A friend

martes, 3 de mayo de 2011

TITLE: I'm Sorry I love u
CHAPTER: Eight
AUTHOR: Kimmy_lin
PAIRING: Yoosu
RATING: Pg-15
WARNINGS: Shonen-ai, Incest, Angst


 
JUNSU

Permanecía ahí apoyado sobre la puerta del baño con el pijama improvisado puesto y el cabello casi seco, esperando a que terminara de tomarse la ducha y ¿habláramos?

“¿Quieres tomar un café?” Me había dicho antes de que entrara a tomar la mía… ¿Una indirecta? Me sentía algo, no sé ¿nervioso? Le oí cerrar el grifo, la respiración se me iba.

Un paso, otro, la manija moviéndose y pronto mi espalda no tuvo en qué apoyarse. Caí, estaba cayendo de espaldas como un perfecto imbécil, tan solo atiné a cerrar los ojos, subyugado a lo que vendría. Mis manos se aferraron a un algo en un intento por evitar el fatídico final. Un tirón en mi muñeca y el dolor no llegó.

Apenas abrí un párpado los colores se me subieron al rostro…Era una toalla, la misma que antes cubría “esa parte de su anatomía” ahora se hallaba en mi mano derecha y él parecía no haberlo notado.


- ¿Estás bien? – me preguntó acercándose más, yo no podía despegar mis ojos de su…de su ¡Oh Dios!

- ¡Lo siento! – grité profundamente avergonzado tapándome los ojos con ambas manos dándome la vuelta sintiendo que en cualquier momento me desmayaría de la vergüenza


Le estiré la toalla aún de espaldas, podía jurar que hasta mis orejas debían estar rojas…


- Oh – dijo quitándome la toalla al instante…acaba de entender – lo siento… - me dijo riendo ¿Cómo podía hacerle gracia? ¡Acababa de verle los genitales por Dios Santo!

- He servido el café en la sala – anuncié cual autómata antes de dirigirme a zancadas fuera del baño

- Vale – dijo tratando de contener las carcajadas


Tranquilo Junsu, no ha pasado nada…no ha pasado nada…


- ¿Se habrá enfriado? - preguntó al aire cuando apareció al fin por el pasillo con la pijama ya puesta


Tomó la taza entre sus manos con cuidado mientras tomaba asiento a mi costado. Permanecí en silencio… Quería decir algo pero no sabía exactamente el qué


- YooChun – me animé a decir

- Junsu – me llamó al mismo tiempo


Volvimos a sumirnos en el silencio… Jugaba con mis dedos con nerviosismo


- ¿I…Ibas a decir algo? – pregunté, era tan extraño…el que estuviéramos sentados dispuestos a hablar...de tú a tú sin que temiera...ya saben...meter las cinco


Se rascó la cabeza un tanto incómodo, suspiró.


- Lo siento – susurró, sus cabellos ondeados goteaban sobre la toalla que llevaba en el cuello – siento haberme comportado como un idiota durante todo este tiempo – finalizó despacio, el corazón comenzó a golpearme con fuerza el pecho

- …

- Yo…lo único que puedo decirte es que lo siento – susurró sin atreverse a mirarme

- YooChun…ah – le llamé tratando de darnos un poquito más de confianza – todos cometemos errores lo importante es si sabemos enmendarlos. Eres mi hermano quiero poder compartir contigo lo que no hemos vivido durante todos estos 18 años. Poder honrar la memoria de esas dos personas que nos trajeron al mundo…

Sonrió con nostalgia.


- Sabes….te pareces mucho a mamá – me dijo tan bajo que creí habérmelo inventado, sus labios formaban una sonrisa sincera que se me hizo la más hermosa jamás





Me miró profundamente, me sonrojé algo cohibido.



- Tienes sus ojos…sus mejillas – continuó bajo el mismo tono grave y a la vez sutil como su temblorosa mano sobre mi pómulo derecho



Silencio…


Su paz me absorbía...

Cerré lentamente los ojos en un intento por disfrutar más a profundidad esa calidez que sus yemas dactilares me ofrecían ¿Era esto lo que había esperado desde un inicio?

El corazón comenzaba a latirme con tanta fuerza, el pulso, la respiración...el miedo.

¿Sus labios?


Una bocanada de aire de su parte…mil palabras guardadas bajo llave, el suave tacto desapareció, el momento se había roto tal cual un vidrio al caer...así de abrupto, rápido y calador...

