Alcohol

miércoles, 25 de mayo de 2011

TITLE: I'm Sorry I love u
CHAPTER: Eleven
AUTHOR: Kimmy_lin
PAIRING: Yoosu
RATING: Pg-15
WARNINGS: Shonen-ai, Incest, Angst



JUNSU


- ¿Es...es eso sangre?


Silencio...

Uno lo suficentemente alarmante para cualquier persona con un poco de sentido común... Y no era como si yo no la tuviera...es sólo que...la preocupación era mucho mayor.


- ¿Yoo...YooChun? – te llamé despacio, la adrenalina me picaba el cuello, la garganta y la espalda


Un paso corto, otro...


- ¿E-estás bien? – tu mano apartó la mía de un golpe


¿Acababas de rechazarme?


- Cálmate – gruñó ChangMin quien acababa de llegar con gasas y agua oxigenada


Apenas le escuchaba, el corazón lo tenía encogido y el pensamiento tan desancajado como mis sentidos...


- Estira la mano – ordenó mientras se te acercaba con rebeldía


El miedo me consumió de lleno, esa mirada no advertía nada bueno.

¡¿Qué no se daba cuenta?!


- ¡ChangMin! – lo detuve del brazo...¿Acaso yo estaba temblando? Mi cuerpo tiritaba fuertemente y él al igual que yo acababa de notarlo – voy a llevarle al hospital – le dije rogando con la mirada porque no dijera nada

- Vale, te veo mañana...- me dijo no del todo convencido


Saliste de la habitación a pasos largos, cuando me despedía de él con un abrazo.


- Lo...lo haré – apenas tuve tiempo para ir por mi morral y ser capaz de seguirte los pasos hasta el estacionamiento.

- Debemos ir a revisarte esa mano – arrancaste ignorandome por completo


No me hablabas.

No me mirabas.

No hacías más que romperme en pedazos.

¿Y qué carajos había hecho yo para tener este YooChun conduciendo a mi lafo? ¿En donde había quedado la soslayada sonrisa de la que me había despedido días atrás?

¿Por qué estabas sangrando? No podía ni respirar tu aire sin temer que pudieras lanzarme por la ventana dado lo enardecido que ibas.

Aunque...si eso hacía que volvieras a mirarme quizás...

¿Y si...?

La interrogante me asaltó de golpe.
¿Y si Jae-hyung te había dicho?

Temblé ante la posibilidad...


- ¡Sr. Park! – la voz de la enfermera me sacó de mis pensamientos

- ¿Él está bien? ¿Ha pasado algo?

- Tranquilo, sólo necesito que rellene este formulario – me dijo amablemente – acaban de extraerle los vidrios de la palma derecha, los cortes no han sido significantes así que no hay de qué preocuparse


¿Cortes?

¿Vidrios?

¿Qué había sucedido? ¿Habías vuelto a pelearte con alguien?

¿Era por eso tu enojo?

YooChun...ah

Tenías que decirme algo ¡Dios! YooChun...ah

Yo...no podía soportarlo un minuto más ¡Maldito idiota! Contuve las lágrimas como pude, la puerta del consultorio acababa de abrirse, no podías verme así...






YOOCHUN

No habíamos cruzado palabras desde que habíamos vuelto, vale, quizás no te había dado la oportunidad para hacerlo.

Pero es que...

¿Que demonios sucedía conmigo? ¿Por qué maldita razón no te tenía ahora mismo en mis brazos?

Con todo lo que te había extrañado.

Con todo lo que...yo...

¡Dios! Me sentía peor que mierda y aún así era incapaz de ir a tu habitación y realizar lo que mi cuerpo me pedía, mi corazón, mi alma...

¿Por qué estaba tan molesto?

¿Porqué aquello...? Arghh...

Pateé el colchón de mi cama con impotencia.

Tan aburrido de mi silencio.

Tan vacío por dentro.

Tan...tan falto de ti.

Carraspeé la mano me ardía tanto. Cuanto deseaba ver tus ojos chocolates, sentir tus manos expresarme su calor característico. Saberte de vuelta, aquí...a mi lado...

Pero... ¿Qué me detenía? ¡¿Qué carajos me detenía?!

Realmente no entendía nada...

Ni mi accionar

Ni mi enojo

O mi...


- ¿YooChun...ah? – tocaste mi puerta


Me quedé seco.


- ¿YooChun...ah? – tocaste otra vez


Y nada, no decía nada, no hacía nada.


- YooChun... – llamaste muy bajo


El corazón se me rompió a pedazos. Reconocería ese silencio aún a distancia, ese pecho oprimido, esas lágrimas calladas. Llorabas de nuevo...por mí.

