lo mucho que te e extrañado, si lo rechazas me entristeceré

- Vale – acepté antes de llamar a la camarera y ordenar

- ¿Cómo has estado? – le pregunté cuando ya tuve mi sándwich entre mis hambrientas manos

- Bien, mal, confundido, enamorado...en síntesis un lío

- Wow... – alcancé a decir con la boca llena de papas fritas, pan y carne grasosa

- Sí...soy un desastre – me dijo con risa floja aunque sus ojos no decían lo mismo

- No lo pienso así...dicen que cuando te enamoras sucede ¿no? – me sentía un tanto torpe hablando de ello ya que al fin y al cabo hasta ese momento no me había pasado

- Eso es cierto...pero no quita que sea una mierda – susurró más para él

- Yo pensaba que era hermoso – dejé escapar sonrojado al saber que sonó demasiado femenino para un chico

- Lo es pero al igual que todo tiene sus contras

- ¿No...No eres correspondido? – pregunté sin poder creerlo no era que fuera de los superficiales pero hyung era tanto hermoso por fuera como por dentro


Empezó a reír, tenía el rostro un tanto sonrojado...


- Creo que si ese fuera el caso sería incluso más sencillo – acotó jugando con sus dedos realmente lucía como un niño así....sentía un poco de celos

- ¿Nunca te has enamorado? – me preguntó luego de un rato haciendo que escupiera un poco del jugo que estaba bebiendo

- Lastimosamente no – respondí con pesar


Me sonrió enternecido...


- ¿En serio? A tu edad solemos ser muy enamoradizos – desordenó mis cabellos

- Pues soy un completo anormal entonces – reímos juntos en realidad su afirmación me había asustado un poco con tal que no terminara con Min esperaría a mi otra mitad cuanto esta quisiese

- ¡Bah! Sigo sin creerte... ¿Es que nunca haz sentido como si el oxígeno que captaras no te perteneciera? ¿Como si tu vida se viera subyugada a su sola existencia? ¿Como si cada gramo de tu alma se tornara gas cuando le tuvieras cerca? Como si las formas para expresar eso que quema en tu pecho rompieran con lo físico...

- No – negué un poco sonrojado al escucharle decir todo aquello...– hyung estás muy enamorado ¿no? – deslicé riendo de soslayo


Sonrió avergonzado.


- Lo leí en un blog hace poco – soltó pero sabía que aquello había sido desde el corazón


Sólo esperaba que pudiese solucionar las cosas con quién debiera...lo merecía


- Entonces...me harás la promesa – me dijo cambiando el tema


Asentí


- Le cuidaré hyung...siempre lo hago - susurré

- Gracias

- Gracias a ti por haber cuidado de él hasta ahora – recalqué haciendo una reverencia

- No...Gracias a ti por darle la oportunidad de sanar – volvió a desordenar mis cabellos ¿Sanar a qué se había referido con eso?

- Cuídate hyung

- Y tú – me envolvió con un abrazo


Y cada quién desapareció por su lado...





YOOCHUN

Observé una vez más el cielo...había terminado en el último piso de un mall observando el oscuro firmamento totalmente sumergido en mis pensamientos.

El lugar era tan pacífico aún a pesar inmenso tráfico que se observaba tan lejano y disminuido en cuento al típico bullicio.


“¿Dónde estás?” Me llegó su mensaje


Junsu...


“Viendo las estrellas” – respondí


Sonreí una vez le mandé la respuesta y volví la mirada hacia lo alto ¿En dónde estaría él? Había querido traerlo conmigo pero estaba tan metido en el sueño que me cansé de sólo pensar en despertarlo. Miré mi reloj de mano ya eran las 10:00 p.m

Debería volver – le susurré al viento

Cerré los ojos por última vez dejándome envolver por el silencio alejándome de todo...todo, cuando de pronto...


- ¿YooChun...ah? – esa voz, su voz, abrí los ojos de golpe


Volví la vista incrédulo y le encontré ahí sobre el umbral del ascensor tan o más sorprendido que yo.


- ¿Jun...Junsu...ah?


Nos miramos sorprendidos unos segundos más, hasta que una corriente de aire nos devolvió al presennte.