¿Sus labios?

Y así lo prefería...

¿Sus labios?

Sí, así lo prefería...

¿Sus labios?

Yo...

♪♫ Isogu you ni ♪♫ - Mi celular sonó, y con él un final incierto se habrío paso




- ¿Diga?





“Jae-hyung está en el aeropuerto” Llaves, auto, carretera, estacionamiento...

“Jae-hyung está en el aeropuerto” Primer, segundo, tercer piso...

“Jae-hyung está en el aeropuerto” Tiendas, cajas de cambio, zona de desembarque...

Lo vi ahí...

Caminando con esos aires de niño bonito, resaltando por sobre todas esas personas, brillando, deleitando...mirándome con esos grandes ojos marrones, sonriendome con esa hermosa sonrisa casi irreal conforme mis pasos apresurados anulaban el espacio físico que nos separaba.


- Te he extrañado Chun – me dijo rodeándome con esos brazos que tanto había extrañado...que tanto había necesitado...


¡Oh dios! Por fin le tenía...¡LE TENÍA!


Estaba estrangulándolo, lo sabía. Pero él, igual de emocionado ni se quejaba. Comenzó a reírse



- ¿Y yo a ti? – pregunté buscando molestarlo, golpeó mi pecho levemente, fastidiado.

Sus labios...


- ¡Yah! Si tan poco significo entonces suélta...


Sus labios...


¡BASTA!




- Calla, sólo déjame sentir... – se quedó en silencio, mientras me observaba colocar mis manos a los costados de su rostro para así poder acomodar nuestras quijadas lo suficiente y encajar sus labios con los míos...


- YooCh... – le besé




Y a pesar de ello no percibí el calor que debería, sus manos yacían entre mi pecho y el suyo como si trataran de detenerme cuando realmente no oponía resistencia alguna, no caricias en la nuca, no risillas estúpidas, éramos un par de autómatas tratando de protagonizar un algo que evidentemente era incómodo para ambos...¿Porqué? ¿Qué era lo diferente?


Un dolor prominente se extendió a lo largo de mi mejilla derecha, segundos después caí de espaldas al piso con fuerza.




- ¡YunHo! – gritó aterrado JaeJoong


- ¡¿Qué demonios te sucede?! !YooChun! !Chun! ¿Estás bien? - hizo el intento de acercarse sin embargo el moreno, que quien sabe cuando había aparecido, le sujetó fuertemente de la muñeca




Y eso bastó para terminar de unir las piezas en mi cabeza.

- ¡Suéltale! - le ordené incorporándome - ¡Suétale ahora! - mi puño se estampó sobre su rostro como anteriormente el había hecho conmigo

- ¡YooChun! – gritó JaeJoong tratando de quitarme de encima del tal YunHo sin importarle el poder recibir alguno que otro golpe en el forcejeo - ¡Basta! ¡Ambos! ¡Paren ya! Mierda... ¡Ayuda! – pidió por último al caer en cuenta de lo inútil que sus esfuerzos resultaban

- ¡¿A quién demonios crees que has golpeado?! – gritaba fuera de mí propinando y recibiendo golpes a por doquier

- Joder... ¡YooChun! ¡YunHo! ¡Dios! ¡Paren! ¿Qué no me escuchan? ¡AYUDA! – la desesperación en sus palabras era inclusive palpable y como no si el aspecto moribundo y los hilillos de sangre habían empezando a correr


La fuerza se me fue en último puño que le dio de lleno en el estómago...le dejé sin aire.

Tosió fuertemente mientras se hincaba de rodillas tratando de coger el oxígeno a bocanadas aunque aún así trataba de ponerse en pie, yo dudaba mucho siquiera tener la disposición para esquivar el último golpe que seguramente me propinaría.

Pero entonces...

 


- ¡Basta! Porfavor...basta... – un sollozo agudo y profundo me recordó la presencia de una cuarta persona en la escena...


...Junsu...

Un par de ojos marrones totalmente enrojecidos me miraban con terror y desconsolación...quizás por la sangre...o por el salvajismo que acababa de presenciar.

