Ok, tengo que
leer anato así que las dejo no le he arreglado mucho, así que si esta muy feo
lo siento T---T. Gracias por leer de antemano. Dedicado a omma.
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No puedo decir que soy una buena
persona. Que por cada uno de mis poros se destila pureza. O que me creo la
mejor cosa sobre este mundo lleno de tanta mierda. No puedo. Y la verdad...me sobran
porqués.
Pero aún así he de admitir que me
resultaba bastante duro pasar mis segundos, minutos u horas de vida sabiendo la
clase de basura en la que poco a poco me convertía.
Y aunque me doliera. Aunque sintiera
mi orgullo esfumarse de mi cuerpo a costa de mis propias acciones, la quería al
punto de ser capaz de renunciar a todo eso por ella.
“Estará bien,” me dijo Yunho al verme
callado, sumido en mis pensamientos y las ganas de vivir bajo cero.
Y casi quise mandarlo a la mierda por
tratar de ser considerado justo ahora, cuando él era la jodida víctima
¡Dios! En mi vida había traicionado a ninguna persona. Y por más que supiera
perfectamente que él se lo merecía por haberse entrometido en mi vida sin
importarle lo que yo sintiera al respecto, y de qué si no fuera por el
Youngwoong que reposaba entre mis entrañas, él no se hubiera molestado en
mantenerme a salvo. Aún por encima de todo eso. Simplemente yo...no quería
hacerlo.
“Quieren atraerme con esto...no
podrán conmigo, soy más astuto, vamos a recuperarla,” volvió a decirme.
Sus ojos dorados brillaban a la luz
de la fogata que habíamos encendido en alguna parte del bosque para pasar la
noche pues ya había oscurecido completamente. Y la única luz natural provenía
de la potente luna por encima de nuestras cabezas.
Pensé en mis padres, de pronto. No le
había preguntado a Yunho que había sucedido exactamente esa mañana del ataque
pero tenía la ligera sospecha de que no había sido solo Siwon quien había
allanado mi casa.
“Youngwoong...” me llamó.
Lo ignoré. E hinqué las uñas en la
tierra húmeda sintiendo pura indignación al darme cuenta que de alguna manera
estaba empezando a acostumbrarme a ese nuevo nombre, y empecé a sentir
auténtico enojo.
Cuando entonces.
“Jaejoong,” me llamó.
Y todos mis pensamientos,
preocupaciones y demás; se esfumaron con el solo sonido de mi nombre en sus
labios.
¿Acaso había escuchado mal? ¿Acaso él
me había llamado...?
“Jaejoong,” su varonil voz me llamó
de nuevo.
Los ojos dorados me observaban desde
su lado de la fogata con preocupación.
“Estará bien, lo prometo,” me dijo, “y
debes saber que lo único rescatable de mi especie es que nunca rompemos una
promesa.”
Sin querer me llevé la mano al anillo
y una lágrima escapó de mis ojos ¡Dios mío, no podía hacerlo!
E irremediablemente a esa lágrima le
siguió otra y cuando me di cuenta estaba sobre la tierra, escondiendo mi cara
entre mis brazos. Temblando de miedo, frío y dolor.
Apretando los dientes de la
frustración que de a pocos me hundía.
Entonces sus brazos me incorporaron
sin muchos esfuerzos.
“Eh...” me dijo en un tonito que
intentó ser conciliador.
No hice nada por soltarme de su
agarre. Me sentía un trapo. Y sólo quería dormir, dormir y dormir hasta que
despertara algún día y me diera cuenta de que todo esto solo había sido parte
de un mal sueño. Tendría a mis padres a mi lado. A mi Eun woo-nah a mi lado.
Y...
Sentí sus manos palmearme la espalda
y poco a poco rodearme el cuerpo para finalmente abrazarme a él.
Hipé.
“No llores,” me dijo, “no me gusta
verte llorar.”
Pero yo solo me afiancé aun más a sus
brazos y le mojé el cuello con mis llantos.
Tenemos un trato. Haya la forma de
deshacerte de él. Enamóralo de ti. Ya lo hiciste una vez. No va a costarte
mucho una segunda. Y cuando lo tengas comiendo de tus manos, entrégamelo.
Nosotros haremos el resto...
La voz de Siwon resonaba aún en mi
cabeza.
Yunho me despegó de a pocos de su
cuerpo analizándome con cautela con sus ojos amatista. Su cercanía era
bochornosa después de todo entre él y yo...había pasado mucho más de lo que
querría confesar. Desvié la mirada a la luna mientras me secaba el rastro de
mis lágrimas con el dorso de mis dedos.
¿Qué era exactamente lo que había
sucedido entre Youngwoong y Yunho?
¿Y porqué al parecer la dichosa
comunidad de vampiros iba tras su cabeza?