Te separaste de la puerta.

¡Mierda! ¡DI ALGO JODER!

Un paso lejos, ahora dos


- ¡Espera!...solo – volteaste despacio a verme con sorpresa, la puerta la había abierto de un manotazo con mi mano herida, y sin embargo lo único que sentía eran nervios


Al saberme objeto de esos ojos de nuevo.

De su calor...de ti...


- Creí que...que te habías quedado dormido – mentías, tratabas de esconder esas lágrimas que escapaban de tus ojos...


"Yo" Quise decirte, pero callé.

¿Qué iba adecirte?
¿Lo siento? ¿Cuántas veces más tendría que disculparme por mis estupideces?

Junsu...ah


- Ven – te dije tan sentido y necesitado mientras te estrujaba entre mis brazos


Realizándome verdaderamente el cuanto te necesitaba.

Mi pequeño...

¿Por qué te esforzabas tanto en volar de mi lado?

Podría sonar egoísta, serlo en sí pero...

Aún no era tiempo...aún no.


- Te eh extrañado tanto – te dije acariciando tu espalda con fuerza, pegando un poco más tu tembloroso cuerpo al mío.


Recitándote esa verdad con satisfacción de mis labios, contigo no había pudores...era sólo


- Y yo... – sí era solo amor...

- Te quiero tanto...







JUNSU

Te amo....

¡Te amo! Dios...

YooChun ¿Porqué tenía que amarte ah? De entre todas las personas

¿Porqué tú?

¿Por qué tenías que habar calado tan hondo en mí? Tú, siendo mi hermano ¿Por qué me era tan difícil tener que aceptar que ya había tocado fondo? Que tenía que irme...que esto no podía seguir así.

Que yo simplemente...ya no podía más.


- Supongo que yo te quiero más – mucho más de lo que te imaginas...mucho más allá de lo que podrías siquiera aventurarte a pensar


Tu respiración se perdía sobre mi hombro irregular y perezosa, tus latidos los escuchaba a través de nuestros torsos y las delgadas pijamas, me perdía en su compás.


- Pues entonces...no vuelvas a dejarme ¿vale?


¿Dejarte?

Si tan sólo pudiera...

Me separé de a pocos, a esos escasos centímetros de distancia ya comenzaba a extrañarte.


- Debería ir a dormir, tengo tres exámenes por reprobar mañana – te carcajeaste ante mi comentario


Empezaba a desear que lo donoso se me pegara para no tirarme a llorar ahí mismo.


- Vale, vale. Entonces cuando llegues iremos a celebrar

- Pe-pero reprobaré

- Pues entonces señor aguafiestas celebraremos tu regreso a casa – refutaste inflando los cachetes, me largué a reír

- Ok, ya sé que no me veo tan majo como tú, pero no tienes que ser tan humilde Su – te quejaste, empecé a reír más fuerte

- ¡Calla! – me quejé pegándote un manotazo en el hombro, necesitaba que dejases de sonreír o cometería una locura

- Vale, vale. La corto sólo porque debes levantarte temprano

- Que descanses – un susurro, un suave beso en tus mejillas


Y cada quién se fue a su habitación.

Ya esperaría a mañana para cuestionarte, me cubrí hasta la cabeza.

Tenía que hablar con hyung...








CHANGMIN

Lo sabía...

Que esos sonrojos furtivos, esas sonrisas bobas incluso tu dolor...de alguna manera le pertenecían.

Tal vez lo había sabido desde un principio pero me había negado a aceptarlo.

Hasta que...hasta que le encontré espiándonos con recelo tras esa puerta.

Él y ese par de ojos que parecían dispuestos a pulverizarme con su sólo contacto, y eso Junsu, eso no era de hermanos.

¿Qué no te habías dado cuenta ya?

Él te correspondía. Park YooChun te correspondía. Park YooChun te celaba. Park YooChun te amaba, así como tú le amabas a él.

El problema con ese hijo de puta radicaba en que él aún lo ignoraba, o intentaba de negárselo con mucho éxito.

Y por consecuencia eras tú quién por ahora debía derramar las lágrimas, quien sufría en ese silencio que sabías tendría que quebrarse en algún punto.

Y yo no iba a permitirtelo, aunque significara meter mis narices en tus asuntos. Porque aún por encima de mi afán por desentenderme del mundo...eras mi amigo y sabía que yo debía hacer algo...tenía que.

¿Pero qué? Ese era el problema.

¿Qué podría hacer para que el idiota ese reaccionara?

