Open Secret

  

Por fin yei! :D Estña completamente bajo el punto de vista de Changmin. Dedicado a Janet Takari. Espero guste :)

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Capítulo 7

El silencio era algo nada común en ellos. Si Jaejoong o Junsu creían que podían pasar desapercibidos. Debían ser muy inocentes o muy estúpidos. Con ellos realmente cualquiera de las dos alternativas era aplicable.

Pero como era costumbre en mí, nunca me metía en aquello en lo que no se me llamaba, que fueran asuntos cruciales al menos. Ya saben dejar hacer, dejar pasar. A menos que se tratara de comida casera hecha por Jae, obviamente.

El punto aquí era que esos dos evidentemente se traían algo entre manos ¿el problema? que a juzgar por todo el secretismo...con seguridad iba a dejar mal parado a más de uno.

Así que decidí que antes de alarmarme por gusto confiaría en mis hyungs quienes seguramente hallarían la mejor forma de solucionar el problema...

¿Cierto?

Junsu pasaba más tiempo en su oficina. Haciendo su trabajo non-stop, y forzando bromas y comentarios a cada que se cruzaba conmigo. Jaejoong, no por supuesto. Actuaba con la misma soltura de siempre, pero cuando creía que nadie lo veía llevaba ese gesto tensionado y paranoico que me hacía querer decirle “todo va a estar bien ¿vale?”

Pero no podía.

A menos que quisiera verlo frikeado.

Y vale...de vez en cuando me gustaba torturarlos. Pero esa no era una de las cosas con las que sería capaz de jugarme.

La cosa se tornó incluso peor dos semanas después.

Cuando Yunho entró en mi oficina con cara de muerto.

Porque sí hasta él había notado algo extraño en Jae...y andaba preocupado ¿Quién le entendía al hombre? Lo bueno de esto es que me había ofrecido quitarme muchos pesos de encima para que averiguara que era exactamente lo que le sucedía.

Y terminé aceptando por dos cosas:

Uno: Vana curiosidad, tenía que admitirlo.

Dos: Porque la cuestión empezaba a tomar más tiempo de lo normal y empezaba a preocuparme yo también. Si Jae no podía lidiar con ello entonces ¿quién demonios podría?

Sólo rogaba porque lo fuera a encontrar...no fuera tan gordo.

O acaso ¿era mucho pedir?

“Changmin-shii”

Y aquí estaba.

El ser humano más intrigante que había conocido en mi vida. Aún por encima de Junsu ¿Se lo imaginan? Lo dudo mucho...

“Minho...” le devolví el saludo

“Hyung...”

El niño ese era potencialmente extraño. Siempre mirándome directamente a los ojos como un búho al punto de ponerme realmente incómodo. Había soñado con él un par de veces incluso. Y déjenme decirles que la mayoría de las noches mis sueños se reducen a pantallas negras. De modo que sus apariciones...lejos de ponerme reflexivo era perturbador.

“¿Qué hay?”

Y ahí iba esa risa histérica ¿Acaso había hecho algún chiste? ¿Y porque se ponía tan colorado?

Primero me había acercado a él bajo la única premisa de evitar algún escándalo que me pudiera vincular con el pato de Junsu ¡La dignidad sobre todas las cosas gente! Tenía una reputación que proteger. De pronto los papeles se habían invertido...y ahora en vez de ser el stalker...era el stalkeado.

“Bueno...creo que iré a ver a Jae-a nuestro vicepresidente,” si Jaejoong me pescaba tuteándole en frente de los otros trabajadores con seguridad me arrancaba la cabeza con los dientes.

Y mi cabeza estaba bonita donde estaba ¿verdad?

“Bueno te veo para ahí”

Una risa histérica más. Y corrí lejos de él en dirección de los pasillos.

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Junsu había estado enfermo.

La hipótesis más atractiva apuntaba hacia sus registros médicos. Pero sabía de antemano que ahí no iba a encontrar nada. Jaejoong me había hecho un perfeccionista por algo...ese tipo de cosas no las habría dejado pasar por alto nunca.

Tendría que buscar el doctor que había consultado mi rubio amigo la última vez que pisó el hospital. Con la discreción debida, para no asustar a nadie. Y poder fácilmente acceder a una plática con el doctor en cuestión y mostrarle mis cartas.

Y bueno, en la última de las alternativas...acorralar a Jaejoong con una historia previamente armada y sobretodo acertada para lograr sacarle toda la sopa.

Cosa que no sería tan difícil si me movía rápido. Y teniendo el respaldo de Yunho puf sería cuestión de horas hasta que diera con la verdad.

Aunque la verdad era que mientras buscaba entre los registros de Junsu y los últimos movimientos bancarios de mi hyung, esa ligera sospecha de que no iba a gustarme mucho lo que iba a encontrarme se incrementaba a zancadas.

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“¡Eh! ¿Qué ya ni me saludas?” le pregunté indignadísimo...no fingía...la única persona que no podría permitir que me ignorara ere ese trasero de pato.

“Changmin...” me dijo más por cortesía que porque quisiera

Y realmente me sacó de mis casillas. Pero me controlé.

“Wow...eso me hizo sentir mucho mejor.” le dije con sarcasmo.

Él no pareció muy afectado mientras me decía, “lo siento estoy algo cansado no he dormido bien ayer”

“¿Tienes hambre?” le pregunté algo preocupado.

