Cuarto especial

Está corto. Y se acerca el final (de los especiales) quiero terminarlos para que se ubiquen mejor en la historia original. He cambiado hartas cosas de ella. Y creo que la inspi buena ha vuelto (me he estado releyendo isilu) y sufrí una catarsis total xD.

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E special 4.

La capacidad para ensombrecer su expresión con la mismísima muerte en persona era algo que a Youngwoong jamás le había costado mucho. De modo que no sabía QUE CARAJOS hacía aún recostado sobre los aposentos de su pareja, en esos momentos ausente, con una erección muy grande entre las piernas y un miedo que le hincaba en lo profundo de su huesito de la felicidad pues el susodicho podría entrar por esa puerta en cualquier momento y Youngwoong se había jurado que por ninguna bendita razón del mundo rompería la conexión con Yunho. No mientras hacía lo que hacía.

No mientras tenía la capacidad de ver a través de su mente lo que él veía.

El dolor le punzó el alma.

¿De cuándo acá se habían invertido los papeles y era él quien se desesperaba por el humano?

¡Oh sí!  Desde que habían pasado cinco interminables días.

Y para un vampiro con un libido maximizado como el suyo...cinco eran demasiado. Es como dicen...después de haber probado el fruto...la satisfacción es irrefrenable. Y Youngwoong tampoco pensaba en frenarla a decir verdades.

Así que ahí estaba, susurrándole barbaridades sin pudor alguno a un Yunho que ya ni se reconocía asimismo.

O prefería no hacerlo para no morir de bochorno.

“Bueno...no sabía que se podía sacar tanto provecho de esto...” por fin Youngwoong le dijo con la voz algo ronca y después de irremediablemente haberse tenido que hacer cargo de sí mismo.

Yunho no respondió. Dudaba que pudiera hablar propiamente siquiera.

“¿Yunho? ¿Estás durmiendo?”

“Si continúas hablando no me dejas hacerlo...”

“Mmm...”

“¿No vas a volver?”

“Volveré en cuanto tenga la mínima oportunidad de hacerlo.”

“¿Vas a decirme ahora sí adonde has ido?”

Yunho pudo escuchar claramente un portón muy grande deslizarse y la voz aterciopelada de una tercera persona dirigirse a Youngwoong, y eso fue todo...

El enlace se perdió. Y Yunho no se atrevió a llamarlo de nuevo. Fuera quien fuera el recién llegado era alguien del que Youngwoong no iba a hablarle por cuenta propia...y eso lo dejó realmente cabreado.

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“Mi señor,” le saludó haciendo una reverencia sobre sus muslos desnudos casi al borde del pánico cortando la conexión de golpe y escondiendo tras su gesto de indiferencia única todo lo que había pasado desde hace 15 minutos.

“Youngwoong...pensé que querías salir a dar un paseo esta tarde.”

“Quería...pero me sentí muy cansado.”

Los ojos dorados le examinaron con cuidado.

“¿Ah sí? Bueno...espero que el cansancio se te haya pasado entonces...”

Youngwoong sintió sus fauces tensarse.

“No me he alimentado en un buen tiempo quizás debería salir en busca de...”

“Mandaré a Siwon por algún bocadillo.”

“Pero creí que no...”

“Eso se cumple para el resto de la manada...tú tienes beneficios sobre el resto al ser mi pareja,” la voz aterciopelada ocultaba cierto mensaje entre sus palabras...Youngwoong no era estúpido

“Lo sé, mi señor. Es un honor inmenso”

“¿Lo sabes, cierto?” Youngwoong sintió sus huesos crujir por la fuerza con la que de pronto Lamia lo tenía sujeto, “sabes que tu cuerpo es exclusivamente mi templo...mío y solo mío...”

Youngwoong se tragó los alaridos y sólo le devolvió la mirada con decisión.

“Lo tengo muy presente, mi señor.”

“Bien.”

La tortura cesó. Youngwoong cayó de bruces al suelo. Pero se puso en pie de inmediato.

“Si quieres volver a salir de la aldea Siwon te hará compañía.”

“Mi señor...he hecho algo que amerite su desconfianza hacia mí.”

¡NO HABÍA FORMA DE QUE TUVIERA A SIWON DE SOMBRA NI AHORA NI NUNCA! ¡Especialmente ahora que tenía el factor Yunho en todo esto!

“¿Debería desconfiar de ti?”

“Por supuesto que no...pero siempre me ha dejado salir sin una escolta.”

Lamia lo atrajo a su cuerpo.

“Si quieres el permiso...vas a tener que ganártelo.”

Youngwoong agachó la cabeza antes de unir sus labios. Yunho iba a recompensarle todo aquello...y con creces.

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“Casi dos semanas sin verme y no recibo un hola si quiera.” Youngwoong le dijo a manera de saludo esa tarde al llegar, “vaya...”

