TITLE: I'm Sorry I love u
CHAPTER: Seven
AUTHOR: Kimmy_lin
PAIRING: Yoosu
RATING: Pg-15
WARNINGS: Shonen-ai, Incest, Angst
YOOCHUN
El viento me golpeó con fuerza la cara, me devolvió la noción espacio-tiempo y por consiguiente la conciencia de lo mucho que llevaba pensando en él. En cómo me había obligado a recordar lo que había luchado por mantener bajo llaves todo este tiempo.
...los pedazos de nostalgia que aún habitaban mi alma.
Esos que me hacían quererle lo más lejos posible pues era -sin lugar a dudas- el relicario vivo y perfecto de esa esencia cálida y conciliadora que no sentía hacía mucho, que no volvería a sentir o siquiera a permitirme admirar de lejos porque quizás esta vez no habría un pelirrojo para sonreír por ambos, para vivir por ambos y entonces ¿Qué se supone que haría?
¿Qué carajos haría si caía? Otra vez y más fuerte...
Mis defensas no eran lo suficientemente bastas para luchar por ese espacio que sin darme cuenta él ya ocupaba, porque a pesar de todo eras mi hermano y nos unía algo más grande que mis esfuerzos por mantener atrás cada elemento de nuestro infausto pasado y tus cuidados sólo habían logrado debilitarlas aún más haciendome sentir parte de algo que creía haber perdido hace mucho...una familia.
.....
...los pedazos de nostalgia que aún habitaban mi alma.
Esos que me hacían quererle lo más lejos posible pues era -sin lugar a dudas- el relicario vivo y perfecto de esa esencia cálida y conciliadora que no sentía hacía mucho, que no volvería a sentir o siquiera a permitirme admirar de lejos porque quizás esta vez no habría un pelirrojo para sonreír por ambos, para vivir por ambos y entonces ¿Qué se supone que haría?
¿Qué carajos haría si caía? Otra vez y más fuerte...
Mis defensas no eran lo suficientemente bastas para luchar por ese espacio que sin darme cuenta él ya ocupaba, porque a pesar de todo eras mi hermano y nos unía algo más grande que mis esfuerzos por mantener atrás cada elemento de nuestro infausto pasado y tus cuidados sólo habían logrado debilitarlas aún más haciendome sentir parte de algo que creía haber perdido hace mucho...una familia.
.....
Por aquel entonces me faltaban pocos días para cumplir los cuatro años, mis padres acababan de brindarme lo que tanto les había pedido: un hermanito. Un pequeño bollito níveo con ojos que admiraba con curiosidad junto a mi madre mientras éste dormía.
Ese día mis padres asistieron a una reunión de trabajo en casa de alguno de los administradores de la empresa para la cual laboraban dejándonos a cargo de mi amada tía, ella había llegado de visita por ese mes. Todo había estado más que bien hasta que una de las compañeras de mi madre llamó para preguntar cómo habían llegado mis padres y ellos hacia más de una hora que no aparecían.
- ¿Umma? - recuerdo que le preguntaba insistentemente a mi tía quién sólo podía sonreírme preocupada
- Ya no deben tardar - me decía en un vano intento de calmarme con Junsu en brazos.......
Nunca olvidaré el grito desgarrador que mi tía dejó escapar de sus labios cuando se le fue comunicada la fatídica noticia ni mucho menos la fuerza con la cual nos abrazó tratando de brindarnos el confort que ella, en esos momentos, carecía.
Y yo a pesar de mi corta edad supe que nada iba bien.
Supe también que las lágrimas sobre sus mejillas no eran de felicidad y casi al mismo tiempo terminé aferrado a su pecho con terror escuchando el cómo mis padres habían partido en un hermoso viaje al infinito y como estarían por siempre en mi corazón guiando mis pasos con el amor que les caracterizaba.
Y solo lloré aún más fuerte porque sin importar lo suaves que se oían esas palabras podía ver el verdadero mensaje detrás de ellas. Mis padres se habían ido y no volverían jamás...