Retrocedí dos pasos en el acto, incapaz de seguir viéndole así por más tiempo. Dándole a entender que no seguiría...Que no quería verle llorar...no podía verle llorar...dolía
- Chun – me llamó Jae entre apenado y agradecido al verme inmute

Le miré


- ¡Vámonos! – le ordené desempolvándome el saco, arreglándome el cuello de la camisa

- Yo... – me miraba con indecisión, desvió la mirada al tiempo que daba un paso al lado – lo...lo siento...

- Ja! - me reí – Yo más ¿no crees?

- Espera Chun... – le ignoré di media vuelta y continué mi recorrido hasta ese rubio que a unos pasos aún hipaba en silencio

- ¿Vamos? – le susurré suave...sus ojos se aguaron un poco más al observarme de cerca... se mordió los labios reprimiendo otro sollozo y asintió con la cabeza


Una de mis manos viajó hasta la comisura de sus párpados y secó sus lágrimas...


- Lo siento... - le dije dolido...le había hecho llorar otra vez...


Me regaló una sonrisa un tanto torcida pero infinitamente hermosa.


- Vamos... - un gesto suave y nuestros pasos abandonaron el lugar





Me puse el cinturón de seguridad en silencio. YooChun arrancó el auto y salimos del estacionamiento. Sus facciones no denotaban sentimiento alguno, sus ojos estaban fijos en la carretera...sé que pensaba

De seguro en él...en Jae-hyung

Una punzada...

¿Dolor? Sí dolía verle así...

Con la ceja derecha considerablemente amoratada y abierta. Su quijada rasguñada, la comisura de sus labios sangrando.

¿Estás bien? ¿Te duele? Que decir...qué hacer...


- ¿Puedo preguntarte algo estúpido? – susurré esperando que esa impotencia que sentía no le llevara a responderme mal o algo por el estilo...quería ayudarle de alguna forma

- Estoy bien – me dijo prediciendo aquello que podría haberle dicho – no voy a desfogarme contigo si eso es lo que temes – sinceró en un suspiro


La luz de los postes le iluminaba el rostro por segundos...No estaba bien y no hablaba del dolor que su estado físico podría estarle causando...era mucho mayor. Lo notaba bajo ese gesto perdido en el ventanal frontal del auto.


- Puedes soltar los improperios que quieras...estoy aquí para escuchar

- Quiero sexo – me sonrojé

- No...No creo que sea algo que pueda darte – dije tartamudeando, sonrió

- Tranquilo...tampoco es algo que te pediría...le quiero a él – otra punzada

- ¿Jae-hyung? – alcancé a preguntar sintiendo un nudo en el estómago ¿Hambre?

- ... – sonrió con desgano – a lo que me significaba – susurró con gesto ausente


No hallé que responder a eso así que nos quedamos en silencio por lo que quedó de camino.
Pronto el auto se detuvo...habíamos llegado. Me deshice del cinturón de seguridad y salí del auto. Esperé a que abriera la puerta para poder seguirle de cerca.

Suspiró cuando logró abrir la puerta. Se sacó el abrigo y lo colocó en el perchero en scompleto ilencio. Se calzó las pantuflas hice exactamente lo mismo...


- Me voy a dormir – me dijo entonces, dirigiéndose hacia el pasillo arrastrando los pies

- ¡YooChun! – le llamé


Él volteó a verme.


- Espera un momento ¿vale? – seguí

- ¿Qué?

- Sólo un momento – le repetí mientras corría hacia mi cuarto


Recordaba haber empacado una cajita de primeros auxilios al viajar, debía estar ahí, rebusqué entre las prendas que aun descansaban en la valija...¡La encontré!

No tardé en correr de vuelta...


- En serio...estoy bien – dijo cuando me vio aparecer con el botiquín en manos

- Déjame ayudarte – pedí...me miró por unos segundos


Suspiró...

Y se dejó caer sobre uno de los muebles...le sonreí


- Va a doler un poco – dije extrayendo el algodón y el alcohol, empapándolo para desinfectar las heridas y poder aplicar el desinflamatorio sobre casi todo su rostro

Tembló cuando puse el algodón sobre sus labios, cerró un ojo por el ardor quejándose bajito.


- ¿Mejor? – le pregunté a modo de burla...era bastante cobarde se alejaba un poco cada que el algodón volvía a presionar sobre sus labios


No me había dado cuenta pero estaba haciendo caritas como cada que me concentraba en algo. Él intentó reír y a juzgar por su ceño fruncido le había dolido hacerlo.


