“El
conocido y actual miembro de DBSK, Shim Changmin, fue encontrado esta mañana en
el estacionamiento del hotel en el que momentáneamente estaba alojándose, sin
conocimiento y claramente maniatado. Se desconoce la posible identidad de su
agresor, el guardia que lo encontró en la mañana ni siquiera pudo reconocer a
la estrella pop debido al gran charco de sangre en el que se hallaba. Se han
revisado los videos de las cámaras de seguridad y como verán en el video que se
grabó alrededor de las 4:23 am solo puede verse esta camioneta negra que se
detiene en este parking y lamentablemente debido a que la propia camioneta
bloquea el campo visual de las cámaras no se puede ver si quiera la silueta de
quien deja el cuerpo de Shim en el suelo. La policía sigue trabajando en
coordinación con los guardias de seguridad del hotel y los allegados del
cantante en busca de una posible explicación. Lamentamos informarles además que
el estado de salud del actor es preocupante, se sabe que ha tenido que entrar a
sala de operación por algunos golpes fuertes que han dañado sus órganos
internos. Y según noticias que han llegado hace apenas unos minutos Shim
Changmin ha entrado en coma.”
“En
otras noticias, millones de fans en todo el mundo se han reunido para expresar
su apoyo hacia el idol. Aquí la nota...”
Jaejoong
apagó el televisor.
Hincado
sobre el mueble de la salilla de su departamento con un gesto indescifrable.
Tenía
las manos blancas de tanto apretar el control entre sus manos.
Las
palabras “coma” y “maniatado” flotaban en el aire sin terminar de ser
procesadas.
Sentía
unas ganas enormes de vomitar ante las muchas imágenes que se formaban en su perturbado
cerebro.
La
presión se le había ido al piso.
Tenía
demasiado frío.
Caminó
hacia la calefacción completamente ausente y la subió unos 7 grados.
Para
cuando volvió a internarse en el sillón no hubo diferencia.
Intentó
abrigarse así mismo con sus brazos. Su cuerpo titiritó aún más.
El
control remoto le hincaba la parte final de esternón en la posición en la que
se encontraba.
Miró
su celular abandonado en la mesilla. Yoochun había llamado minutos antes del
documental para contarle de un sueño raro que había tenido. El pelinegro estaba
en china para un fanmeeting. Completamente ignorante de la barbaridad que
acababa de ocurrir. Tardaría algunos minutos más para enterarse.
La
verdad es que deseó también hallarse fuera del país para así tener excusas para
no poder estar junto a su dongsaeng.
Junsu
no tardaría en timbrarle al móvil para evitar que cometiera una estupidez. Ni
siquiera él mismo sabía cómo reaccionar.
En
este par de años separados nunca lo había sentido tan real como ahora.
Tan...tan
horroroso.
Se
sentía enfermo del solo ser consciente de que se había enterado de todo por la
televisión.
¡Por
la televisión, maldita sea!
Que
su Min. Que su Min...
Quería
aunque sea poder llamar a Yunho, intentar calmar la inmensa ansiedad del que
era preso en esos momentos. Al menos para hablarle o no sé algo...
Pero
cuando cogió su móvil se dio cuenta que ni siquiera tenía su número.
Un
sonido lastimero raspó dolorosamente su garganta. Las lágrimas empezaron a
caer.
“Coma”
La palabra vibró de nuevo en su cabeza.
El
control remoto se estrelló contra el piso.
-
A la mierda – susurró con a voz quebrada por sus sollozos.
-
Tengo derecho a saber, tengo...
Con
pasos atormentados cogió su billetera, sus llaves. Y salió dando un portazo.
Sin acordarse de trancar la puerta o llevarse un abrigo dado el frío calador de
huesos de allá afuera.
Se
lanzó escaleras abajo. Eran solo tres pisos hasta el estacionamiento, no tenía corazón
o paciencia suficiente para esperar al elevador.
A
cada paso que daba se cabreaba aún más.
El
shock ya había pasado.
La
ira se había hecho paso.
Alguna
parte consciente aunque inhibida de si mismo le rogó a Dios no hubiera una fan esperándolo
en el parking. No quería ni ponerse a pensar en lo que haría si veía a una de
esas enfermas con sus cámaras. Algunas de aquellas que habían podido hacerle
daño a su Changmin.
Aunque
su teoría fuera excesiva.
Ahora
mismo sospechaba de todo mundo. Y como tuviera la mínima prueba de un culpable
sería él quien se lo moliera a palos. Tuviera el aspecto que tuviera.
A
la carrera subió en su auto.
Vio
la cara de loco que se mandaba por el espejo retrovisor y simplemente le
importó un carajo.