Para que afrontara realidades...

La respuesta llegó casi soplada por el propio viento.
Su amor por ti, tendría que verse vulnerado...


- ChangMin...ah ¿Adivina qué? – me llamaste mientras me tironeabas del brazo hasta el estacionamiento - No me fue tan mal, creo que inclusive podré aprobar con una nota buena – me dijiste mientras sonreías tan contento por tus logros

- ¿Por qué estamos yendo al estacionamiento? – te pregunté aún ido en mis divagaciones, tu rostro se iluminó de pronto como si la respuesta ante mi interrogante estuviera relacionada con...

- YooChun...ah me ha dicho que va a recogerme – él...


Era hasta curioso ver como sonreías con los ojos, con los labios; en general, como cada que su nombre profería de tus labios. Realmente me preguntaba ¿Cómo podías? ¿Como podías continuar viviendo con toda esa carga emocional encima?

Con lo deleznable que parecías... Junsu
Cuanto moría por abrazarte, reconfortarte de alguna forma, pero sabía de antemano ya que mi calor no era lo que realmente necesitabas.

Reconocí su auto entrando por el parking trasero.


- Junsu – te llamé, volviste hacia mí


Tu expresión abismada e inconsciente de mis intenciones me hizo sentir algo de culpa

¡Mierda! ¿En serio iba a hacerlo?

El auto avanzó un poco más, apreté los puños ¿Acaso debería...?


- Dime...


Tenía que hacerlo.

Quizás esta sería la única forma...

La luz de los faros delanteros nos dio de lleno, nos cegó por segundos y lo más importante...

Me dieron el último gramo de avidez que necesitaba...






JUNSU

Me besó.

Sus labios apretaron los míos con fuerza, parcos, fríos y sobretodo carentes de emociones.

Me besaba y yo sentía como si el disgusto fuera compartido y aún pese aquello sus brazos me inmovilizaban, su torso se apretaba al mío y nuestros alientos se mezclaban.

La extraña caricia duraba, entre mi poca lucidez de contexto y el abandono mismo.

Pues aún cuando quisiera negarlo...de alguna forma esperaba que aquel contacto se tornara agradable aunque fuera en lo mínimo.

Pero nada...porque esos labios en definitiva no eran los tuyos.

No se volverían los tuyos jamás, aunque los besara con desesperación y desidia.

Yo...

Yo no podía.

No podía pretender dibujarte en otro cuerpo, no cundo eras más que único para mí, lo seguirías siendo por siempre para mí...

Se separó bruscamente.

Oí un quejido de dolor.

Abrí los ojos...

Te vi ahí...

Golpeando repetidas veces a un Min ya sin aire pendiendo de tu puño enfurecido.

Tardé apenas segundos en aprehender la situación.

¡MIERDA!


- ¡YOOCHUN DETENTE! ¡MIN! ¡PORFAVOR! ¡CHUN! – mis gritos no los oías, o no querías oírlos


La desesperación me consumía. Tus puños se enterraban en su rostro cada vez con más fuerza mientras le gritabas cuan hijo de puta era...

¿Por qué? ¿PORQUÉ HACÍAS ESTO?


- ¡Vas a matarlo YooChun! ¡PORFAVOR! ¡DETENTE! – lloraba, gritaba y tu brazo solo me apartaba, parecía que mi reacción alimentaba tu furia en vez de aplacarla


Y perdía cordura...entre su frente rota y esos ojos gélidos que sin vacilación esperaban ver más de ella.


- ¡PARK YOOCHUN BASTA! ¡¿Por qué HACES ESTO AH?! ¡¿POR QUÉ?! – los golpes cesaron


Tu respiración agitada la contuviste para poder calmarte, la tensión era casi palpable y mi dolor, mi dolor lo observabas claro en mis pupilas...retrocedías

Retrocedías sin saber responderme.

Y yo ya ni sabía si correr hacia Min para llevarle a la enfermería ahí mismo, o abrazarte al verte tan vulnerado y perdido.

Mis lágrimas fluían...


- ¿Chun...? – un paso en falso


Te fuiste...







YOOCHUN

Quería gritarte, golpearte…no sé maltratarte de alguna forma. Para así sacarme esta molestia del cuerpo, porque jodía, jodía tanto como el dolor sobre mi palma derecha. Y aún por sobretodo sabes que jodía mucho más.

El hallarme queriendo herirte…otra vez

¡Otra vez!

Enloquecía…

No quería parpadear, respirar y sobretodo recordar.

Porque me bastaba con evocar una imagen para enfurecerme sin límites.