Recuerdo haber mirado al cielo y haber secado mis lágrimas para siempre aún cuando vinieron las ropas negras, los pésames y las cenizas. Aún cuando se me comunicó que no volvería a verte más. La custodia de ambos no había sido posible para tía Izumi y tuve que volverme con ella a América, dejando atrás mi país natal…mis sueños...mi inocencia...mi pasado...a él.
Entonces sólo me quedaba incitarle a dar el primer paso a un lado. Porque quizás yo ya no podría seguir haciéndolo...
JUNSU
Supe también que las lágrimas sobre sus mejillas no eran de felicidad y casi al mismo tiempo terminé aferrado a su pecho con terror escuchando el cómo mis padres habían partido en un hermoso viaje al infinito y como estarían por siempre en mi corazón guiando mis pasos con el amor que les caracterizaba.
Y solo lloré aún más fuerte porque sin importar lo suaves que se oían esas palabras podía ver el verdadero mensaje detrás de ellas. Mis padres se habían ido y no volverían jamás...
Recuerdo haber mirado al cielo y haber secado mis lágrimas para siempre aún cuando vinieron las ropas negras, los pésames y las cenizas. Aún cuando se me comunicó que no volvería a verte más. La custodia de ambos no había sido posible para tía Izumi y tuve que volverme con ella a América, dejando atrás mi país natal…mis sueños...mi inocencia...mi pasado...a él.
Entonces sólo me quedaba incitarle a dar el primer paso a un lado. Porque quizás yo ya no podría seguir haciéndolo...
JUNSU
¿Qué demonios le pasaba? Me pregunté por quién sabe qué vez mientras golpeaba mi colchón con impotencia. Era el primer día de vacaciones de toda mi vida universitaria y estaba ahí desparramado sobre mi cama pensando en él.
Mierda...era todo un antisocial.
Era apenas el primer día y ya estaba extrañando mi salón de clases ¡Era maldecidamente alarmante!
Por supuesto las cosas hubieran sido diferentes si él...y hay iba de nuevo.
Hundí mi cabeza en el colchón.
Poco a poco las cosas habían vuelto a la normalidad es decir no más fiebres, estornudos o toces sino un YooChun cada vez más lejano y semejante a ese que había encontrado por primera vez ¡Y lo odiaba! Odiaba esa maldita actitud reacia a respirar siquiera un solo átomo de oxígeno en mi compañía. Lo odiaba al punto de dejarme deseando que volviera a caer enfermo...
Y eso no estaba bien, nada bien....era sólo que ¡Aish! No entendía por qué carajos se comportaba así ¿Acaso le había hecho algo? En verdad creía que nuestro trato mejoraría significantemente cuando se recuperara, sin embargo él...
Park YooChun, Park YooChun, Park YooChun ¿Qué acaso no había nadie más en quién malgastar mis pensamientos?
¿Tenía a Min? Vale, él estaba de viaje ¿Jae hyung? La tierra se lo había tragado desde hace tres días ¿YooC...? Estaba claro, necesitaba ampliar mi limitado círculo social pero ¡Ya…!
Mi móvil comenzó a sonar.
"El almuerzo está en el frigorífico" Genial ahora ni siquiera se dignaba a dirigirme la palabra
Le escuché encerrarse en su habitación, mi estómago rugió de la indignación y el hambre. Mejor me dejaba de tonterías y les daba de comer a mis ya desesperados jugos gástricos
Tiré lejos mi almohada…esto realmente me estaba afectando más de lo que se supone que debería. ¡Era mi hermano por Dios! ¿Realmente era tan difícil YooChun…ah?
YOOCHUN
Tres días se habían vuelto una eternidad entre la programación telefónica, mi columna hecha polvo por el excesivo tiempo en cama y mi poca disposición para levantarme o hacer algo por más insignificante que fuera.