- Deja de ser majo – me instó casi a modo de queja riendo un poco más fuerte...me sonrojé

- Para de reír...vas a abrir la herida – le reñí tomándolo del mentón para aplicar debidamente el cicatrizante a presión


Estábamos demasiado cerca...

Tanto que podía notar claramente la separación entre su pupila e iris sobre sus profundos ojos negros; tanto que su respiración llegaba, aunque débil, a golpearme la barbilla.

Era...no sé extraño. Me sonrojaba ¿incomodidad? Quizás la falta de costumbre. Cerró los ojos para no incomodarse al igual o porque simplemente estaba cansado en cualquier caso pateé mi inatingente nerviosismo y me dediqué a pegar banditas en los sitios afectados.

Para cuando terminé, su pecho subía y bajaba rítmicamente, su respiración se había tornado regular...calma ¿Se había dormido? Sí, como un bebé.

Se veía tan pacífico que el hecho de despertarlo se me hacía criminal...abrió los ojos, retrocedí hasta sentarme sobre la mesilla del centro del living.


- ¿Tienes sueño? – pregunta estúpida


Bostezó...


- Un poco...

- Deberías ir a dormir – le dije incorporándome sintiendo de un porrazo todo el sueño que había estado ignorando

- Gracias – agradeció aún sin pararse con ese gesto un tanto perdido


Sentía unas ganas poco reprimibles de abrazarle de sacar todo aquello que surcara por su mente de darle la estabilidad que necesitaba para volver a verle sonreír...para poder yo hacerlo...


- Todo estará bien... – le dije con ternura, volviendo a sentarme viéndole a los ojos para reconfortarlo de alguna manera


Me sonrió...con ese aspecto modorro he ido ese que me hizo recordar aquella noche en vela, la paz que me infundía, el cuanto le quería.


- Buenas noches Junsu ah – me desordenó los cabellos antes de desaparecer por el pasillo


...Buenas noches YooChun...ah



JAEJOONG

Tiró la puerta de su –ahora- habitación antes de encerrarse en la misma aún sin dirigirme la palabra ¡¿Qué carajos le pasaba?!

Quería explicaciones...y no, no iba a esperar a que el berrinche se le pasara. No era un idiota al cual podía intimidar con su fuerza. Si bien él era alto y fornido había olvidado un detalle muy importante...yo también lo era.

- ¡¿Pero qué demonios te sucede?! – Le grité mientras empezaba a aporrear la puerta una y otra vez – ¡No hallo motivo por el cual actúes como un puto idiota! ¡YunHo! Joder... ¡Que ni se te vuelva ocurrir golpear a YooChun jamás!

- ¡Cállate! – me espetó al escucharme pronunciar su nombre, la puerta se abrió de golpe y le tuve sobre mí, totalmente acorralado sobre la pared imposibilitado de movimiento alguno

- ¡Me callo nada! ¡Estoy harto de tus malditos cambios de humor! ¿Qué te da derecho a celarme ah? Puedo inclusive hacerlo con quién se me pegue en ga...

- ¡Cállate! – me cortó, su puño golpeó la pared en la cual me apoyaba, estaba enojándolo demasiado...lo sabía...y no, no iba a remediarlo

- ¡No! Tenlo bien presente somos amigos ¿no? Pues disfruta de tu butaca en primera fila – le espeté casi con desprecio...me dolía, pero no podía...él no podía jugar conmigo de esa manera

- ¡JaeJoong! – me apretó aún más sacándome un quejido de dolor...se contenía quería golpearme pero no sería capaz...el YunHo que conocía me amaba o bueno...me amó – No...No vuelvas a hacerlo...a mencionar la presencia de otros hombres en tu vida – gruñó

- ¡No tienes el puto derecho a pedirlo! – volví a gritar

- Mierda Jae...sabes lo que pasa sabes...que no puedo...no puedo – sentía la impotencia en sus palabras ¿Y las mías? ¿Quién carajos velaba por las mías YunHo? ¿Por mis sentimientos...por mi amor?

- Es por eso por lo cuál te lo recuerdo...te casarás en una semana así que deja de ser un crío – por favor...déjalo

-Nnno...no hagas esto – me dijo separándose un poco para verme a los ojos


Huí...


