Ok, el shipeo hetero tiene una
explicación científica. Así que no
se me aterren queridas :D Va dedicado
a omma.
Nació de ver la nueva
canción de ryan higa xDDD me he
reído como no tienen idea xD. Espero os
guste. (Pondré como unos extras
en donde armaré la historia pasada del YunJae para
que se ubiquen mejor) Ámenme :D
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Jung Yunho había empezado
a vivir con nosotros desde hacía un poco más de 2 semanas.
Sí, al final decidió pedir posada.
Y mis padres no habían
podido estar más complacidos de poder atender con excesiva bienvenida al hombre
que salvó la vida de su único hijo.
Já...si supieran.
Si tan solo supieran que a
la persona que hospedaban en su sacrosanta casa era exactamente quién me había puesto en ese
estado en primer lugar.
Quien había tenido que llevarme
a su guarida para tratar de salvar mi vida por sí mismo o irremediablemente moriría.
Quien había bebido poco
más de la mitad de mi sangre, esa maldita noche.
Si solo supieran que pude
haber muerto en sus manos entonces...esto nada de esto estaría pasando. Pero no. Nadie sabía. Y tampoco saberían. Me lo había dejado muy en claro , esos ojos fríos me lo habían dejado muy en claro y creía amar lo suficiente a cada ser bajo las paredes de esta casa como para sacrificarme por ella.
Sí aún entre las amenazas, él me había contado
todo.
O al menos una parte de él.
Esa que parecía entrar en
su cuerpo cuando le asaltaban recuerdos del pasado por algo que yo decía o hacía.
Esa que adoraba en demasía a la criatura que dormía dentro de mí. Y hacía que
un rincón profundo y oscuro de mí mismo quisiera recordar aunque sea un poquito...
Pero también estaba esa otra.
La de los ojos berilos que
aterrorizarían a cualquiera.
Y que a mí personalmente me generaban
pesadillas.
Para mi desgracia, esta última era la faceta
que mostraba en un 95%.
Por tanto tenerle miedo
era algo natural, supongo.
Mi cuerpo entero temblaba
cuando percibía su cercanía.
Y lograba captar un
atisbo del brillo asesino que se reflejaba en sus pupilas cuando creía que
nadie lo veía. Ocultar el color natural de sus ojos le fastidiaba pero no podía hacer nada al respecto ya que según lo
que me había dicho nosotros los humanos nos amilanamos por cualquier cosilla.
Eventualmente desaparecía.
Se excusaba con mis padres. Y me arrancaba un pedazo de la ropa que estuviera
usando en ese momento para que se llevara mi esencia con él y al menos así pudiera
irse más tranquilo.
Escuchar este tipo de
cosas de una persona pensarán que debe resultar ser bastante adulador ¿verdad? pues realmente lo sería si
no fuera porque le “quería” tanto y porque hablamos de alguien de mi mismo sexo.
¿A dónde se iba o a qué?
No lo sé, no se lo he
preguntado. Ni lo haré.
Pues sea la respuesta que
tuviese será algo que con seguridad me arrepentiré de saber.
En cierta parte, debo
admitir que estoy agradecido de que sea yo su objetivo...o bueno lo que reside
dentro de mí.
Ese tal Youngwoong o lo
que sea...
De no ser así quizás...
No...
¡No podía!
Bien quizás lo último
fuera porque Eun woo nunca había tenido que vivir con otro hombre a parte de
mí.
Pero.
De todas formas.
Me aterraba la sola
paranoica idea de que generara algún tipo de interés en ella. En mi frágil Eun
woo.
A quien muy en contra de
mi voluntad debía correr de mi habitación en un máximo de cinco minutos pues
esos ojos dorados tras mi clóset me obligaban a hacerlo.
“Es guapa tu novia,
Youngwoong” me había dicho después de una de esas tantas noches en las que ella
entraba a verificar mi temperatura y hacerme compañía.
“Mi nombre no es Youngwoong,”
le había gruñido en respuesta.
Y él había ignorado del
todo mi último comentario como siempre.
“No me gusta que jueguen
con mis cosas ¿he sido claro?” me dijo otro día, apresándome a su cuerpo por
mis caderas. Y acariciando todos los lugares que Eun woo inocentemente había
tocado.
¡Mierda! había tenido unas
ganas indescriptibles de partirle la cara ahí mismo. Y lo peor de todo es que se
dio cuenta y muy lejos de sentirse intimidado, sonrió divertido.
Mi paciencia tiene
límites. Y sinofuera por esa especie de poder intangible que ejercía sobre mi
cuerpo para mantenerme contra la pared y las manos sujetas por encima de mi
cabeza. Hubiera hecho algo al respecto.
Pero no. Salió riéndose de
mi habitación.
Dejándome con toda la
impotencia encima.
Aunque supe que se había cabreado
por la manera en la que tiró la puerta y masculló un par de maldiciones tras de
ella.
Entonces pasaron los
segundos y al fin el coraje se disipó en algo y pude procesar sus palabras y
entonces cundió el pánico.
Mi Eun woon-ah corría peligro.
Yo era quién la ponía en
peligro.
En uno mortal.
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Mis padres estaban
bastante contentos de que mis heridas hubieran cerrado del todo. Pero aún me
obligaban a usar el servicio de habitación y así mantenerme bajo las sábanas
las 24/7.
El reloj marcaba las ocho.
