Bueno el ultimito. Gracias por leerlo.
Dedicado a katsurag♥. (Estoy
temrinado un minjae que tengo en proceso y abandonado...voy por el penúltimo capo
escirto claro, los colgaré en el transcurso de la semana.)
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Él ha
despertado.
Sé que me está
mirando. Su respiración ha dejado de ser acompasada como hasta hace unos
momentos. Y lo he sentido revolverse un poco antes de liberar un suspiro.
Sus ojos
avellana me observan en silencio, quizás espera que despierte...quizás solo
quizás no me mande a la mierda o me abandone aquí.
Pero mi
cobardía es grande. La rabia ayer fue un potente propulsor. Sin embargo justo
ahora lo único que sentía era terror, ese que me hacía mantenerme muy quieto
con los parpados cerrados y rogando para mis adentros que no se diera cuenta
que hacía mucho lo había estado admirando dormir a mi lado.
Estoy
desnudo...estamos desnudos. Su mano derecha aún se mantiene en mi muslo casi
cercano a mi rodilla en la misma posición en la que caímos dormidos hace 8 o 9
horas.
¿Era esa una
buena señal?
En estos
momentos realmente odiaba ser tan pesimista.
Sentí su mano
ascender por todo mi muslo y llegar a mi punto sensible. Y no supe que mierda
hacer.
¿Me explican
como hago para pensar en cualquier otra cosa...cuando tenía al amor de mi vida
masturbándome?
Acaso el hijo
de puta...
¿Se había
dado cuenta de que estaba despierto desde hace rato?
Sentía mi
cara muy roja para cuando me animé a abrir los ojos y ver su gesto de diversión
total ante mi muy vergonzosa erección.
¡Yo lo mataba!
La que había
imaginado como la mañana de mi vida...era una jodida broma para él.
El enojo me
volvió al cuerpo al ser invocado.
Y mi ahora
sobrio hyung hizo una mueca de dolor cuando le pegué un manazo en el brazo para
que me soltase. No sabía exactamente que iba a gritarle...pero algo se me tenía
que ocurrir.
Maldita sea
la hora en la que me di cuenta que lo amaba más que a nada.
Maldita sea
la hora en que me dejé etiquetar como dongsaeng y lo dejé irse como si nada.
“¿No vas a
querer que termine?” me preguntó.
Yo no me
podía creer cuan caradura podía llegar a ser. Me cubrí con las sábanas como
pude. Y le miré con odio...o bueno con algo cercano.
“¡Eh! ¿Por
qué me miras así? Bueno...yo quería ayudarte...iré a hacer el desayuno.”
Lo sentí
incorporarse y lo detuve antes de que pudiera sentarse de todo en la cama ¿Ahí
quedaría todo?
No sé con qué
cara le habré mirado porque casi al segundo siguiente me dijo “Min-ah voy a
hacer el desayuno...conversaré contigo en la mesa...justo ahora, me estas
distrayendo un poquito” finalizó dedicándole una expresiva mirada al bulto
entre las sábanas.
Me cubrí con
las manos.
Él salió de
la habitación sin pudor alguno.
Igual procuré
desviar la mirada. No necesitaba más “estimulantes” en ese momento.
La cuenta
regresiva iniciaba: 1 Junsu, 2 Junsus, 3...
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“¿Te
divertiste?”
“Cierra el
pico...”
“¡Eh! Más respeto,
niño”
Le fulminé
con la mirada mientras veía la silla de comedor con horror. A las justas podía
caminar normalmente y con dignidad. Me partiría antes de que mi trasero tocara
la silla. Él se dio cuenta. Y se hizo el idiota porque es lo mejor que sabe
hacer.
Y me hallé odiándole
un poquito más.
Me sirvió los
huevos con tocino que había hecho. Y mientras yo endulzaba mi café se aclaró la
garganta para llamar mi atención.
“Changmin...”
me llamó en un segundo intento.
Un dolor en
lo profundo de mi alma me decía que no alzara la mirada. Pero cogí la valentía
y lo encaré.
“Lo siento...”
Eso era
todo...