Ya
de camino recordó inoportunamente que Changmin siempre le retaba por manejar
con los humos subidos. Pero ahora ¿Changmin no estaba, verdad?
Su
fuerte puño se estampó sobre el volante.
Las
llantas temblequearon un poco. Estaba en una vía principal al máximo de
velocidad permitido quien sabe si más.
Su
auto empezaría a volar pronto.
Afortunadamente
de alguna manera se las arregló para no matarse o chocar a alguien en el camino
y llegar hacia el edificio de la Sm, con un solo objetivo en mente: encontrar a
Yunho.
Abandonó
su auto pesimamente parqueado a mitad de la pista auxiliar y salió de una
patada afuera. El tipo de seguridad quién por supuesto no se imaginó volver a verle
la cara jamás en la vida se quedó lelo cuando Kim pasó sin reparos debajo de la
valla de seguridad de lo más campante.
-
¡Eh, Sr. Kim usted no...!
El
pelirrojo volteó con los ojos rojizos, con el cabello totalmente empapado en
sudor y un aspecto tan enfermizo que Cho, el de seguridad se preguntó si realmente
ese era el Kim Jaejoong que veía en tv y revistas.
-
No – le dijo con voz trémula por la ira – solo...por favor no me detengas.
El
guardia dudó.
Con
un pie fuera de la cabina.
Acababa
de ver el noticiero, entendía perfectamente porque estaba ahí.
Y
aunque supo iba a caerle por lo que haría a continuación, simplemente le hizo
un gesto de “no he visto nada” y volvió a su cabina.
Jaejoong
no se molestó en decir gracias tan solo empezó a correr sin mirar atrás rumbo a
la residencial.
Para
cuando llegó al departamento deseado los humos se le bajaron de golpe.
¿Hace
cuanto no se habían visto frente a frente?
Deseó
que a tocar fuera Changmin quien le abriera la puerta. Quien le insultara, le
pegara o le besara.
Sus
nudillos golpearon la puerta una y otra vez.
Nadie
respondió.
Sus
manos intentaron maniobrar el pomo en su desesperación y cuando lo hizo la puerta
se abrió sola. Vio el pasillo. Sintió el aroma de Changmin golpearle con fuerza
el alma. Sus rodillas temblequearon. Tuvo que apoyarse en el marco de la puerta
para no caer al piso.
Y
así, muy débil dio el primer paso sobre ese pasillo.
Los
mechones rojizos le obnubilaban la visión no importaba ya que Jaejoong en esos
momentos caminaba guiado de su olfato. A través de la sala, el estudio y ese
último pasillo que daba a otras dos habitaciones.
De
alguna manera identificó una de ellas como la de su exlíder, no se equivocó, y
no dudó en empezar a aporrearla, a golpearla a puño limpio mientras las
lágrimas le caían a gotones.
-
¿Dónde estás? – le preguntó entre golpe y golpe.
- Me lo prometiste – gritó – me prometiste que lo cuidarías, que
tú...estarías aquí para él, que le darías cada abrazo que yo no podría,
que...que ¡ábreme la puerta joder!
Se escuchó el
portazo de la puerta principal. Pero Kim estaba demasiado deshecho como para
darle importancia.
Las fuerzas se le
iban entre golpe y golpe. Mientras palabras más egoístas salían de su boca.
Sabía que Yunho estaría igual o peor que él. Pero le importaba una mierda a
empatía en esos momento Jaejoong solo quería a Changmin.
Pero Changmin no
estaba.
¡Estaba en un
jodido hospital, en coma!
Un sollozo se le
escapó horrorosamente. La garganta le ardía como las mil putas. Sus nudillos y
sus piernas.
- Tienes que
llevarme a él, me necesita. No lo hagas por mí, hazlo por él
La puerta se
abrió despacio.
Un Yunho con los
ojos enrojecidos salió a través de ella. Su rostro lucía tan dolorosamente
demacrado que pronto todas sus palabras dichas le atravesaron como puñales el
corazón. Jung aun lloraba. Aunque intentara ocultarlo parecía querer
desvanecerse en cualquier segundo.
Tomó un largo
respiro mientras le abrazaba con fuerza.
Jaejoong luchó un
poco.
Pero a fin de
cuentas sucumbió ante el abrazo forzoso. Y aunque se sintió extraño después de
un largo tiempo sin sentir el calor de Yunho sobre su cuerpo. Cerró los ojos y
dejó que las lágrimas fluyeran en silencio.
;___________; Mi Chang pero quien le hizo eso waaa JJ no te rindas Min esta ahi para ti