Me llevé un trago más de licor a los labios.

Ya ni recordaba cuantas veces había conducido mis manos hacia mi garganta, pero sentirme cada vez menos consciente de mis emociones era profundamente grato…

Olvidarme de ti…y del hecho de que pudieras alejarte de mi lado…por culpa de alguien más.

Que dejaras que te tocaran de esa manera tan íntima que yo…que yo jamás podría…

¿Por qué querría? ¿Por qué me descolocaba?

¿Por qué te celaba?

Bebí un sorbo más, mis brazos los sentía lánguidos, el borde cristalino y pulcro de las copas a mi costado brillaban, me recordaban mi patética vida.

Quería llorar...

Quería abrazarte...

Yo...

Quería...quería ser quien...

Junsu...ah


- ¿Desea que llame a su casa señor? – la voz se oía tan lejana

- Nnnno... yo puedo solo – a pasos trémulos logré llegar a mi auto, como pude me introduje en él


La radio iba muy alto al igual que las agujas de velocidad sobre el borroso vidrio.

La pista parecía más estrecha de lo normal y las luces señalizadoras me confundían.

Balbuceaba o quizás solo pensaba y ya ni sabía distinguir entre ambas.

Me sentía tan adormilado y torpe...







JUNSU

No lo sientas...

El frío de la noche me ponía más sensible.

He sido yo quien quiso esto...

¿Porqué?

¿Porqué era siempre así?

¿Porqué tenías que...?

Acababa de llegar hace un par de horas, al principio el no encontrarte en casa había sido un alivio, pero...

Eran las doce ya...

No quería verte, no sabía que decirte, sin embargo...

¡ERAN LAS DOCE YA!

Ninguna llamada...

Ningún mensaje...

La corriente de aire me transmitió escalofríos al cuerpo, estornudé. Ya llevaba media ahora sobre las escalerillas del porshce con la vista fija hacia la pista, esperando que volvieras.

Mas nada...

La angustia me consumía y una vez más no sabía que mierda hacer con ella.

Sostenía el móvil entre mis manos con impotencia.

No quería que me lastimaras, no más YooChun, quería escapar, desaparecer. dejar de pensarte. Suprimir este hueco en mi pecho que necesitaba verte de vuelta para aminorarse, en lo que fuera posible.

Marqué tu número aún vacilante, una timbrada...

Apareciste por la esquina, colgué de inmediato.

Las luces de tu auto iluminaron el frente antes de estacionarse ampliamente sobre el sendo.

Dejé de respirar...

Aún a la distancia que nos separaba olía el alcohol que tu cuerpo emanaba.

Conteniendo la respiración a ese punto máximo, te vi bajar del auto muy despacio, quise correr a mi habitación y encerrarme en ella al insatnte pero mis pies se mantenían fijos al piso, esperando-rogando que no me vieras, que tu paupérrimo estado te hiciera caminar por el frente y no hacia mí.

Reparaste en mi presencia, tus pasos te acercaron despacio, mis latidos se acrecentaron.

No podía verte el rostro, la sombra de la esquina superior eclipsaba mi visión, me hundía en pánico.

Pues te recordaba tan colérico y también el como le habías dejado a él.

Porque después de haber visto aquello podría replantearme el que nunca me dañarías, no de esa forma.

Mi cuerpo se tensaba cada vez más a cada paso que dabas.

Me abrazaste...

Imperioso, fuerte y sobretodo...necesitado.

Llorabas...

Y yo me sentía incapaz de completar aquel abrazo...

Lloraste un poco más fuerte.

Mis lágrimas cayeron solas...


- De...detente - traté de separarte


Pero tus brazos se afianzaron aún más a mi espalda.


- De...detente - tus labios se deslizaron a travez de mi cuerpo

- Por...favor - tus dientes mordieron la sensible carne de mi cuello

- Yo...


- Te amo...



Se detuvo...





<<Anterior                   I'm Sorry I love u                      Siguiente>>


2 comentarios:

  1. junsubaby dijo...:

    antes que nada gracias por mandarmelo directamente a mi correo, mil disculpas por comentar hasta hoy, fue falta de tiempo.

    cada capitulo se pone mas interesante, pobre min porque beso a junsu, si ya se fue por ayudarlo, pero le salio caro y el bruto de yoochun que solo lo cela pero no le dice nada, ojala que ya se anime y se le declare a junsu.

  1. Anónimo dijo...:

    TIENE K DECLARARSE! xDDD lo siento em emociono cn mi propio fic xDDD y si el bruto de yoochun ahorita no me ayuda muhco con e último capo ;OO;