- Ho...hola - me dijo sonriendo

- ¿Te ayudo? - le pregunté


Cuando vi que llevaba una bolsa en la mano derecha.


- Sí, toma...justo había comprado la cena


Desvió sus ojos de los míos hacia el firmamento que segundos antes yo admiraba.


- Es hermoso ¿no? – me preguntó acercándose a una de las bancas cercanas para de depositar la bolsa que llevaba


Me acerqué hacia donde él estaba tomando asiento a su costado.


- ¿Cómo has...? – intenté preguntar

- Esto es tan extraño para mí como para ti - me dijo riendo

- Acababa de comprar y cuando respondiste el mensaje...y me entraron ganas de verlas también y pues, pensé que si subía hasta la última planta podía verlas mejor y...y aquí estoy –finalizó riendo


El estómago se me anudó un poco...tenía hambre...


- ¿Qué compraste? - le pregunté empezando a rebuscar las bolsas

- Un par de mocas y dos sándwiches – respondió aún perdido en el cielo


La luz de la luna y las estrellas lo hacían lucir tan angelical como esa noche “quieren a su hermano de vuelta” Sonreí, quizás Junsu fuera mi ángel de algún modo...

Estiré una mano hacia él mientras ponía carita de perrito quizás bajo la luz de la luna mis ojos podrían recuperar algo de luz para que mi manipulación funcionase como lo esperaba, hizo un mohín y no tardó en rebuscar el café y el sándwich entre las bolsas.


- Me vi con Jae esta mañana – me dijo mientras devoraba su sándwich al igual – me pidió que cuidara de ti – sinceró con una sonrisa enternecida

- Ese idiota... – gruñí

- Yo creo que fue lindo – sinceró con una sonrisa

- No necesito guardaespaldas Junsu...ah. No te sientas presionado por nada ¿vale? – me metí otro pedazo de sándwich a la boca

- Me gusta cuidar de ti - me dijo, voltié a verle


Idiota...


- Deja de ser majo - me quejé sorbiendo el café de a poquitos

- ¿Estás bien? – me preguntó de repente

- ¿Con qué? - le pregunté aún perdido en la calma del firmamento

- Con todo esto – respondió

- ¿Lo dices por YunHo? – más que una pregunta afirmé

- ...- asintió con la cabeza

- Por supuesto significa mucho para ese idiota

- Ahhh... – soltó no del todo convencido

- No puedo negar que va a ser un poco extraño que ya no puede gozar de los “derechos” de antes pero te dijimos una vez ¿recuerdas? No había nada más de lo necesario en algún momento teníamos que parar y el momento llego es todo – admití

- Es decir ¿También hay alguien a quién amas? – preguntó jugando con el moca entre sus manos

- No de la forma que hace Jae...hay múltiples formas de amar

- ¿Cómo cuáles?


Le observé mientras sopesaba una respuesta adecuada.


- Como mostrarse del todo a las personas que tengan peso significante en tu vida – le repondí al fin


Guardó silencio...


- Tienes razón – dijo al cabo de un rato

- ¿Cuándo empiezan tus clases? – le pregunté queriendo cambiar el tema

- En una semana – respondió


Es momento de sanar, me repetí otra vez para mis adentros lo mejor sería aprovechar sus vacaciones ahora que la oportunidad se presentaba.


- Entonces Junsu supongo que deberíamos irnos ya que mañana nos espera un largo viaje – me levanté extendiéndole la mano

- ¿A dónde? – preguntó tomándome entre las suyas sin entender

- A recorrer todo lo que nos has visto en tu estadía aquí

- ¿En serio? – gritó emocionado

- Sí...tenemos que hacer algo – sinceré

- Entonces deberíamos irnos ya – dijo adelantándose hacia el ascensor a zancadas

- Sí vamos – suspiré sonriendo al verle tan contento

- Y YooChun – me llamó

- ¿Qué?

- Gracias... – una sonrisa sincera mi corazón latió tranquilo


Era tiempo de sanar...y acababa de dar el primer paso para hacerlo...


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A friend


TITLE: I'm Sorry I love u
CHAPTER: Eight
AUTHOR: Kimmy_lin
PAIRING: Yoosu
RATING: Pg-15
WARNINGS: Shonen-ai, Incest, Angst


 
JUNSU

Permanecía ahí apoyado sobre la puerta del baño con el pijama improvisado puesto y el cabello casi seco, esperando a que terminara de tomarse la ducha y ¿habláramos?