Probablemente Eun woon-ah
me traería la comida en un par de minutos.
Sonreí.
Hoy era uno de esos días
en los que Yunho “se quedaba en la casa de un amigo.”
Así que no habría problema
alguno con que la dejara quedarse a mi lado.
¡Por Dios! que la
extrañaba.
“Oppa,” me llamó e hice el
baile del triunfo en mi cabeza, “oppa te traigo la cena ¿puedes incorporarte?”
“Sí,” le respondí.
“Oppa... ¿estás molesto
conmigo?”
La miré prácticamente
negando con la sola mirada antes de responderle, “¿qué te hace pensar eso?”
mientras le sonreía falsamente.
Y me sentía por mucho una
basura.
“Te he notado muy distante
estos últimos días”, me dijo quise hablar también pero ella me calló negando
con la cabeza, “yo quería decirte que si bueno necesitas un poco de espacio lo
entiendo...no quiero que te llenes con más presión de la que ya tienes lo único
que quiero es que puedas recuperarte lo más rá-”
La besé.
No pude aguantarme.
Mis labios capturaron los suyos
por tercera vez en todos estos 18 años conociéndonos.
Sus mejillas se tiñeron al
rojo vivo.
Sus delicadas manos
apretaron fuertemente las sábanas.
Y no quise dejarla.
Quise alargar el momento
hasta que me desmayara por la falta de oxígeno...o quien sabe tal vez mi otra
naturaleza vampírica por fin podría ayudarme con algo.
Pero su garganta jadeó.
Sus manos subieron y se posaron muy suavemente sobre mis hombros, temblando. Y
supe que la estaba dejando sin respiración, literalmente.
Y tuve que apartarme.
Sus ojos marrones me
miraron opacados por la sorpresa y por ese algo que yo también estaba sintiendo.
Y aquello fue demasiado, de algún lugar saqué la valentía para besarla
nuevamente.
Ella simplemente se volvió
seda bajo mis manos.
Su lengua acarició la mía
torpemente mientras mi peso la hacía recostarse de espaldas sobre mi cama.
Lo iba a hacer.
Finalmente lo haría.
“Te quiero” me dijo cuando
la besé por tercera vez en esa noche.
Y una de mis manos se deslizó
muy despacio por sus costados hasta llegar a su delgada cintura y escurrirse
bajo su blusa y poder subir hasta sus pechos.
Sus manos se apoyaron en
mi espalda. Y su respiración cortada sobre mi cuello me puso la piel de
gallina.
¡Dios mío la tenía! ¡Al
fin la tenía!
Y la haría mía.
Y...
Un par de luces amarillas
brillaron en la oscuridad.
Mi estómago se contrajo.
El rostro de Yunho se dejó
ver entre la oscuridad. Y mi cuerpo de pronto se paralizó por completo.
“¿Oppa?” me llamó ella con
el rostro encendido del pudor y la voz temblorosa.
Dile
que se vaya
– su voz sonó fuerte y clara en mi mente.
No – respondí.
Su gruñido resonó al
segundo siguiente.
No
te lo estoy pidiendo Youngwoong, dile que se vaya ahora o no me responsabilizaré por su muerte...
Se acercó a dos zancadas y
sólo se detuvo cuando prácticamente le chillé – lo haré lo haré ¡No le hagas daños!
“¿Oppa?” su voz me llamó
esta vez asustada, “pasa algo ¿hi-hice algo malo?”
Sentí mi corazón partirse
en mil pedazos mientras le decía, “Woon-ah ha empezado a dolerme la herida creo
que será mejor que descanse.”
Su rostro cambió de confundido
a preocupado en cuestión de segundos para luego prácticamente empujarme de
vuelta a las sábanas aun con el rostro fuertemente teñido de rojo.
“Entonces deberías
descansar,” me susurró en el oído y luego besó muy delicadamente mi cuello.
Mi cuerpo entero tembló
cuando el rugido de Yunho se abrió paso en mi cabeza.
“Que descanses,” le dije
Ella me sonrió desde el umbral
y luego cerró la puerta tras ella.
Desde la oscuridad de una
de las esquinas no iluminadas de mi habitación apareció él.
Estaba cabreado.
Estaba muy cabreado.
Sus zafiros dorados me
paralizaron sobre mi cama. Y cerré los ojos pensando lo peor. Sus fuertes manos
tiraron de una mis sábanas al piso.
Y su cuerpo escaló desde
el pie de la cama hasta ubicarse sobre mí.
“Estoy sediento...estoy
muy sediento y justo ahora me importa una mierda si me das permiso,” siseó en
mis oídos.
“¿Qué?” mi voz sonó
asustada.
El vampiro rasgó la parte superior
de mi pijama con sus colmillos, trazó un corte vertical limpio y me la sacó por la espalda sin cuidado.
“Así que esto es lo que
haces cuando no estoy ¿verdad? Entregándole algo que no te pertenece a alguien
que no lo merece.”
Me quitó los pantalones de
otro tirón.
Y ahí sí, me asusté de
verdad...
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Espero
os haya gustado chikocas. Hasta el próximo domingo :D
Waaa y lo dejaste ahiiiiii T___T jajajaja pero OMFG!!!! Que esta genialllll *___* ommo la que se va a armar ahora!!! Yunho esta que no puede contenerse, espero ansiosa la proxima actu ;D suerte bye!!!