Movin on'

domingo, 4 de septiembre de 2011
 Ok, probablemente me odien desde ya por no darles la actu ;---; pero andaba muy happy como para escribir un angst...así que supongo que con este entro en ambiente...

¿Cuánto tiempo llevaba sin hablarle ya?
Escuchaba las gotas de lluvia golpear el pavimento.
...8 meses, 3 días, 20 horas, 15 segundos, 16, 17...

¿Cuánto tiempo, sin abrazarle?
Sus pasos incrementaban su ritmo, su respiración.
...en su atormentada mente, mucho, pero mucho más...

¿Y cuánto, cuánto sin poder decirle “te quiero”?


- ¡Junsu...! – el muchacho le miró a través del vidrio con los ojos enrojecidos


El bus partió...



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2 de Octubre, 1990


- Seremos amigos para siempre ¿No YooChun...ah? – preguntó el pequeño jugando con la pelota de futbol entre sus manos

- ¡Por supuesto Junsu! ¡Mamá me lo ha dicho! – respondió el otro confiado sonriendo ampliamente

- ¿Lo...lo prometes? – insistió el menor no del todo convencido, esperanzado

- ¡Claro que sí! – alzó su meñique enlazándolo con el de su contrario - ¡Ya está! Ahora tendrás que quedarte conmigo para siempre – enfatizó el pelinegro con satisfacción antes de lanzarse sobre el castaño para abrazarle

- Me haces cosquillas – renegó el menor empezando a reír - ¡No! ¡Nonononono! Ue kyang kyang...



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27 de Febrero, 1994


Caminaron de puntitas, sigilosos.

- Esto es tonto...además no me gustan las donuts – se quejó el rubio en susurros

- ¡Calla, va a escucharte! – Le dijo empinándose un poco para ver a su mamá sobre el sillón – Bien...me avisas ¿vale?

- Estaremos en problemas si nos descubre... – volvió a decirle Junsu espiando por entre la alacena la figura de la madre de YooChun

- Aish... no lo hará ¿Cuántas veces tengo que decírtelo Junsu? Si estás conmigo estás con dios – rió lo más bajo que pudo

- ¡Ahhh...en verdad! ¡Solo coge tus cochinas donuts y ya...! – le dijo golpeándole en la cabeza

- Jajajaja ok...

El rubio devolvió la mirada hacia el sillón...pero esta vez, no encontró a la señora.

- YooChun – le llamó tirando de su polo

- Espera... – le apartó con el otro brazo - ya casi... ¿ah? pero si estaba ahí hace un... ¡¡Madre!!

- ¿Así que...tienes algo que decir en tu defensa YooChun...ah? – le preguntó su madre, disgustada, con el paquete de donuts entre las manos

- Sí...ehm... ¡Corre Junsu! – salió disparado hacia el patio tomando la mano del avergonzado castaño en el proceso



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25 de Agosto, 1996


- Hallaremos la manera Junsu – repuso el pelinegro terminando de poner sus cosas en su mochila

- No se puede Chun...es por apellido – dijo el castaño tristemente, bebiendo su gaseosa

- ¡Poco me importa! – dijo de pronto el otro, sobresaltándolo


La soda manchó su camisa.


- ¡YooChun! – le gritó mientras limpiaba las gotitas naranjas sobre su camisa de colegial con papel higiénico

- Lo siento – rió – Pero es que... ¡No pueden separarnos por culpa de tu apellido! – volvió a renegar

- ¡Hey! ¡Es culpa tuya también! ¿Quién te mandó a ser Park? – dijo rendido dejando el papel de mala gana sobre el pupitre

- Ahhh...no lo permitiré – tiró su cabeza hacia atrás, frustrado

- Bueno al menos estaré con EunHyuk – dijo tratando de darse consuelo así mismo

- ¡Que no! Hallaré la manera...rayos...



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20 de Enero, 1998


- Vengo haciéndote señas como un idiota desde hace tres cuadras y tú ni caso ¿no?


Junsu ni se inmutó


- ¡Yahh! Claro como ahora no pasas todo el día conmigo pretendes olvidarte de mí ¡¿Pero sabes qué?! Te jodes, me ataré a tu brazo y no te soltaré en mi vida – amenazó tomando el brazo ajeno entre los suyos, entrelazando sus dedos


El menor no pudo evitar reírse al ver la cara de mártir del ahora “promiscuo idiota” de su amigo.