“¿Quieres tomar un café?” Me había dicho antes de que entrara a tomar la mía… ¿Una indirecta? Me sentía algo, no sé ¿nervioso? Le oí cerrar el grifo, la respiración se me iba.

Un paso, otro, la manija moviéndose y pronto mi espalda no tuvo en qué apoyarse. Caí, estaba cayendo de espaldas como un perfecto imbécil, tan solo atiné a cerrar los ojos, subyugado a lo que vendría. Mis manos se aferraron a un algo en un intento por evitar el fatídico final. Un tirón en mi muñeca y el dolor no llegó.

Apenas abrí un párpado los colores se me subieron al rostro…Era una toalla, la misma que antes cubría “esa parte de su anatomía” ahora se hallaba en mi mano derecha y él parecía no haberlo notado.


- ¿Estás bien? – me preguntó acercándose más, yo no podía despegar mis ojos de su…de su ¡Oh Dios!

- ¡Lo siento! – grité profundamente avergonzado tapándome los ojos con ambas manos dándome la vuelta sintiendo que en cualquier momento me desmayaría de la vergüenza


Le estiré la toalla aún de espaldas, podía jurar que hasta mis orejas debían estar rojas…


- Oh – dijo quitándome la toalla al instante…acaba de entender – lo siento… - me dijo riendo ¿Cómo podía hacerle gracia? ¡Acababa de verle los genitales por Dios Santo!

- He servido el café en la sala – anuncié cual autómata antes de dirigirme a zancadas fuera del baño

- Vale – dijo tratando de contener las carcajadas


Tranquilo Junsu, no ha pasado nada…no ha pasado nada…


- ¿Se habrá enfriado? - preguntó al aire cuando apareció al fin por el pasillo con la pijama ya puesta


Tomó la taza entre sus manos con cuidado mientras tomaba asiento a mi costado. Permanecí en silencio… Quería decir algo pero no sabía exactamente el qué


- YooChun – me animé a decir

- Junsu – me llamó al mismo tiempo


Volvimos a sumirnos en el silencio… Jugaba con mis dedos con nerviosismo


- ¿I…Ibas a decir algo? – pregunté, era tan extraño…el que estuviéramos sentados dispuestos a hablar...de tú a tú sin que temiera...ya saben...meter las cinco


Se rascó la cabeza un tanto incómodo, suspiró.


- Lo siento – susurró, sus cabellos ondeados goteaban sobre la toalla que llevaba en el cuello – siento haberme comportado como un idiota durante todo este tiempo – finalizó despacio, el corazón comenzó a golpearme con fuerza el pecho

- …

- Yo…lo único que puedo decirte es que lo siento – susurró sin atreverse a mirarme

- YooChun…ah – le llamé tratando de darnos un poquito más de confianza – todos cometemos errores lo importante es si sabemos enmendarlos. Eres mi hermano quiero poder compartir contigo lo que no hemos vivido durante todos estos 18 años. Poder honrar la memoria de esas dos personas que nos trajeron al mundo…

Sonrió con nostalgia.


- Sabes….te pareces mucho a mamá – me dijo tan bajo que creí habérmelo inventado, sus labios formaban una sonrisa sincera que se me hizo la más hermosa jamás





Me miró profundamente, me sonrojé algo cohibido.



- Tienes sus ojos…sus mejillas – continuó bajo el mismo tono grave y a la vez sutil como su temblorosa mano sobre mi pómulo derecho



Silencio…


Su paz me absorbía...

Cerré lentamente los ojos en un intento por disfrutar más a profundidad esa calidez que sus yemas dactilares me ofrecían ¿Era esto lo que había esperado desde un inicio?

El corazón comenzaba a latirme con tanta fuerza, el pulso, la respiración...el miedo.

¿Sus labios?


Una bocanada de aire de su parte…mil palabras guardadas bajo llave, el suave tacto desapareció, el momento se había roto tal cual un vidrio al caer...así de abrupto, rápido y calador...

¿Sus labios?

Y así lo prefería...

