En definitiva no puedo escribir hards
gente! xD I’m sorry mi ser una nena ;____; así que lo siento Jomy xD el cerebro
no me da xD. Y bueno aquí les va :D. No me responsabilizo por los facepalm y
demás. Esto es lo más non-sexy ever xD
Yoochun se ha puesto colonia de más.
Se ha tomado su tiempo afeitando su
barba.
Y se ha metido la tarjeta negra en el
bolsillo trasero de sus jeans.
¿Cómo se llama la obra?
Exacto, Yoochun sale de joda (inserten
los wujus aquí)
Pero no a una cualquiera. Sino por la
que viene esperando hace meses. La bomba máxima del año por la que el mismísimo
Jae había admitido moría por ir.
Y para la cual por supuesto nuestro
querido ratón tiene invitación y dos grandes planes en mente.
Primero: Levantarse a la mina más
buena del lugar.
Segundo: Pegarse tal borrachera que
al día siguiente no recordara ni su nombre.
Se acomoda los rulos negros un poco
más frente al espejo y finalmente decide abandonar la mansión de su familia.
Son cerca de las 12, su madre no ha hecho más que suspirar y decirle que por
favor lleve preservativos.
Él como un buen hijo ha sacado un par
de su billetera y se los ha mostrado entre sonrisas maliciosas para dejarla
tranquila.
El padre le ha escondido las llaves
del auto, ha hecho oídos sordos a sus quejas infantiles y le ha informado que
el mayordomo va a dejarlo en la puerta de la disco y recogerlo ahí mismo a las
6.
Son una familia de renombre.
No pueden permitirse escándalos de
ningún tipo.
Y Yoochun bailando la macarena
mientras canta el himno nacional se considera como uno.
El pelinegro ha desistido con mala
cara y se ha metido en la limo y ha llamado a su camarada, su compadre, su
mugre (porque él era la uña) su hermano, su yunta, su causa, ok creo que ya
dejé en claro el punto.
Su mejor amigo que se nombra y
apellida Kim Jaejoong, Jae para los amigos, Joongie para el novio, marrano para
Yoochun.
Dicho marrano le ha cotilleado un par
de papelones que ha grabado en su móvil para mandar la reputación de un puñado
de snobs a la mierda.
Y ahora cada quien de su lado ríe a
carcajadas.
La noche es virgen. Y las minas que
encuentra en el lugar al bajar de la limo, todo lo contrario.
Su mayordomo le recuerda que vendrá a
buscarlo a las seis.
Yoochun solo asiente antes de caminar
elegantemente hacia la entrada.
El VIP le alza una ceja en una
petición gestual por su invitación y él la extrae de sus jeans con una gran
sonrisa.
El corpulento hombre se hace a un
lado y las luces psicodelias le golpean los ojos.
YooChun se pierde entre la mar de
cuerpos en busca del bar.
Cuando logra llegar a la barra, su
pelirrojo amigo le saluda a lo lejos y él sonríe cómplice.
La música ya le ha dejado medio sordo
y lleva menos de 20 minutos sentado en los muebles de la zona VIP.
Varios de sus patas le han saludado y
han compartido una ronda de cervezas con él.
Algunos de ellos ya algo afectados
por los previos.
Algunos otros de las manos de sus
flacas.
Las 3 de la mañana han llegado entre
mucho alcohol, bromas y nada más que testosterona. Su fiel amiguito sin embargo
no está del todo complacido y no deja de reclamarle un poco de acción. Lo
cierto es que en las tres horas que lleva sentado bebiendo bastantes chicas han
venido a coquetearle pero él no se ha quedado ni remotamente convencido.
Sus ojos siguen escaneando sin
disimulo el lugar en busca de su 10.
Jaejoong ha desparecido hace media
hora con el novio.
Y ahora está algo aburrido.
El brother que está sentado junto a
él le platica de lo muy próximo que está de repetir todo un año. Y aunque le
haga sentirse mejor consigo mismo...no es de su interés exactamente.
El barman le ha puesto un “kamikaze”
en la mesa y él lo ha cogido dispuesto a tomárselo de un trago. Cuando unos
jeans pitillos con un trasero que nunca en su vida había visto le hicieron
voltear la cabeza de una manera imposible.
El kamikaze volvió a descansar sobre
la mesa.
Y un Yoochun algo picado y más
atrevido caminó hacia su presa.
La muchacha llevaba una remera negra simple
pero elegante ni tan pegada ni tan suelta que acentuaba de alguna forma su
escultural trasero aún más.
No llevaba tacones sino zapatillas.
No llevaba maquillaje. Su rostro de
ángel no lo necesitaba.
Tenía el cabello corto en un estilo
algo varonil.
La moda de hoy en día quizás.
Yoochun notó que la chica era algo
plana por delante. Pero ese trasero fácilmente sería la envidia de J-lo así que
no le importó.
Los ojos cafés de la nívea señorita
le miraron con duda cuanto se le plantó delante.