Y más importante aún, ¿Qué papel desarrollaba
yo en todo esto? ¿Por qué en mi residía el alma dormida de ese vampiro?
¿Por qué...por qué...?
“¿Porque Siwon quiere asesinarte?” le
pregunté con la voz aún rasposa.
Yunho no pareció muy dispuesto a soltarme
la historia completa, ni siquiera un retazo de ella cabe decir, así que no
insistí. Me acomodó sobre el piso en silencio y me dio su saco para usarlo de
almohada.
Miraba a la fogata como perdido en
sus propios recuerdos. Pensé que la conversación había finalizado hasta que
suspiró de pronto y me dijo, “Youngwoong...hizo algo que estaba prohibido.”
“¿Qué hizo?” automáticamente le
pregunté yo.
“Me creo a mí,” sonrió y aunque
estaba de espaldas a mí supe que sufría por el pequeño encogimiento de hombros
y la fuerza con las que sus puños se cerraban.
Algo ardió también en mi interior.
Había empezado a llorar de nuevo.
“¿Y?”
“Lo asesinaron...él,” suspiró, “él
era un hijo directo del creador, la cúpula más grande, la realeza o lo que sea.”
Pronto le abriría un agujero en la
espalda de tanto que lo miraba en la espera de sus siguientes palabras.
“¿Tienes frío?” me preguntó después
de haberse callado por bastante tiempo.
“No,” le respondí, “continúa.”
“Para que lo entiendas voy a tener
que explicarte el origen de todo y no es precisamente corto,” me advirtió.
“Quiero oírlo...”
“Está bien,” suspiró.
Parecía como si hubiese guardado algunas
esperanzas en cuanto a recibir una negativa.
“Como sabrás nosotros somos eternos
así que lógicamente la cantidad de vampiros que se crearon en el inicio se han
perpetuado con el correr de los siglos. Lamia fue el primero en nacer y por
tanto su líder. Organizó a la manada y la mantuvo secretamente resguardada de
los humanos pues era astuto y sabía que aunque nuestra especie era superior, no
era conveniente tenerlos de enemigos. Por eso existía una regla muy simple:
todo aquel humano que se cruzaba con un vampiro era silenciado con la muerte. La
aldea solo se regía bajo ese principio hasta que nació Youngwoong.”
“¿Qué?”
“Se dice que Lamia se enamoró de una
humana, la deseaba tanto que quiso convertirla en vampiro para así poder pasar
juntos la eternidad. El problema estaba en que nunca en la historia se había
escuchado de un humano convertido en vampiro y todos lo creían imposible. Claro
que esto no lo desanimó, Lamia viajó alrededor del mundo para recaudar
información. Y finalmente apareció a los tres meses. No había encontrado más
que leyendas y tenía miedo de que pudiera tener el efecto contrario en su
amada. Lamentablemente no previó lo que sucedió semanas después.”
“¿Qué pasó?” me encontraba acurrucado
observando su espalda con creciente atención como un niño escuchando a su
abuelo.
“Ella quedó embarazada.”
“No...” me llevé las manos al rostro
Yunho sonrió.
“Sí. Lamia se encargó de que la
noticia quedara entre las cabezas pero ya sabes...la información de alguna
forma u otra siempre se filtra, y cuando llegó a oídos de Aria, su pareja,
enloqueció. Salió en busca de la chica y la encontró en un refugio. Lamia había
salido a buscarle comida. Según dicen la muchacha estaba muy débil, casi al
borde de la muerte y cuando Aria la encontró...le iniciaron las contracciones.
Aria la ayudo a parir y cuando tuvo al bebe en sus manos, la abandonó a morir.
Lamia llegó no mucho más tarde. La encontró exhalando sus últimos suspiros y sin
pensarlo dos veces le introdujo su ponzoña directamente en sus arterias, tal y
cual había oído...”
“Y... ¿Qué pasó? ¡Yunho!”
“La convirtió.”
“¿La convirtió?”
“Sí, pero Lamia no pudo mantenerla a
raya y ella quería a su hijo. Y una noche fue en busca de Aria. Y la asesinó.”
“Pero...”
“Sí, verás los híbirdos no tienen la
misma ponzoña que los vampiros normales, somos veneno para ellos y Aria fue
solo la primera víctima. La neonata estaba descontrolada. Incluso había atacado
al propio Lamia, y él era incapaz de hacerle daño. Finalmente la tomaron
prisionera y el consejo decidió eliminarla. Lami tenía el voto mayor pero no podía
hacer mucho cuando la contraparte era unánime. Dicen que pensó en llevársela lejos
junto a su hijo. Pero el consejo no es estúpido. Y la mantuvieron muy bien
vigilada hasta el día de la ejecución.”
“¿Cómo ejecutas a un vampiro?”