Sólo permanecía ahí deslizando mis ojos por cada minúsculo rincón de mi habitación, totalmente ajeno a la realidad, al punto de preguntarme si realmente habían pasado sólo 72 horas de taciturnidad ininterrumpida o más.
Cambié de posición al sentir el costado derecho más adormecido que el izquierdo, sí todo era una mierda…
Y para añadir algún punto a favor de mi condición actual. Él había desaparecido, había decidido no atenderme las llamadas ahora que necesitaba de su paz. “Time to grow up” Me había dicho en un mensaje descolocándome por completo ¿Era humanamente posible tener una conexión tan profunda con alguna persona? Era imposible que intuyera tanto ¿o no? Ni siquiera se lo había mencionado, Jae podía asustarme bastante a veces. ¡Ahhhh! A lo menos sólo escuchar su voz...eso bastaría para infundirme calma…porque sin lugar a dudas la necesitaba, yo...le necesitaba.
Así como meterme algo al estómago o vomitaría gastrina en cualquier momento. Me incorporé de un salto llevándome un simpático mareo de premio.
Aún con el norte bastante distorsionado logré cogerme del pomo de la puerta y correrla. La luz entrante me cegó por completo, hasta que…
Le hallé ahí.
Sobre el umbral de mi puerta. Parecía tan sorprendido como yo, mantenía una mano suspendida en el aire en pos de querer tocar la puerta, esa que acababa de abrir.
- He hecho la cena – me dijo volviendo su brazo al costado de su cuerpo
Me quedé en silencio, el pasillo hacía las veces de vía para el olor picante del kimchi que me llamaba desde la mesa. Mi estómago rugió estridente.
- No tengo hambre – mentí, haciendo el ademán de cerrar la puerta tras de mí, dispuesto a ignorarle y seguir mi camino.
Pero me detuvo.
Su mano se aferró a mi chaqueta fuertemente impidiéndome seguir. Nos quedamos en silencio de esos que esperan una distensión inmediata mas no dramática, que hubiese llegado, por supuesto, si mis labios hubiesen podido moverse.
- Lo siento…si hice algo que te disgustara. Sólo lo siento yo…no quiero que sigamos así ¿vale? - ¿Porqué se disculpaba? ¿Por introducirse en mi vida? ¿Por ser de importancia? ¿Por debilitarme cada vez más? ¿Por pisar territorio minado y salir dolorosamente invicto? ¡¿Por qué?!
- ¿Y qué pasa si no quiero perdonarte? – mi decisión estaba tomada…no podía permitirle entrar más de lo que ya había hecho, pues sino ya no habría vuelta atrás y no podía arriesgarme a perderme de nuevo
- ¿Qué? – preguntó en un susurro sin entender dejándome maldiciendo la hora en la que decidí abandonar mi habitación…era ahora o nunca ¿lo siento? No, yo no necesitaba de nadie más en mi vida Junsu, aunque eso significara mandarte a la mierda.
- Que te quiero lo más lejos que te sea posible, que estés fuera de mi vida ¿Qué no entiendes? – y ya estaba procedí a deshacerme de su tacto de un manazo lineal y decidido
Un paso, otro la puerta cada vez más cerca
- ¿Tanto me odias? – Preguntó y mis pasos se detuvieron – sólo quiero saberlo YooChun…ah. Quiero saber si debería mudarme o no
El silencio volvió a invadirnos ¿Qué demonios quería que le dijera? ¡Adelante lárgate de una puta vez! ¿Porqué me dejaba las cosas tan sencillas? Un monosílabo en respuesta y al fin le tendría lejos.
- Respóndeme – inquirió con un hilo de voz – dime ¿me odias? – La voz que escuchaba no parecía la suya pero aún así me mantuve de espaldas porque si volteaba y veía aquellos ojos marrones quizás mandaría todo a la mierda
- YooChun…ah sólo dilo así haremos esto más sencillo – decía y mis labios permanecían más que sellados¿Sabes por qué te sientes solo? YooChun…ah
Por que tu mismo te encargas de aislarte en tu
mundo ahí donde los pelinegros no pueden tener
finales felices pues déjame decirte algo…hasta
un puto como tú goza del derecho…
Quizás ahora entendía un poco más aquello que me había dicho ese idiota alguna vez, sonreí tristemente…quizás iba a necesitar escuchar todo ese párrafo de nuevo JaeJoong.