Sentí mis ojos
aguarse, pero no dejaría que me vieras llorar no de nuevo. Me llevé la taza a
mis labios y sin importarme quemarme la lengua en el proceso, vertí a grandes
sorbos mi café. Necesitaba calentar mi cuerpo...estaba muy frio.
“Changmin...”
me llamó de nuevo, “esto no ha debido pasar...estaba ebrio, lo siento yo...”
“Hyung, lo
entiendo. So-sólo caya un momento.”
“¿Quieres que
me vaya?”
No le
contesté.
No sabría qué
contestarle.
Y él y su
aparente preocupación no ayudaban.
- ¡Vete! – quise
gritarle pero simplemente no pude.
Sería mucho
más sencillo si solo se fuera y dejara de ser en lo mínimo algo considerado.
“¿Puedo preguntarte
algo?” le pregunté. (Valga la redundancia xD)
Él suspiró
antes de asentir levemente con la cabeza
“¿Recuerdas
esa noche?...la noche anterior al día de tu boda, cuando fui a tu departamento
a ver esa maratón de películas de terror porque huías de la despedida de
soltero que te había preparado Yoochun”
“Sí.”
“Cuándo me
preguntaste si estaba de acuerdo con todo esto ¿Por qué lo hiciste?”
“No lo sé.”
“Hyung...”
“No lo sé,
habías empezado a llorar de pronto y sabes que no me gusta verte llorar. Sentí
que de alguna manera tenía que...”
“Si te
hubiera dicho que no... ¿Qué hubieras hecho?”
“No lo sé
Changmin ha pasado mucho tiempo...”
“Dime algo,
por favor.”
“¿Qué quieres
que te diga? Has sido siempre mi niño...te quiero de una manera especial”
“Pero no es
suficiente ¿no?”
“No lo sé. Me
haces sentir bien pero...”
“¿Pero qué?”
“Tengo
miedo...”
“¿Miedo a que?”
prácticamente grité.
Temblaba.
Temblaba
porque sentía que si te veía salir por esa puerta todo estaría acabado.
Y no estaba
listo.
No podía
dejarte ir.
“A que me
hagas quererte y te arrebaten de mi lado,” me dijo rehuyendo mi mirada.
Se había
sonrojado.
Tuve el impulso
de besarlo.
Pero me
reprimí a tiempo.
“Hyung, no me
estoy yendo a ningún lado”
“Ella me juro
lo mismo y sin embargo...”
“Hyung,” cogí
una de sus manos.
Él me miró
entre asustado y reacio. Pero finalmente suspiró y me dejó hacer sin quejarse.
“¿Me sientes?
Estoy aquí, estoy a tu lado”
“¿Por qué haces
esto?”
“Porque te
amo.”
Una lágrima
cayó por su mejilla.
“Te hecho
daño...” me dijo con la voz algo rota.
“Aún estás a
tiempo para enmendarlo.”
“Vas a tener
un respuesta para todo lo que te diga ¿cierto?”
Asentí con
una sonrisa.
“¿Puedo
pedirte algo también?”
Yo esta vez
asentí, tomándolo entre mis brazos. Aspirando el suave aroma de sus cabellos
que me acariciaban el mentón.
“¿Puedes
besarme?” me dijo
“¿Tienes que
preguntar?”
Me acerqué a
sus labios y deposite un pequeño beso en ellos. Jaejoong terminó de rodearme el
cuello con sus brazos para impedir que me apartara. Y sentí su cuerpo temblar
bajo mi tacto.
“Di que me
amas.”
“Hyung, te
amo.”
Y
para el hyung ya nada más importaba. Porque ese profundo hueco en su alma
empezaba a cerrarse de a pocos. Y la maravillosa persona que tenía enfrente iba
a ayudarlo con la ardua tarea.
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Bueno el finale. xD Gracias por leer.
Un final felizz!!! que bueno que Jae haya dejado su terquedad a un lado y se haya dado una oportunidad de ser feliz al lado de Min.
Me gustó mucho la mezcla de angustia y ciertas partes de humor de tu fic, estuvo genial.
Ahora a esperar tus futuros fics =)
Gracias por compartirlo.