¿Sus labios?

Sí, así lo prefería...

¿Sus labios?

Yo...

♪♫ Isogu you ni ♪♫ - Mi celular sonó, y con él un final incierto se habrío paso




- ¿Diga?





“Jae-hyung está en el aeropuerto” Llaves, auto, carretera, estacionamiento...

“Jae-hyung está en el aeropuerto” Primer, segundo, tercer piso...

“Jae-hyung está en el aeropuerto” Tiendas, cajas de cambio, zona de desembarque...

Lo vi ahí...

Caminando con esos aires de niño bonito, resaltando por sobre todas esas personas, brillando, deleitando...mirándome con esos grandes ojos marrones, sonriendome con esa hermosa sonrisa casi irreal conforme mis pasos apresurados anulaban el espacio físico que nos separaba.


- Te he extrañado Chun – me dijo rodeándome con esos brazos que tanto había extrañado...que tanto había necesitado...


¡Oh dios! Por fin le tenía...¡LE TENÍA!


Estaba estrangulándolo, lo sabía. Pero él, igual de emocionado ni se quejaba. Comenzó a reírse



- ¿Y yo a ti? – pregunté buscando molestarlo, golpeó mi pecho levemente, fastidiado.

Sus labios...


- ¡Yah! Si tan poco significo entonces suélta...


Sus labios...


¡BASTA!




- Calla, sólo déjame sentir... – se quedó en silencio, mientras me observaba colocar mis manos a los costados de su rostro para así poder acomodar nuestras quijadas lo suficiente y encajar sus labios con los míos...


- YooCh... – le besé




Y a pesar de ello no percibí el calor que debería, sus manos yacían entre mi pecho y el suyo como si trataran de detenerme cuando realmente no oponía resistencia alguna, no caricias en la nuca, no risillas estúpidas, éramos un par de autómatas tratando de protagonizar un algo que evidentemente era incómodo para ambos...¿Porqué? ¿Qué era lo diferente?


Un dolor prominente se extendió a lo largo de mi mejilla derecha, segundos después caí de espaldas al piso con fuerza.




- ¡YunHo! – gritó aterrado JaeJoong


- ¡¿Qué demonios te sucede?! !YooChun! !Chun! ¿Estás bien? - hizo el intento de acercarse sin embargo el moreno, que quien sabe cuando había aparecido, le sujetó fuertemente de la muñeca




Y eso bastó para terminar de unir las piezas en mi cabeza.

- ¡Suéltale! - le ordené incorporándome - ¡Suétale ahora! - mi puño se estampó sobre su rostro como anteriormente el había hecho conmigo

- ¡YooChun! – gritó JaeJoong tratando de quitarme de encima del tal YunHo sin importarle el poder recibir alguno que otro golpe en el forcejeo - ¡Basta! ¡Ambos! ¡Paren ya! Mierda... ¡Ayuda! – pidió por último al caer en cuenta de lo inútil que sus esfuerzos resultaban

- ¡¿A quién demonios crees que has golpeado?! – gritaba fuera de mí propinando y recibiendo golpes a por doquier

- Joder... ¡YooChun! ¡YunHo! ¡Dios! ¡Paren! ¿Qué no me escuchan? ¡AYUDA! – la desesperación en sus palabras era inclusive palpable y como no si el aspecto moribundo y los hilillos de sangre habían empezando a correr


La fuerza se me fue en último puño que le dio de lleno en el estómago...le dejé sin aire.

Tosió fuertemente mientras se hincaba de rodillas tratando de coger el oxígeno a bocanadas aunque aún así trataba de ponerse en pie, yo dudaba mucho siquiera tener la disposición para esquivar el último golpe que seguramente me propinaría.

Pero entonces...

 


- ¡Basta! Porfavor...basta... – un sollozo agudo y profundo me recordó la presencia de una cuarta persona en la escena...


...Junsu...

Un par de ojos marrones totalmente enrojecidos me miraban con terror y desconsolación...quizás por la sangre...o por el salvajismo que acababa de presenciar.