Poco a poco las cosas habían vuelto a la normalidad es decir no más fiebres, estornudos o toces sino un YooChun cada vez más lejano y semejante a ese que había encontrado por primera vez ¡Y lo odiaba! Odiaba esa maldita actitud reacia a respirar siquiera un solo átomo de oxígeno en mi compañía. Lo odiaba al punto de dejarme deseando que volviera a caer enfermo...
Y eso no estaba bien, nada bien....era sólo que ¡Aish! No entendía por qué carajos se comportaba así ¿Acaso le había hecho algo? En verdad creía que nuestro trato mejoraría significantemente cuando se recuperara, sin embargo él...
Park YooChun, Park YooChun, Park YooChun ¿Qué acaso no había nadie más en quién malgastar mis pensamientos?
¿Tenía a Min? Vale, él estaba de viaje ¿Jae hyung? La tierra se lo había tragado desde hace tres días ¿YooC...? Estaba claro, necesitaba ampliar mi limitado círculo social pero ¡Ya…!
Mi móvil comenzó a sonar.
"El almuerzo está en el frigorífico" Genial ahora ni siquiera se dignaba a dirigirme la palabra
Le escuché encerrarse en su habitación, mi estómago rugió de la indignación y el hambre. Mejor me dejaba de tonterías y les daba de comer a mis ya desesperados jugos gástricos
Tiré lejos mi almohada…esto realmente me estaba afectando más de lo que se supone que debería. ¡Era mi hermano por Dios! ¿Realmente era tan difícil YooChun…ah?
YOOCHUN
Tres días se habían vuelto una eternidad entre la programación telefónica, mi columna hecha polvo por el excesivo tiempo en cama y mi poca disposición para levantarme o hacer algo por más insignificante que fuera.
Sólo permanecía ahí deslizando mis ojos por cada minúsculo rincón de mi habitación, totalmente ajeno a la realidad, al punto de preguntarme si realmente habían pasado sólo 72 horas de taciturnidad ininterrumpida o más.
Cambié de posición al sentir el costado derecho más adormecido que el izquierdo, sí todo era una mierda…
Y para añadir algún punto a favor de mi condición actual. Él había desaparecido, había decidido no atenderme las llamadas ahora que necesitaba de su paz. “Time to grow up” Me había dicho en un mensaje descolocándome por completo ¿Era humanamente posible tener una conexión tan profunda con alguna persona? Era imposible que intuyera tanto ¿o no? Ni siquiera se lo había mencionado, Jae podía asustarme bastante a veces. ¡Ahhhh! A lo menos sólo escuchar su voz...eso bastaría para infundirme calma…porque sin lugar a dudas la necesitaba, yo...le necesitaba.
Así como meterme algo al estómago o vomitaría gastrina en cualquier momento. Me incorporé de un salto llevándome un simpático mareo de premio.
Aún con el norte bastante distorsionado logré cogerme del pomo de la puerta y correrla. La luz entrante me cegó por completo, hasta que…
Le hallé ahí.
Sobre el umbral de mi puerta. Parecía tan sorprendido como yo, mantenía una mano suspendida en el aire en pos de querer tocar la puerta, esa que acababa de abrir.
- He hecho la cena – me dijo volviendo su brazo al costado de su cuerpo
Me quedé en silencio, el pasillo hacía las veces de vía para el olor picante del kimchi que me llamaba desde la mesa. Mi estómago rugió estridente.
- No tengo hambre – mentí, haciendo el ademán de cerrar la puerta tras de mí, dispuesto a ignorarle y seguir mi camino.
Pero me detuvo.