“Eso es lo dramático de la historia,
el que realizaba las ejecuciones era Lamia, pues era el único que tenía el
poder suficiente para quitarle la vida a un vampiro.”
“¿é-él tuvo que?”
“Sí.”
“Mierda...”
“Desde entonces quedó completamente
prohibido la conversión de humanos, tus colmillos debían enterrarse en la piel
de un humano solo para extraer su sangre o sino serías castigado con la muerte.”
“¿Y qué pasó con el bebé?”
“Él bebe no supuso mayor problema su
madre le había puesto de nombre Youngwoong y Lamia le nombró igual ante el
consejo. Todos tenían curiosidad por el nuevo vampiro. Porque al igual que
Lamia poseía poderes que lo diferenciaban del resto. Las hembras también
estaban contentas de tener al niño en el pueblo, y lo criaron y educaron por
voto propio. Youngwoong alcanzó la adolescencia 6 años después. Su rostro
perfecto iba tornándose cada vez más parecido al de su madre. Y Lamia no pasó
el detalle por desapercibido.”
“¿A qué te refieres?”
“Lamia se había quedado sin pareja
por la muerte de Aria. Cada vampiro de la creación tuvo designado una pareja.
Youngwoong era un bonus inesperado. Y Lamia quiso hacerlo suyo...”
“¡PERO ERA SU HIJO!”
“A Youngwoong la idea no le agradó
del todo. Pero no era tan estúpido como para negar los deseos del vampiro
mayor. Así que se convirtió en la nueva pareja de Lamia. Y por tanto gozaba de
muchas libertades, al poder intercomunicarse mentalmente con Lamia era al único
al que se le permitía salir sin hora de llegada. Es así como eventualmente me
conoció a mí.”
“Y te convirtió en vampiro.”
“Sí...”
“¿Y Lamia...?”
“Sí.”
“Lo siento...”
“No me lo quitaron por siempre, me
dijo que lo esperara dos milenios...y mira...aquí estamos.”
“Ok, entiendo todo pero ¿Y qué pinta
Siwon en todo esto? ¿Por qué quieren asesinarte?”
“Lamia es un vampiro mayor, él no se
ensucia las manos saliendo a buscar las ratas por el bosque, para eso tiene a
todo un puñado de súbditos, y su mano derecha es Siwon.”
“Ya pero.”
“Cuando nací como vampiro, cuando fui
un neonato no asesiné a nadie. Youngwoong...Youngwoong supo mantenerme a raya.
Por tanto no había cometido ningún crimen así que no podían imponerme un
castigo así porque así. Pero igual Lamia siempre se las ha apañado para enviarme
algunas visitas.”
“¿Y qué hay de mí? ¿Por qué yo?”
“Eres familiar de la muchacha. La
madre de Jaejoong. Según decían el primer hijo hombre de su la descendencia
sería la reencarnación de Youngwoong.”
Yo tenía puras primas y tías por
parte de la familia de mi madre...
“¿Y cómo supiste?”
“He estado constantemente vigilando a
tu familia durante todos estos años.”
“Y ahora que ellos también saben...”
“Sí. Te quieren de vuelta. Raptar a
Eun woo solo es un cebo para atraerte hacia ellos. Pero no te preocupes puedo
con todos ellos.”
Sus zafiros dorados por fin me
encararon y noté en ellos un brillo peculiar que tiñó mis mejillas de rosa.
“Si tienes frío puedo ayudarte con
eso.”
“No, no puedes. Tu piel es más fría
que...”
¡ODIABA CADA P** VEZ QUE ME CALLABA
CON SU ABRUPTA CERCANÍA!
“¿Decías?” me dijo en un tono
rezongón.
Yo quise mandarlo al diablo.
“Buenas noches,” le escupí mientras
me recostaba para el otro lado dándole la espalda.
“Eh Youngwoong no te piques...” me
dijo colocándose del otro lado de modo que nuestros rostros estuvieran
nuevamente cercanos
“Inocentemente creí que ya habíamos
superado esa etapa...” le dije cansado mientras volvía a cambiarme de lado.
“Vale, Jaejoong...” tiró de mi para
dejarme boca arriba y me dejé hacer solo porque me gustaba que me llamara por
mi nombre.
Le miré con las cejas alzadas a la espera
de sus siguientes palabras.
La luz de la fogata le alumbraba
lateralmente el rostro de color naranja, y verlo dese aquí abajo era
ensimismador. Maldito moreno atractivo.
Me sonrió de pronto. Como si hubiese
escuchado mis pensamientos. Y muy despacio y ante mi total gesto de asombro, me
besó en los labios.
“Descansa,” me susurró luego al oído.
El anillo entre mis dedos me apretó
mucho más la carne. Y sentí mis latidos punzar en la gema rubí. Lo siento
Yunho... lo siento.
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Espero haya gustado,
hasta el domingo :D
miyoooo de miiiiii!