Retrocedí dos pasos en el acto, incapaz de seguir viéndole así por más tiempo. Dándole a entender que no seguiría...Que no quería verle llorar...no podía verle llorar...dolía
- Chun – me llamó Jae entre apenado y agradecido al verme inmute

Le miré


- ¡Vámonos! – le ordené desempolvándome el saco, arreglándome el cuello de la camisa

- Yo... – me miraba con indecisión, desvió la mirada al tiempo que daba un paso al lado – lo...lo siento...

- Ja! - me reí – Yo más ¿no crees?

- Espera Chun... – le ignoré di media vuelta y continué mi recorrido hasta ese rubio que a unos pasos aún hipaba en silencio

- ¿Vamos? – le susurré suave...sus ojos se aguaron un poco más al observarme de cerca... se mordió los labios reprimiendo otro sollozo y asintió con la cabeza


Una de mis manos viajó hasta la comisura de sus párpados y secó sus lágrimas...


- Lo siento... - le dije dolido...le había hecho llorar otra vez...


Me regaló una sonrisa un tanto torcida pero infinitamente hermosa.


- Vamos... - un gesto suave y nuestros pasos abandonaron el lugar





Me puse el cinturón de seguridad en silencio. YooChun arrancó el auto y salimos del estacionamiento. Sus facciones no denotaban sentimiento alguno, sus ojos estaban fijos en la carretera...sé que pensaba

De seguro en él...en Jae-hyung

Una punzada...

¿Dolor? Sí dolía verle así...

Con la ceja derecha considerablemente amoratada y abierta. Su quijada rasguñada, la comisura de sus labios sangrando.

¿Estás bien? ¿Te duele? Que decir...qué hacer...


- ¿Puedo preguntarte algo estúpido? – susurré esperando que esa impotencia que sentía no le llevara a responderme mal o algo por el estilo...quería ayudarle de alguna forma

- Estoy bien – me dijo prediciendo aquello que podría haberle dicho – no voy a desfogarme contigo si eso es lo que temes – sinceró en un suspiro


La luz de los postes le iluminaba el rostro por segundos...No estaba bien y no hablaba del dolor que su estado físico podría estarle causando...era mucho mayor. Lo notaba bajo ese gesto perdido en el ventanal frontal del auto.


- Puedes soltar los improperios que quieras...estoy aquí para escuchar

- Quiero sexo – me sonrojé

- No...No creo que sea algo que pueda darte – dije tartamudeando, sonrió

- Tranquilo...tampoco es algo que te pediría...le quiero a él – otra punzada

- ¿Jae-hyung? – alcancé a preguntar sintiendo un nudo en el estómago ¿Hambre?

- ... – sonrió con desgano – a lo que me significaba – susurró con gesto ausente


No hallé que responder a eso así que nos quedamos en silencio por lo que quedó de camino.
Pronto el auto se detuvo...habíamos llegado. Me deshice del cinturón de seguridad y salí del auto. Esperé a que abriera la puerta para poder seguirle de cerca.

Suspiró cuando logró abrir la puerta. Se sacó el abrigo y lo colocó en el perchero en scompleto ilencio. Se calzó las pantuflas hice exactamente lo mismo...


- Me voy a dormir – me dijo entonces, dirigiéndose hacia el pasillo arrastrando los pies

- ¡YooChun! – le llamé


Él volteó a verme.


- Espera un momento ¿vale? – seguí

- ¿Qué?

- Sólo un momento – le repetí mientras corría hacia mi cuarto


Recordaba haber empacado una cajita de primeros auxilios al viajar, debía estar ahí, rebusqué entre las prendas que aun descansaban en la valija...¡La encontré!

No tardé en correr de vuelta...


- En serio...estoy bien – dijo cuando me vio aparecer con el botiquín en manos

- Déjame ayudarte – pedí...me miró por unos segundos


Suspiró...

Y se dejó caer sobre uno de los muebles...le sonreí


- Va a doler un poco – dije extrayendo el algodón y el alcohol, empapándolo para desinfectar las heridas y poder aplicar el desinflamatorio sobre casi todo su rostro

Tembló cuando puse el algodón sobre sus labios, cerró un ojo por el ardor quejándose bajito.


- ¿Mejor? – le pregunté a modo de burla...era bastante cobarde se alejaba un poco cada que el algodón volvía a presionar sobre sus labios


No me había dado cuenta pero estaba haciendo caritas como cada que me concentraba en algo. Él intentó reír y a juzgar por su ceño fruncido le había dolido hacerlo.