Su mano se aferró a mi chaqueta fuertemente impidiéndome seguir. Nos quedamos en silencio de esos que esperan una distensión inmediata mas no dramática, que hubiese llegado, por supuesto, si mis labios hubiesen podido moverse.
- Lo siento…si hice algo que te disgustara. Sólo lo siento yo…no quiero que sigamos así ¿vale? - ¿Porqué se disculpaba? ¿Por introducirse en mi vida? ¿Por ser de importancia? ¿Por debilitarme cada vez más? ¿Por pisar territorio minado y salir dolorosamente invicto? ¡¿Por qué?!
- ¿Y qué pasa si no quiero perdonarte? – mi decisión estaba tomada…no podía permitirle entrar más de lo que ya había hecho, pues sino ya no habría vuelta atrás y no podía arriesgarme a perderme de nuevo
- ¿Qué? – preguntó en un susurro sin entender dejándome maldiciendo la hora en la que decidí abandonar mi habitación…era ahora o nunca ¿lo siento? No, yo no necesitaba de nadie más en mi vida Junsu, aunque eso significara mandarte a la mierda.
- Que te quiero lo más lejos que te sea posible, que estés fuera de mi vida ¿Qué no entiendes? – y ya estaba procedí a deshacerme de su tacto de un manazo lineal y decidido
Un paso, otro la puerta cada vez más cerca
- ¿Tanto me odias? – Preguntó y mis pasos se detuvieron – sólo quiero saberlo YooChun…ah. Quiero saber si debería mudarme o no
El silencio volvió a invadirnos ¿Qué demonios quería que le dijera? ¡Adelante lárgate de una puta vez! ¿Porqué me dejaba las cosas tan sencillas? Un monosílabo en respuesta y al fin le tendría lejos.
- Respóndeme – inquirió con un hilo de voz – dime ¿me odias? – La voz que escuchaba no parecía la suya pero aún así me mantuve de espaldas porque si volteaba y veía aquellos ojos marrones quizás mandaría todo a la mierda
- YooChun…ah sólo dilo así haremos esto más sencillo – decía y mis labios permanecían más que sellados¿Sabes por qué te sientes solo? YooChun…ah
Por que tu mismo te encargas de aislarte en tu
mundo ahí donde los pelinegros no pueden tener
finales felices pues déjame decirte algo…hasta
un puto como tú goza del derecho…
Quizás ahora entendía un poco más aquello que me había dicho ese idiota alguna vez, sonreí tristemente…quizás iba a necesitar escuchar todo ese párrafo de nuevo JaeJoong.
- Creo que he dejado en claro cuál sería mi respuesta Junsu…ah – era una basura ¿en realidad dolía perder a alguien así? Quizás hasta estaba haciéndole un favor…esto era lo mejor
- Supongo que tienes razón – susurró y ese fue el fin de la conversación cada quién haría lo que se suponía que tenía que hacer
Y todo volvería a ser como lo era antes de su llegada, no más llamadas molestas, no más visitas a su universidad, no más problemas de sueño, no más gripes, no más vida…
Salí por la puerta…
JUNSU
No respiraba, no oía, no miraba, no sentía, no vivía. Acaban de decirme que me odiaban…mi propio hermano acababa de decirme cuanto me odiaba. Era tan extraño y doloroso el saberme blanco de sus repulsiones más intensas que hasta ganas de llorar me entraban.
La puerta cerrándose aún hacía eco en mi cabeza y las ganas de romper algo empezaban a picarme las manos ¿Qué se supone que haría? Estaba claro que no podía seguir quedándome ahí. Hablaría con Min para que me ayudara a buscar un departamento en cual instalarme sin tener que quedarme sin comida para pagar la renta.
Procuraría guardarme las razones conociéndole era capaz de hacer algo al respecto y eso implicaba cruzar improperios con YooChun y mientras menos me le encontrara a partir de ahora sería mejor.