- No hacer qué...sabes sólo...sólo déjalo – dije empujándolo, una última mirada y dejé mis pasos guiarme hacia mi habitación

- ¡JaeJoong! – le ignoré mientras me cobijaba en mis sábanas lejos de su voz de mis sentimientos


Yoochunnie...le necesitaba, una lágrima rodó por mi mejilla...

Ya había tomado mi decisión YunHo...ah, y no lo sentía...había dejado de sentir hace mucho...desde aquella primera vez en la cual nuestras vidas se vieron separadas...desde ahí...hasta ahora...


YOOCHUNUn nuevo peso en mi colchón me instó a despertar de a pocos, ese tacto frío que me recorría desde las mejillas hasta los labios...esa paz olvidada...abrí los ojos despacio...

Le encontré ahí...


- ¿Jae? – una pregunta al aire, ese tacto dulce posicionándose sobre mis mejillas

- Lo siento – dos palabras nuestros labios tan cerca


“Todo estará bien...”


- ¿Ja...Jae? – me aparté

- Siento lo de ayer – volvió a repetir


Llevó sus dedos hacia mis heridas, las tocó y dejó caer un par de lágrimas de esos grandes ojos, ahora, enrojecidos.


- Hey...eh dicho que lo siento – le dije dolido... ¿Porqué carajos tenía la habilidad de hacer llorar a mis seres queridos?

- No seas bobo ¿Crees que me gusta verte magullado? – me dijo en un quejido agudo por el llanto mientras unía nuestras frentes y dejaba caer otras lágrimas más, como si esperaba que mi compañía le aliviara el dolor que él le causaba.


¿Celos? Le abracé...


- Vamos soy yo el llorón aquí – le dije secando sus lágrimas con mis dedos – JaeJoong...vas a hacerme llorar – le dije envolviéndole apretándole con más fuerza a mi regazo, tratando de devolverle el confort que antes él me irradiaba

- Le quiero... ¿Porqué le quiero aún? ¿Por qué Chun? – me preguntaba en susurros alimentando mi impotencia a cada segundo... ¿Cómo podía ayudarle? Era frustrante...

- ¿Le...Le amas? – guardó silencio mientras se recostaba del todo a mi lado

- No sé...yo

- ¿Le amas? – volví a preguntarle

- Chun no es de eso de lo que se...

- ¡Por un demonio! Kim JaeJoong ¿Le amas o no? – le grité derramando una lágrima

-¡Sí, le amo! – Soltó con frustración escondiendo su rostro en mi pecho - ...aún le sigo amando y le amaría aún cuando se casara aún cuando tuviera sus hijos...yo...yo le amo – tartamudeaba queriendo romper a llorar...pero como el Kim JaeJoong que conocía se limitó a hipar en silencio


Lo que resultaba unas tres veces más hiriente...

Atrapé una bocanada de aire.



- Entonces ¿Qué te detiene? Por la forma en la cual reaccionó ayer dudo mucho que esto sea unidireccional – le dije acariciando sus cabellos con tristeza

- Ese no es el problema YooChun – aclaró apretando sobre sus temblorosos labios sobre mi cuello - ¿Porqué no puedo amarte a ti y punto? – susurró contra mi manzana de Adán


Me estremecí. le miré. Sabía lo que estaba tratando de hacer, acaricié sus pómulos. Miraba sus labios pero el sentimiento de devorarlos `parecía habérseme esfumado del cuerpo sin dejar de rastro.


- Porque somos demasiado parecidos...demasiado compatibles y demasiado encendidos – reí

- Sí demasiadas terceras personas – admitió acompañándome las risillas

 
Nos quedamos en silencio, ese que acostumbramos a emplazar cada que terminábamos de “jugar” nada denso y poco incómodo.


- ¿Recuerdas cuando nos conocimos? – preguntó de pronto

- Te refieres a ¿Antes o después del los baños del tercer piso? – Recibí un golpe en la frente – hay cosas que no se olvidan – me quejé, recibí otro golpe más


--------



- Yo no haría eso si fuera tú –me susurró una voz sobresaltándome ¡Rayos! ¿No había dejado la puerta cerrada?


El espejo del locker me reveló la figura del pelinegro recién llegado.