- Deja de ser majo – me instó casi a modo de queja riendo un poco más fuerte...me sonrojé

- Para de reír...vas a abrir la herida – le reñí tomándolo del mentón para aplicar debidamente el cicatrizante a presión


Estábamos demasiado cerca...

Tanto que podía notar claramente la separación entre su pupila e iris sobre sus profundos ojos negros; tanto que su respiración llegaba, aunque débil, a golpearme la barbilla.

Era...no sé extraño. Me sonrojaba ¿incomodidad? Quizás la falta de costumbre. Cerró los ojos para no incomodarse al igual o porque simplemente estaba cansado en cualquier caso pateé mi inatingente nerviosismo y me dediqué a pegar banditas en los sitios afectados.

Para cuando terminé, su pecho subía y bajaba rítmicamente, su respiración se había tornado regular...calma ¿Se había dormido? Sí, como un bebé.

Se veía tan pacífico que el hecho de despertarlo se me hacía criminal...abrió los ojos, retrocedí hasta sentarme sobre la mesilla del centro del living.


- ¿Tienes sueño? – pregunta estúpida


Bostezó...


- Un poco...

- Deberías ir a dormir – le dije incorporándome sintiendo de un porrazo todo el sueño que había estado ignorando

- Gracias – agradeció aún sin pararse con ese gesto un tanto perdido


Sentía unas ganas poco reprimibles de abrazarle de sacar todo aquello que surcara por su mente de darle la estabilidad que necesitaba para volver a verle sonreír...para poder yo hacerlo...


- Todo estará bien... – le dije con ternura, volviendo a sentarme viéndole a los ojos para reconfortarlo de alguna manera


Me sonrió...con ese aspecto modorro he ido ese que me hizo recordar aquella noche en vela, la paz que me infundía, el cuanto le quería.


- Buenas noches Junsu ah – me desordenó los cabellos antes de desaparecer por el pasillo


...Buenas noches YooChun...ah



JAEJOONG

Tiró la puerta de su –ahora- habitación antes de encerrarse en la misma aún sin dirigirme la palabra ¡¿Qué carajos le pasaba?!

Quería explicaciones...y no, no iba a esperar a que el berrinche se le pasara. No era un idiota al cual podía intimidar con su fuerza. Si bien él era alto y fornido había olvidado un detalle muy importante...yo también lo era.

- ¡¿Pero qué demonios te sucede?! – Le grité mientras empezaba a aporrear la puerta una y otra vez – ¡No hallo motivo por el cual actúes como un puto idiota! ¡YunHo! Joder... ¡Que ni se te vuelva ocurrir golpear a YooChun jamás!

- ¡Cállate! – me espetó al escucharme pronunciar su nombre, la puerta se abrió de golpe y le tuve sobre mí, totalmente acorralado sobre la pared imposibilitado de movimiento alguno

- ¡Me callo nada! ¡Estoy harto de tus malditos cambios de humor! ¿Qué te da derecho a celarme ah? Puedo inclusive hacerlo con quién se me pegue en ga...

- ¡Cállate! – me cortó, su puño golpeó la pared en la cual me apoyaba, estaba enojándolo demasiado...lo sabía...y no, no iba a remediarlo

- ¡No! Tenlo bien presente somos amigos ¿no? Pues disfruta de tu butaca en primera fila – le espeté casi con desprecio...me dolía, pero no podía...él no podía jugar conmigo de esa manera

- ¡JaeJoong! – me apretó aún más sacándome un quejido de dolor...se contenía quería golpearme pero no sería capaz...el YunHo que conocía me amaba o bueno...me amó – No...No vuelvas a hacerlo...a mencionar la presencia de otros hombres en tu vida – gruñó

- ¡No tienes el puto derecho a pedirlo! – volví a gritar

- Mierda Jae...sabes lo que pasa sabes...que no puedo...no puedo – sentía la impotencia en sus palabras ¿Y las mías? ¿Quién carajos velaba por las mías YunHo? ¿Por mis sentimientos...por mi amor?