- ¡Ja! Ya sonreíste... ¡Voy bien entonces! Ya en serio ¿Te pasa algo? – le preguntó preocupado


“¡Sí! ¿Por qué tuviste que decir que Younha era linda? ¡Idiota!” Quiso decirle pero se quedó callado y negó con la cabeza


El pelinegro le tomó por las mejillas.


- ¿Seguro? – ambos rostros se pigmentaron

- Sssí...sí ya suelta...que me esponjo – bromeó antes de soltarse

- Ay pero que delicado – le desordenó el cabello

- Arghh...idiota...le diré a EunHyukkie que te pegue por molestoso...

- ¿Y porqué tendrías que quejarte con él? – preguntó YooChun molesto

- Porque él es mi nuevo mejor amigo – bromeó inflando el pecho

- Jajajajaja ya quisiera él – le pegó en la cabeza despacio, antes de apretujarlo con fuerza contra su pecho – eres MÍO Y DE NADIE MÁS ¡Y te la chantas!



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03 de Diciembre, 2001


- ¡¿Cómo que te cambias de escuela?! – gritó el pelinegro fuera de sí por el teléfono

- ¡YooChun baja la voz!                Y no sé...mamá me ha dicho recién hoy...todo ha sido tan...ah ¡Odio que hagan esto!

- ¡No puedes cambiarte de escuela idiota! – le gritó enredando los dedos en el cable del teléfono, nervioso


No se imaginaba una vida sin un Junsu al cual molestar en los recesos.


- ¡Lo sé! ¿Crees que me gusta esto?

- ¡Tienes que convencer a tu madre! – volvió a decir

- He tratado Chun...llevo una semana en esto...pero – quiso llorar


Extrañaba a su amigo de sólo pensarlo.


- Ahhh... ¿Y si hablo yo con ella? – preguntó desesperado

- ¿Y qué? ¿Acaso va a hacerte más caso a ti que a su propio hijo? – el pesimismo empezaba a succionarle el alma

- Tal vez... – bromeó queriendo aligerar la situación, mas nada...

- ¡YooChun! No ayudas... – el castaño empezaba a temer lo peor

- Ok...si no podemos convencer a tu madre...entonces habrá que convencer a la mía – dijo convencido

- ¿Qué? Me perdí ¿Qué dijiste? ¿Chun? ¡Chun!

- Bip...bip...bip

- Ahh ¡Me colgó!



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13 de Noviembre, 2003 (8:30 p.m.)


- ¡Contesta YooChun...contesta!

- Puede dejar su mensaje después de la señal...bip

- Mierda...


“Debí imaginármelo” se recriminó. Ya era lo suficientemente extraño que le hubiese evitado esa mañana y le hubiese dicho por mail que no podría acompañarle esa noche.

Bajó las escaleras desde su habitación hasta la puerta a tropezones.


- ¡Junsu! – su madre le detuvo antes de que terminara de atravesar el Porsche por completo

- Tengo que irme – le dijo ya a cuatro pasos delante

- ¿A dónde vas? ¿Qué pasa con tu audición? ¡Junsu!




13 de Noviembre, 2003


Cuánto le necesitaba.
Cuánto...

“Tu padre...lo siento YooChun...ah”

Se limpió las lágrimas con palmas.
La propia respiración se le quebraba.

“Lo siento YooChun...ah”

Lo siento también, le hubiera gustado decir...pero estaba tan herido.
Necesitaba de un abrazo...de sus abrazos...de alguna de sus frases confortantes ¡Algo! Pero no podía pedir por ellos...no esa noche.

Por eso había dejado su móvil en casa. Para no caer en tentación.

Era su gran oportunidad.

Él sobreviviría la noche...podría.

Llevó de nuevo el cigarrillo a sus labios. Le necesitaba tanto...

Se hallaba sentado sobre el columpio de algún parque al que sus pasos inciertos le habían conducido, buscando algún lugar privado, uno en el que pudiera derramar esas lágrimas que le aquejaban el alma, su padre había muerto.

Hipó. Lanzó el resto del cigarrillo lejos. Sus palmas tapaban sus ojos.


- ¡YooChun...ah!


Alzó la mirada.
Un agitado Junsu le miraba sumamente enojado.


- ¿Porqué no me contesta el celular inútil? ¡¿Tienes idea de lo preocupado que estaba?! ¡ME OYES!