- ¡Métete en tus propios asuntos! – gruñí mientras extraía mi móvil de mis bolsillos

- YooChun ¿no? – preguntó arrastrando las palabras mientras tocaba mi hombro con confianza


Le aparté de un manotazo, dibujó una sonrisa divertida...yo, volví a mi trabajo

- Mi nombre es JaeJoong, Kim JaeJoong - me dijo

- Y eso me interesa porque...? - se rió

- Talvez porque soy el delegado de nuestra aula


Mentira...oh bueno ¿lo era? Mierda...
Me quedé en silencio. Él parecía divertido con toda la situación.



- Verás...si haces eso...pues creo que voy a tener que acusarte – sinceró con las manos en los bolsillos como quién no quiere la cosa


- ¿Porqué iban a creerte? – cuestioné con superioridad al caer en cuenta que no poseía prueba alguna


- Porque con este rostro convenzo a cualquiera – su respuesta me descolocó un poco y lo hizo más cuando una parte de mí le dio la razón...si ese malnacido era un ángel hecho humano


- ¡Piérdete! – espeté mientras colocaba el lente de la cámara para sacarle una copia a ese bendito examen que reposaba entre mis dedos


- Vale...pero sólo si te pierdes conmigo




Aquella respuesta la había escuchado DEMASIADO cerca y antes de que pudiera reaccionar siquiera, uno de sus brazos me tomó por la espalda, aprisionándome contra TODA su anatomía, una de sus mano se abrió paso por mi extremidad superior hasta quitarme el examen de las manos.


- ¿Qué...? ¿Qué haces? – pregunté cohibido, sorprendido, atónito, estupefacto; olvidando por completo la ausencia del papel en mi poder


- Invitándote a perdernos juntos... – susurró en mi oído excitándome con prontitud




No tardó en darme vuelta y quedar peligrosamente cerca de mis labios, empezaba a sentir la escasez de saliva en mi cavidad bucal. Y nunca estuve más seguro de querer tener a alguien en mi vida a pesar de que no fuera una "mina", a pesar de poseyera gónadas semejantes a las mías.




- Hay otras maneras de aprobar anato... – casi gimió antes de lamer mi oreja izquierda


Sus manos me apegaron un poco más a él – en lo que cabía posible- hasta que el móvil que pendía de la otra mano quedó en el olvido


- Si quieres...podría enseñarte – me dijo entre besos - ¿sabes? los baños del...tercer piso...son bastante privados – a costo de ocho palabras...mi sentencia de muerte


...............


- ¿Y qué vas a hacer?

- No lo sé

- Sólo prométeme que no harás algo que te haga infeliz

- No puedo hacer eso

- Sí, puedes...sólo tienes que querer


Acarició mis cabellos, agradecido


- Eres un tonto, uno muy lindo – me reí

- ¿Es eso un cumplido? – pregunté aún riendo

- Quizás...sólo sé que necesitaba de esto – suspiró – sabes que nunca voy a dejarte

- Vamos...Jae no necesito explicaciones

- Claro que sí nuestros juegos hurgaban un poco más allá de lo que de repente debimos haber permitido – me dijo en susurros

- Hurgaban... – le aclaré a sabiendas de la diferencia en el ahora, y quizás reconociendo dentro de mí los pudo.

- Me alegra que hayan mejorado las cosas entre tú y Junsu – callé – pude notarlo ayer – continuó ante mi silencio

- Creo que era tiempo de darme una oportunidad...de sanar...deberías hacer lo mismo

- Sabes que me tendrás a costo de una llamada telefónica – me dijo con tristeza, le abracé

- Te quiero – le susurré de corazón, sabiendo que era el adiós a aquello que podía o no haber albergado mi corazón


Me abrazó más fuerte aún soltando una pequeña risilla, calma y hermosa. Me dio un pequeño beso sobre los labios.


- Y yo – otro susurro y pronto salió de mi pieza en silencio.


Era tiempo de sanar...me recosté de lado. Mis ojos se desplazaron hasta la urna cineraria que reposaba sobre uno de los muebles en mi habitación...era hora.


Junsu...ah


-

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2 comentarios:

  1. Odette Free dijo...:

    Oh Dios mío...


    ¿qué ocurre con yunho?
    Bestia salvaje todos dos >__________<
    oh por Dios, Jae, tienes que ser feliz y Chun, tu igual, debes superar ese dolor!

  1. Anónimo dijo...:

    Disfruté escribir las escenita de celos, aunque en mi iamginción era muhco mejor xD, es uno de mis capis favoritos