Caminé hasta la mesa en donde nos esperaba la comida y la guardé en el frigorífico. Ya no tenía apetito. Necesitaba hablar con mi hyung…
Me rasqué la cabeza con frustración, necesitaba un baño tibio, un café e irme a la cama. Y sobretodo dormir, dormir y dormir como si no hubiera un mañana.
Para cuando salí de la ducha estaba lloviendo. Escuchar el golpeteo continuo de las gotas sobre el techo dejó mi café a medio hacer y decidirme a buscar mis zapatillas. De repente el caminar un poco podría tranquilizarme en algo, despejarme, quitarle protagonismo en mi liada cabeza…
Quién sabe quizás encontrara algo que pudiera deshacerme el dolor que en esos momentos sentía.
Suspiré.
Tomé el paraguas entre mis manos y salí de casa.
YOOCHUN
Me empiné más para el rincón. La espalda empezaba a dolerme.
¡Ahh! Maldita la hora en que había decidido “caminar para despejar la mente” en vez de sacar el auto, tenía las malditas llaves en mi bolsillo. Park YooChun eres todo un genio.
Ya ni sabía cuánto tiempo había pasado, cabe decir que al parecer esa calle a la cual mis pies me habían conducido no era la más concurrida ni la más iluminada. Mis posibilidades de rescate eran nulas, agregándole el hecho de que no llevaba el móvil – del coraje por la desaparición de cierto pelirrojo el pequeño aparato había terminado debajo de mi cama después de un simpático golpe contra la alfombra – ahora sí que estaba perdido…
Golpeé la luna a mi izquierda con impotencia rompiendo accidentalmente uno de los cuadritos.
- ¡Mierda! – grité más que dispuesto a romper con todos y cada uno de ellos
Ya me importaba muy poco el volver a resfriarme o empaparme por completo solo quería eliminar toda la ansiedad que me consumía…
- ¿YooChun? – mi nombre, una voz demasiado conocida...su voz
- ¿Jun…Junsu? – y ahí estaba frente a mí mirándome preocupado al verme tan alterado
¿Cómo podía preocuparse por mí después de…? ¿Por qué hacia esto? No respondí, me quedé en silencio esperando que el coraje le venciera y regresara por donde había venido y me abandonara como merecía…pero no lo hizo.
- ¿Quieres que volvamos juntos? – se ofreció sus ojos no gozaban del brillo que hace unas horas quizás mostraban y me sentía aún más mierda por eso
- Estoy bien – estaba siendo ridículo lo sabía pero… ¿Pero qué?
- Entonces…te dejo el paraguas
- ¡Te resfriarás! – Dije alarmado al ver como lo cerraba y lo depositaba en el suelo
- Soy bueno con los resfriados…bueno…me voy – dijo con una sonrisa falsa dando media vuelta
¿Porqué hacia esto? ¡¿Porqué?! Las gotas ahora ya le habían empapado gran parte del saco que llevaba encima pero aún no la chompa que llevaba dentro.
- ¡Espera! – le dije saliendo de la cabina telefónica
¿Por qué lo hacía tan difícil?
- ¿Qué pasa? – no lo hagas…no lo hagas. Se volvió, clavó sus ojos sobre los míos esos que a pesar de todo aquello que les había dicho aún guardaban amabilidad y calidez para mí
La verdad es que ya no podía más…
- Sólo…- mierda, mierda, mierda
Di los pasos que me separaban de él y le envolví con mis brazos. Su ropa no tardó en humedecer las mías y sin embargo su calor, su calor no tardó en repartirse por cada rincón de mi cuerpo, sus brazos temblorosos me correspondieron de a pocos y por primera vez en todos estos años me sentí completo…
- Lo siento – le dije en apenas un susurro, sintiendo que el alma se me iba en esas dos palabras
- Eres un idiota – me dijo con la voz quebrada
Lloraba en mi pecho y yo…yo no podía sentirme más completo…
T_T
CASI LLORO!!
¿SABES CÓMO DOLIÓ MI PECHO?
;A;
Yoochun es tu estúpido e idiota!