- T...tú ¿audición? – apenas moduló

- ¡Y una mierda Park! ¡NO ME CAMBIES EL MALDITO TEMA! – corrió hacia él y le tomó en su regazo


YooChun trató de empujarlo. Trató de decirle que se fuera. Que lo dejara. Que no...que no.


- Mi padre murió ¿contento? – le dijo rompiendo en llanto


Junsu le apretó aún más entre sus brazos.





16 de Noviembre de 2003


- ¡Junsu! – le llamó

- ¿Mmm?

- Hola

- Hola – rió – ¿Qué te pasa?

- Nada... ¿Quieres ir por unas hamburguesas hoy?

- ¿Seguro estás bien? – Lo escrudiñó con la mirada – Ok, te veo a la salida...

- ¡Junsu!

- ¿Ah?

- Te quiero...

- Ok... ¿Ha pasado algo? – le preguntó volviéndose del todo

- No sólo...sólo te quiero

- Te quiero igual idiota...espero me des mejores excusas de camino a casa o no te dejaré en paz ¿vale?

- Pff... – rió

- Por si acaso también estas tarde imbécil – le dijo antes de desaparecer por el pasillo






4 de febrero, 2004


- ¿En serio? ¿En serio la besaste? – le preguntó incrédulo

- ¡Que no! Yo sólo quería...

- ¿Querías qué? Todos saben que es una zorra

- Pero ¡Ella me besó a mí! ¡Yo no quería! Me siento tan...– le dijo avergonzado – no sé – se sonrojo


YooChun tuvo que desviar la mirada.


- Jajajajajaja a lo menos es huapa... – le dijo con el ceño fruncido, arrancándole la cabeza en su mente por pervertir a su amigo


 Junsu le fulminó con la mirada.


- Yahhh no me malentiendas – rió – digo que la apruebo, sólo eso

- No necesito de tu aprobación YooChun – le dijo molesto – Además, no recuerdo que tu hayas pedido la mía para manosearte con tus noviecitas

- Ahahahahhahaha ¡Válgame Dios! ¡Como hablas! Y son cosas diferentes – apuntó

- ¿Porqué? Soy un hombre, ella una mujer...es lo mismo – dijo cruzándose de brazos – y si hay que ser sinceros Taeyeon es muy bonita


El pelinegro frunció el ceño.


- ¡No es lo mismo! Tú...tú eres especial – le dijo arrancando el pastito del gras sin atreverse a levantar la mirada....sentía sus mejillas muy rojas



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17 de Marzo, 2004


-  Es nuestro último año... ¿Te lo puedes creer? – le preguntó tirado sobre su cama

- Ha pasado tanto en tan poco – respondió el mayor recostándose boca abajo en su costado derecho

- Te imaginas...la universidad...trabajar ¿Tú con terno? Jajajaja – rió acomodando su cabeza sobre el hombro del mayor

- De qué te ríes baby, tu irás por el mundo vestido de niñita – se burló

- Muy gracioso Chun... – le tiró un puñado de pop corn directo al rostro


Después de un minuto.


- No entiendo porque Wendy siempre debe entrar al cuarto oscuro del final del pasillo cuando le han dicho que no.

- Ni idea pero Wendy esta buena

- Argh...¿es que solo ves trillers para ver las tetas de la protagonista?

- ¡Hey yo no fui quién insistió en rentar esta película!

- Oh solo cállate y mira...



...



27 de Mayo, 2004


- Me mudaré – sus palabras le detuvieron en seco


Volteó aún sonriendo, en el fondo asustado, tratando de convencerse en esos milisegundos que había escuchado mal.


- Me iré a Europa, YooChun...ah”

- ¿Qué?

- Que yo...

- ¡Lo he entendido! ¿Vale?...- gritó sintiendo una lágrima rebelde escaparse de sus lacrimales


Brotó otra y antes de esperar por una tercera dio media vuelta sobre sus talones para alejarse.


- ¿A...A dónde vas? – su voz quebrada le hizo temblar

- ... – no pudo responder

- ¡Chun! Por favor...no ¡No hagas esto! – le sostuvo del brazo

- ¡Suéltame! ¡No quiero verte en mi vida! ¡¿Escuchas?! ¡PUEDES LARGARTE SI QUIERES! ¡Estás muerto para mí!