Volvió la cabeza hacia atrás para cerciorarse
de que se estaba dirigiendo a ella y al hacerlo volvió de nuevo la mirada con
una media sonrisa.
Sus pestañas naturalmente rizadas se
batieron en la espera de una introducción.
Y Yoochun se la dio. En un susurro al
oído y las manos cómodamente en su cintura.
Sin olvidar la sonrisa de galán que
era incluso más atractiva cuando tenía alcohol en la sangre.
La música tan alta era la perfecta
excusa para que sus cuerpos descansaran muy juntos.
La voz de la pelinegra era suave.
Tenía un nombre varonil.
Que le caía al pelo a decir verdades.
Era graciosa. Nada recatada. Y eso era
justamente lo que a Yoochun le encantaba. De modo que le preguntó si podía invitarle
un trago. Y ella se mordió los labios de una forma que le hizo querer tirarse
sobre ella y comerle la boca.
Cerró los ojos y arrugó la frente
mientras largaba un suspiro.
Sus ojos marrones le miraron sin
decir nada.
Y brillaron al color de las luces
psicodélicas.
Yoochun no iba a esperar un segundo
más, se inclinó los pequeños centímetros que los separaban para besar sus
labios.
Pero la pelinegra intentó poner un
espacio entre ambos con una sonrisa incómoda y una mano en su pecho.
- No quieres hacer esto – le dijo.
- Creo que sí quiero hacerlo en
realidad...
Intentó acercarse otra vez pero fue
rechazado de nuevo.
- No, no quieres y ¿sabes? te haré el
favor y me iré, ya es tarde de todas formas
- No...Lo siento estoy algo subido está
bien no tienes que irte
- Si me quedo te vas a arrepentir
- Créeme que no
- Pero... – sus peros murieron entre
los labios del pelinegro.
Fue un primer roce. Un pequeño pico
antes de que sus rostros se separaran unos milímetros para poder compartir
miradas. Y entonces...todo se fue a la mierda.
Entre beso y beso retrocedieron hasta
chocar con alguna pared.
El lugar al que habían llegado debía
estar jodidamente cerca a los parlantes porque los tímpanos les vibraban. Las
luces psicodélicas alumbraban a lo lejos. Y la oscuridad los había tragado.
- Podemos ir a otro lugar – le dijo
él mientras sentía la gloria misma al ponerle las manos allá atrás
- ¿En serio puedes? Porque creo que
esto...no opina lo mismo.
El pelinegro largó un gruñido al
sentir las manos de la mina por encima de sus jeans ¡Esto iba a ponerse tan
bueno!
Sus manos se colaron por debajo de la
remera de su acompañante y sus dedos acariciaron el abdomen plano y la piel
suave de Junsu.
Hasta que algo le hizo detenerse de
golpe.
Había un algo duro de más.
Iba borracho, sí.
Pero este tipo de alteraciones en la
percepción eran way too much.
Se separó de pocos riéndose de su
propia estupidez. No podía simplemente mirar hacia abajo porque no veía
absolutamente nada por lo oscuro que estaba. Pero cuando sus manos se
dirigieron al lugar y corroboraron que ahí había algo de más.
Se quedó estúpido.
- Te dije que si me quedaba te ibas a
arrepentir
Yoochun no respondió.
No porque estuviera asqueado.
No porque se sintiera aliviado de
haberse parado a usar el cerebro y evitar el peor error de su vida.
Sino porque estaba considerando
querer tener sexo con ese ¿chico?
Otro hombre.
¿Era gay?
Sí eso en definitiva te hacía gay.
La palabra lo asustó como el diablo
mismo.
Tuvo el impulso de correr y alejarse
de ese otro cuerpo y guardar esta experiencia como un secreto para toda la
vida.
Pero sus piernas estaban tiesas.
Sintió las manos de Junsu tocarle el hombro mientras le preguntaba si estaba
bien y el calor que le irradió corrió por todo su cuerpo como una corriente eléctrica.
- Estoy hecho una cuba ¿verdad?
- ¿Que?
- ¿Qué si estoy hecho un cuba?
- Pues ni tanto a decir ver-
- Dime por favor que estoy hecho una
cuba
Junsu se quedó en silencio.
- Vale, estas hecho una cuba.
- Exacto, por lo cual no soy
consciente de mis actos.
- Supongo que no...
- Ajá y entonces si hago esto – sus labios
buscaron los labios de la pelinegra en la oscuridad – es porque es mi deber
como borracho
- Pues sí...supongo que sí.
- Entonces Junsu...lo siento pero voy
a cargarte...y duro.
- ¿Por qué es tu deber como borracho?
- Exactamente.
Las manos volvieron a pelear con la
ropa. Sus cuerpos hallaron la forma de unirse usando la pared como único
soporte y ese rincón olvidado en donde solo los parlantes residían amortiguaron
sus gruñidos y gemidos.
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Gracias por leer xDDDDDDDDDDDDDD bueno un
besazo ya me faltan menos yeeeeh!
k wiina k tal sorpreson se llebo el raton jijijijiji me encanto tienes mas yoosus?? ire a ver wiiii