El primer impulso del moreno fue correr a sus brazos. Pero luego la migraña que había tenido en todos estos días le golpeó en el orgullo y lo mantuvo sentado en el piso, mirando en dirección paralelamente contraria hacia donde el recién llegado se encontrada, tratando de ocultar la alegría de volver a tenerlo tan cerca suyo.

“Hmp... y yo que me preocupo y te traigo comida,” renegó Youngwoong falsamente.

“Métete tu cochina comida por el...” el moreno pensó.

“¡Eh! que puedo escucharte” le gruñó el vampiro dejando los frutos y demás en una esquina del refugio.

¡Vale! Tampoco esperaba que se tirase a sus brazos y trataran de recuperar en una sola noche todo el tiempo perdido. Aunque la idea no se le hiciera del todo mala...para nada. Pero ¡en serio! de que le valía hacerse el difícil cuando podía escuchar perfectamente el cuanto lo había extrañado de sus propios conflictos internos.

Youngwoong a veces no lo entendía.

Pero esa parte de él era demasiado encantadora.

Suspiró mientras se dejaba caer en la cama que Yunho había construido por sí mismo en su ausencia. El moreno le miró algo dolido desde su esquina. Y Youngwoong casi rió al escuhcarlo quejarse por no recibir ningún cumplido.

Vale, le había costado. Pero era una cama.

Sus cumplidos valían más que eso ¡Yunho debería saberlo!

¿Cierto?

Aunque venía a pelos ya que se moría del cansancio. Lamia de todas maneras había mandado a Siwon para que lo vigilase de lejos. Eran demasiado inocentes ambos si creían que no iba a darse cuenta...y le había costado un día entero tener que perderlo.

Sintió cierta pena por Siwon...la que le caería cuando reportara su misión como fallida.

Pero su naturaleza vampírica no era sinónimo de empatía así que la pena se fue en cuestión de segundos por donde llegó.

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Anocheció más rápido de lo que Youngwoong pensó. Se había quedado dormido. Yunho devoraba algunas de las frutas que le había traído y ocultó su sonrojo cuando se vio pillado.

¡ODIABA A ESE VAMPIRO!

“Tú y yo bien sabemos que no...”

“Dejarás de meterte en mi cabeza si te arranco la cabeza.”

“Sí y no.”

Yunho rodó los ojos.

“Dudo mucho que puedas acercarte tanto o salir con los brazos pegados al cuerpo al menos.”

“No serías capaz de arrancarme los brazos.”

“No serías capaz de arrancarme la cabeza.”

“Vale, tal vez no...” aceptó el humano con impotencia.

Yunho terminó de atragantarse la comida, diez minutos más tarde. Youngwoong seguía desparramado en la cama mirando la luz de luna en el cielo nocturno. El refugio era de madera y el techo no estaba cubierto del todo ya que a Youngwoong siempre le había gustado ver los astros.

“Tengo frío,” le dijo el moreno de pronto, devolviéndolo a la realidad.

“Yunho...si quieres tener sexo conmigo solo tienes que pedirlo.”

Yunho sonrió.

“Bueno...sí quiero tener sexo contigo...pero ya que no hay espacio para mí.”

Youngwoong no necesitó de más palabras para hacerse a un lado de casi un salto, Yunho tomó su lugar bastante satisfecho.

“Buenas noches,” entonces le dijo.

Cubriéndose el cuerpo con las pieles y acomodándose de costado pues le era imposible conciliar el sueño boca arriba y...

Youngwoong se aclaró la garganta.

“¿Qué?” le preguntó tratando de sonar inocente.

El vampiro le dedicó una expresiva mirada de – sabes perfectamente a lo que me refiero.

“Oh lo siento,” sus habilidades teatrales eran muy incipientes pero... “estoy algo cansado no ha dormido muy bien estos últimos días...”

Youngwoong alzó una ceja.

Según su punto de vista ahí quien había hecho más sacrificios...no era nadie más que sí mismo y él nunca de lo que es nunca...se sacrificaba por nada ni nadie. Y realmente no debería sentir más que profundo enojo por el humano que tenía enfrente...pero.

¿Pero qué?

“¿Youngwoong?” el moreno lo llamó al verlo ido.

“Hmp...”

“¡Youngwoong!”

“No tienes que gritar ¿sabes? Creo que también dormiré estoy cansado,” la alba criatura hizo el amago de querer cambiar de posición para el otro lado pero la mano de Yunho lo detuvo.

¿A qué mierda venía todo eso? Desaparecía por más de una semana completa para irse con la jodida persona o vampiro, esa posibilidad jodió aún más, con la que hubiera estado y ¿venía a refregarle en la cara su puesto de segundo?

¿Qué estaba cansado?

¡¿QUE ESTABA CANSADO?!

“¿Yunho...?”

Motivos iba a darle él para que estuviese cansado. Él no era el segundo plato de nadie. Y le dejaría bien en claro que lo que él podía darle no lo encontraría en ningún otro lado...

Quinto especial

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Gracias por leer. Hasta el domingo :D