*****



¿Cuánto tiempo llevaba sin hablarle ya?
Escuchaba las gotas de lluvia golpear el pavimento.
...8 meses, 3 días, 20 horas, 15 segundos, 16, 17...

¿Cuánto tiempo, sin abrazarle?
Sus pasos incrementaban su ritmo, su respiración.
...en su atormentada mente, mucho, pero mucho más...


Llorando a alaridos sólo en su habitación.
Gritándole a esa foto que guarda un “ambos” sonriendo.
Pidiéndole de favor...que se quedase.

Que no se fuera...

Que...

Que le necesitaba en su vida.

Que las cartas nunca le serían suficientes.
Que las llamadas no podrían llenar su necesidad de calor.
Que sin él...sin él...simplemente moriría.


Que le amaba...


Y otros 240 días habían pasado...

Evitando respirar su aire, habiéndose cambiado de horarios, de casillero y toda cosa que pudiera ponerlo en su camino; hecho un crío incapaz de afrontar la realidad...o peor aún hacer algo al respecto.

Optando así por desaparecer su nombre de su diccionario.

Para que ese 2 de octubre en la noche...cuando el amor de su vida pisara el aeropuerto para no volver jamás y él se encontrase en casa, escuchando hip hop a un volumen mayor de lo que sus oídos deberían soportar exponerse, no doliera como ahora de sólo pensarlo.

Aunque para eso tuviera que encerrar recuerdos en lo más profundo de su armario.

Y de su alma...

Pues sí, lo seguía amando.

No importaba cuántas veces sus puños intentaran negárselo a su pared.




....




1 de Octubre, 2004


- ¡Te extrañaremos! – gritan todos sus compañeros del penúltimo año de prepa llenándolo de besos y abrazos, que desea en silencio pudieran serle brindados por esa otra persona

- He pasado tanto en los últimos años – empieza él sintiendo su pecho oprimirse al no verle dentro de todas esas caritas atentas – yo... – hipó, algunos grititos de ánimo se escucharon de las chicas a su derecha – yo...les estoy muy agradecido muchachos, no los olvidaré jamás – finaliza con una reverencia, un par de sonrisas y escapa a los baños dejando a todos acongojados.

Sobre todo a cierto pelinegro quién escondido detrás de la puerta posterior mira y oye todo lo sucedido.



.....



Es 2 de octubre...

El día ha amanecido más nublado de lo acostumbrado. Es domingo...

No ha sido capaz ni de salir de su aula aún cuando la campana hubo sonado hace horas. Rígido como una tabla sobre su pupitre con los ojos brillando de impotencia. Con los puños fuertemente cerrados y el alma partida.

Su reloj suena, son casi las 8.

De camino su casillero. Logra divisar lo que parece una carta suspenderse de las ranuras del mismo. Con el corazón latiéndole a mil por hora acelera sus pasos. Y sustrae el papel doblado por la mitad.

No tardó en reconocer la letra del que fue su amigo por tanto tiempo.

Y las lágrimas simplemente se desbordaron.

Sus pasos se tornaron zancadas.

Y ya no importaba nada ni la lluvia, el frió o los autos.

Podía sentir su circulación palpitarle los oídos. Su cuerpo sacudirse ante los cambios de temperatura. Las pistas, veredas y parques hacerse eternos.


“Seremos amigos para siempre ¿No YooChun...ah?”

Notaba también sus piernas traspasar su límite.

¡JUNSU...AH!

Gritó en voz alta raspándose la garganta, dándose fuerzas.

Esas que le hacían falta desde hace 8 meses.

Sus lágrimas se confundían con las gotas de lluvia.

Y entonces lo vio a lo lejos.

Lo vio ascendiendo con su maleta por las escalerillas del bus que lo llevaría al aeropuerto.

Gritó una vez más. Le llamó por su nombre tan solo una vez más.

Un par de ojos enrojecidos le miraron a través del cristal. 

Y sus pasos perdieron ritmo al ver esos hombros temblando incapaces de serenarse. Porque supo debía dejarle ir. 

Entonces negó con la cabeza mirando fijamente a ese rubio. Que sólo podía llorar un poco más fuerte. 

"Te amo Chun. Ojalá y algun día puedas perdonarme" - arrugó el papel entre sus manos
 
Las llantas rechinaron antes de comenzar a moverse.

Y Kim Junsu no se atrevió a mirar atrás.