- Es por eso por lo cuál te lo recuerdo...te casarás en una semana así que deja de ser un crío – por favor...déjalo

-Nnno...no hagas esto – me dijo separándose un poco para verme a los ojos


Huí...


- No hacer qué...sabes sólo...sólo déjalo – dije empujándolo, una última mirada y dejé mis pasos guiarme hacia mi habitación

- ¡JaeJoong! – le ignoré mientras me cobijaba en mis sábanas lejos de su voz de mis sentimientos


Yoochunnie...le necesitaba, una lágrima rodó por mi mejilla...

Ya había tomado mi decisión YunHo...ah, y no lo sentía...había dejado de sentir hace mucho...desde aquella primera vez en la cual nuestras vidas se vieron separadas...desde ahí...hasta ahora...


YOOCHUNUn nuevo peso en mi colchón me instó a despertar de a pocos, ese tacto frío que me recorría desde las mejillas hasta los labios...esa paz olvidada...abrí los ojos despacio...

Le encontré ahí...


- ¿Jae? – una pregunta al aire, ese tacto dulce posicionándose sobre mis mejillas

- Lo siento – dos palabras nuestros labios tan cerca


“Todo estará bien...”


- ¿Ja...Jae? – me aparté

- Siento lo de ayer – volvió a repetir


Llevó sus dedos hacia mis heridas, las tocó y dejó caer un par de lágrimas de esos grandes ojos, ahora, enrojecidos.


- Hey...eh dicho que lo siento – le dije dolido... ¿Porqué carajos tenía la habilidad de hacer llorar a mis seres queridos?

- No seas bobo ¿Crees que me gusta verte magullado? – me dijo en un quejido agudo por el llanto mientras unía nuestras frentes y dejaba caer otras lágrimas más, como si esperaba que mi compañía le aliviara el dolor que él le causaba.


¿Celos? Le abracé...


- Vamos soy yo el llorón aquí – le dije secando sus lágrimas con mis dedos – JaeJoong...vas a hacerme llorar – le dije envolviéndole apretándole con más fuerza a mi regazo, tratando de devolverle el confort que antes él me irradiaba

- Le quiero... ¿Porqué le quiero aún? ¿Por qué Chun? – me preguntaba en susurros alimentando mi impotencia a cada segundo... ¿Cómo podía ayudarle? Era frustrante...

- ¿Le...Le amas? – guardó silencio mientras se recostaba del todo a mi lado

- No sé...yo

- ¿Le amas? – volví a preguntarle

- Chun no es de eso de lo que se...

- ¡Por un demonio! Kim JaeJoong ¿Le amas o no? – le grité derramando una lágrima

-¡Sí, le amo! – Soltó con frustración escondiendo su rostro en mi pecho - ...aún le sigo amando y le amaría aún cuando se casara aún cuando tuviera sus hijos...yo...yo le amo – tartamudeaba queriendo romper a llorar...pero como el Kim JaeJoong que conocía se limitó a hipar en silencio


Lo que resultaba unas tres veces más hiriente...

Atrapé una bocanada de aire.



- Entonces ¿Qué te detiene? Por la forma en la cual reaccionó ayer dudo mucho que esto sea unidireccional – le dije acariciando sus cabellos con tristeza

- Ese no es el problema YooChun – aclaró apretando sobre sus temblorosos labios sobre mi cuello - ¿Porqué no puedo amarte a ti y punto? – susurró contra mi manzana de Adán


Me estremecí. le miré. Sabía lo que estaba tratando de hacer, acaricié sus pómulos. Miraba sus labios pero el sentimiento de devorarlos `parecía habérseme esfumado del cuerpo sin dejar de rastro.


- Porque somos demasiado parecidos...demasiado compatibles y demasiado encendidos – reí

- Sí demasiadas terceras personas – admitió acompañándome las risillas

 
Nos quedamos en silencio, ese que acostumbramos a emplazar cada que terminábamos de “jugar” nada denso y poco incómodo.


- ¿Recuerdas cuando nos conocimos? – preguntó de pronto

- Te refieres a ¿Antes o después del los baños del tercer piso? – Recibí un golpe en la frente – hay cosas que no se olvidan – me quejé, recibí otro golpe más


--------



- Yo no haría eso si fuera tú –me susurró una voz sobresaltándome ¡Rayos! ¿No había dejado la puerta cerrada?