“Podría comerme una vaca entera,” me respondió.

“No me retes Junsu...no te conviene,” le dije ente risas.

Él rió por primera vez también.

Mis ojos se desviaron a su vientre y no pude evitar sentirme en extremo...fuera de lugar.

Asan Medical Center

 Kim Junsu de 25 años. Gestante. Dos meses. Alto riesgo de aborto. Compromiso de vida alto. Consentimiento informado. Observación constante. Tratamiento iniciado.

“¿Bueno vas a invitarme el almuerzo o no?”

“¿Eh?”

“¿Qué si vas a invitarme el almuerzo, me estás haciendo caso?”

“Ah sí, sí. Vamos”

Iba a reunirme con Yunho esa noche para informarle las colosales noticias que tenía. Me había asegurado de tapar todo rastro y amenazar a un par de personas para que la información a la que había accedido no dejara ningún rastro.

Nadie más podía enterarse de aquello.

Lo que no me cuadraba...era el tiempo de concepción.

Sabía de buena mano que Junsu y Haruka no habían tenido una vida sexual lo suficiente activa desde el último mes antes de romper...lo que efectivamente había sido dos meses.

¿Acaso ellos habían vuelto a encontrarse y...?

No. Eso era imposible ¿entonces?

¿Entonces de quién?

“¿Changmin?”

“¿sí?”

“¿Por qué no enciendes el auto?”

“¡Oh! ¡Ah sí, lo siento!”

“Estás algo muy ido hoy ¿no?”

“No dormí muy bien ayer.”

“¿Qué habrás estado haciendo ayer, pues?”

“¡Bah! Aquí el único promiscuo al parecer eres tú.”

“¿Disculpa?”

“Sí, sí, sí tengo pruebas irrefutables.”

“¿Cómo cuales me puedes decir?”

Me mordí la lengua.

“¡Yahhh! no eres divertido.”

“Tú eres muy pavo...es todo”

Se había sostenido el estómago.

¡TODO ERA DEMASIADO RARO!

“Espero que me lleves a un sitio caro ¡eh! La última vez prácticamente te gastaste la tercera parte de mi paga ¡cerdo!”

“¿Vas a decirme cerdo tu a mí? Pufff”

“¡Calla!” me golpeó el hombro.

“¡Eh! que por sino lo has notado llevo nuestras vidas en mis manos.”

“Ya, ya, ya.”

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Yunho tocó mi timbre a mitad de Ghost whisperer. Y estuve muy tentado a dejarle fuera hasta que empezaran los comerciales cuando aporreó mi puerta. La paciencia de Yunho era nula. Si no fuera mi jefe hubiera pateado su trasero hace mucho.

“Pasa.”

Yunho me miró con mala cara.

Me dejé caer de nuevo en mi sillón.

“¡Changmin! He venido para que me digas que sepas no para ver la tele contigo.”

“¡Ah! perdona,” me reí.

Al final...me había perdido la primera parte de todos modos. Apagué la tele. Dejé mi ramen a un costado y saqué los papeles de la mesilla a mi lado izquierda.

“¿Qué es-?” leyó la primera línea y se quedó callado.

“Ahá.”

“¿Qué tipo de broma es-?”

“Sigue leyendo.”

“Pero-como-cuando-no.”

Sí. Había tenido su misma reacción en la mañana. Hay determinadas cosas que simplemente no esperas. Aquella era la reina de todas.

“Jae...”

“Jae lo está ayudando a cubrir...”

“¿Es de Haruka?” me preguntó con rabia

Nunca estuve más agradecido de poder negar algo. Y entonces el ceño se le pronunció como a mí, supe que pregunta iba a venir a continuación porque yo aún no tenía respuesta para ella.

“¿Quién?”

“No sé...”

“No crees que Jae-”

“¡Dios no!”

“Vale, tenía que preguntar...es todo”

“¡Argh! Ahora no podré quitarme la imagen mental,” me quejé.

Yunho sonrió.

“¿Has-?”

“Sí, no hay forma de que nadie más se entere de esto...he cubierto todo.”

“Bien,” dijo en un suspiro, “mierda, esto es muy raro.”

“Lo sé... ¿en serio hyung no te ha dicho nada de esto?”

Le dolió negar con la cabeza, lo sé. Y me sentí muy basura por haberle preguntado algo tan obvio.

“Él...no confía en mí en absoluto.”

“Eso no es cierto.”

El suspiró amargamente.

“Lo es. Es esa la razón por la que...” puso una cara de mártir que le hubiera quebrado el corazón a cualquiera.

Y yo que juraba ser indolente.

“¿Hyung?” le llamé con miedo.

Él pareció reaccionar antes mis palabras y se puso en pie rápidamente

“Lo siento, estoy hablando de más. Debería irme ya. Me encargaré de deshacerme de esto. Te veo mañana.”

“Ok.”

Y sin más se fue.

Cuando volví a aprender la tv ghost whisperer había terminado. Estaba dando Grey’s anatomy y aunque lo empecé a ver desde el comiencito no pude cogerle la ilación. Tenía la mente demasiado ida, como pensar en otra cosa que no fuera...

¿Por qué Junsu?

¿Por qué?

Lastimosamente...nadie pudo darme respuesta.

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Espero haya gustado. Lo he escrito ahoritita. Gracias por leer.