El espejo del locker me reveló la figura del pelinegro recién llegado.


- ¡Métete en tus propios asuntos! – gruñí mientras extraía mi móvil de mis bolsillos

- YooChun ¿no? – preguntó arrastrando las palabras mientras tocaba mi hombro con confianza


Le aparté de un manotazo, dibujó una sonrisa divertida...yo, volví a mi trabajo

- Mi nombre es JaeJoong, Kim JaeJoong - me dijo

- Y eso me interesa porque...? - se rió

- Talvez porque soy el delegado de nuestra aula


Mentira...oh bueno ¿lo era? Mierda...
Me quedé en silencio. Él parecía divertido con toda la situación.



- Verás...si haces eso...pues creo que voy a tener que acusarte – sinceró con las manos en los bolsillos como quién no quiere la cosa


- ¿Porqué iban a creerte? – cuestioné con superioridad al caer en cuenta que no poseía prueba alguna


- Porque con este rostro convenzo a cualquiera – su respuesta me descolocó un poco y lo hizo más cuando una parte de mí le dio la razón...si ese malnacido era un ángel hecho humano


- ¡Piérdete! – espeté mientras colocaba el lente de la cámara para sacarle una copia a ese bendito examen que reposaba entre mis dedos


- Vale...pero sólo si te pierdes conmigo




Aquella respuesta la había escuchado DEMASIADO cerca y antes de que pudiera reaccionar siquiera, uno de sus brazos me tomó por la espalda, aprisionándome contra TODA su anatomía, una de sus mano se abrió paso por mi extremidad superior hasta quitarme el examen de las manos.


- ¿Qué...? ¿Qué haces? – pregunté cohibido, sorprendido, atónito, estupefacto; olvidando por completo la ausencia del papel en mi poder


- Invitándote a perdernos juntos... – susurró en mi oído excitándome con prontitud




No tardó en darme vuelta y quedar peligrosamente cerca de mis labios, empezaba a sentir la escasez de saliva en mi cavidad bucal. Y nunca estuve más seguro de querer tener a alguien en mi vida a pesar de que no fuera una "mina", a pesar de poseyera gónadas semejantes a las mías.




- Hay otras maneras de aprobar anato... – casi gimió antes de lamer mi oreja izquierda


Sus manos me apegaron un poco más a él – en lo que cabía posible- hasta que el móvil que pendía de la otra mano quedó en el olvido


- Si quieres...podría enseñarte – me dijo entre besos - ¿sabes? los baños del...tercer piso...son bastante privados – a costo de ocho palabras...mi sentencia de muerte


...............


- ¿Y qué vas a hacer?

- No lo sé

- Sólo prométeme que no harás algo que te haga infeliz

- No puedo hacer eso

- Sí, puedes...sólo tienes que querer


Acarició mis cabellos, agradecido


- Eres un tonto, uno muy lindo – me reí

- ¿Es eso un cumplido? – pregunté aún riendo

- Quizás...sólo sé que necesitaba de esto – suspiró – sabes que nunca voy a dejarte

- Vamos...Jae no necesito explicaciones

- Claro que sí nuestros juegos hurgaban un poco más allá de lo que de repente debimos haber permitido – me dijo en susurros

- Hurgaban... – le aclaré a sabiendas de la diferencia en el ahora, y quizás reconociendo dentro de mí los pudo.

- Me alegra que hayan mejorado las cosas entre tú y Junsu – callé – pude notarlo ayer – continuó ante mi silencio

- Creo que era tiempo de darme una oportunidad...de sanar...deberías hacer lo mismo

- Sabes que me tendrás a costo de una llamada telefónica – me dijo con tristeza, le abracé

- Te quiero – le susurré de corazón, sabiendo que era el adiós a aquello que podía o no haber albergado mi corazón


Me abrazó más fuerte aún soltando una pequeña risilla, calma y hermosa. Me dio un pequeño beso sobre los labios.


- Y yo – otro susurro y pronto salió de mi pieza en silencio.


Era tiempo de sanar...me recosté de lado. Mis ojos se desplazaron hasta la urna cineraria que reposaba sobre uno de los muebles en mi habitación...era hora.


Junsu...ah


-

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