Incesto

AHHH esto es algo así como que mi fetiche? xD es un tema demasiado sadasda para mí así que debo agradecerte por haberlo pedido Mish'ell JjCm. Cada quien tiene su opinión acerca de esto y lo que está escrito no ejemplifica tampoco lo que pienso al respecto. Les agradecería que lo leyeran escuchando Lego house de Ed Sheeran.

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- No... – le dije en apenas un susurro pero era ya muy tarde.

Sus manos se deslizaron muy despacio por debajo de mi polera.

- Jaejoong...- suspiré sobre su hombro - ¿Qué estamos haciendo?

- Lo llaman hacer el amor ¿no quiere que te haga el amor min?

- Quiero...te quiero hyung ¿Por qué te quiero? – lloriqueé sobre su hombro

Sus manos dejaron mis pezones en paz al oírme, sus brazos se aferraron a mis escápulas y me oprimieron contra su pecho en un abrazo, sentí sus lágrimas silentes sobre mi cuello y sus labios húmedos besaron trémulos mi clavícula.

- Si tan solo pudiera saberlo min – me dijo – si tan sólo pudiera... entonces yo

- ¿me dejarías?

- Sería lo mejor para ambos ¿no? ir en busca de otras personas capaces de complementarnos, formar una jodida familia sin que la sociedad intente agarrarnos a pedradas...ser...ser normales.

- ¿Tengo tres ojos? ¿Cuatro manos? ¿Dos penes? ¡No! Soy tan normal como cualquiera hyung soy...soy solo un puto chico de 20 años que ama a una persona maravillosa una persona que por esos designios de la vida ha tenido que nacer de la misma madre ¿Qué puedo hacer yo, hyung? ¿Qué? Yo solo amo...yo solo te amo

- Lo sé mi pequeño...lo sé, me tortura no poder comerte a besos a plena luz del día no poder simplemente coger tus manos y tranquilizar mi alma, no quiero hacerte daño no quiero que tengas que cargar con una sociedad hipócrita, quiero que vivas tu vida quiero que seas feliz.

- Pero soy feliz hyung, así, así soy feliz solo viéndote.

- Y yo changmin pero estos pequeños pedazos de felicidad no lo son todo...no puedes entender porque aún eres un nene pero...

- Hyung tengo 20 años.

- Y eres mucho más alto que yo lo sé, sé mejor que nadie que no eres un nene lo que trato...lo que quiero...ahhh...escucha solo sé aquí soy yo el malo, él que te ha arrastrado a esto, el monstruo que ha sido capaz de tocar a su hermano menor quiero que más bien tú seas el pequeño ángel que aún cuando fue tocado por la maldad no perdió su pureza.

- No soy un ángel hyung...soy un humano, un ser imperfecto que ha cometido muchos errores en su vida y un día se decidió a no cometer el más gran de todos...y se las jugó por lo que su corazón le dictaba aunque supiera que saldría muy herido porque amaba tanto a esa otra persona que ya no le importaba nada, dime tú hyung si nuestro amor es tan incorrecto como dices ¿Entonces porque siento que no puedo respirar con la sola idea de no tenerte en mi vida?

- Porque eres tonto min, porque somos tan tontos, yo incluso mucho más que tú – sus labios buscaron los míos y yo le abrí mis labios de tanta costumbre.

Su peso me hizo caer sobre la cama y sentí su hombría despierta entre mis muslos y los colores se me subieron a la cabeza.

- ¿Crees que exista un cura? – le pregunté mirando sus ojos negros mientras sentía sus manos desnudarme.

- No lo sé... – se quedó callado un tiempo cuando me despojó de los bóxers y supe que estaba mirándome...y me consumí en la vergüenza y las ganas de taparme pero mi cuerpo entero estaba tan nervioso que no se movió un solo centímetro.

Sentí sus manos allá abajo y ya no supe que sentir.

- No sé si exista he intentado tantas cosas que ya no puedo dar fe de nada lo único que si puedo asegurarte es que en definitiva no es esta... – me dijo.

Intenté inclinarme para tocarle también pero me apartó con un beso.

- Abre un poco más tus piernas – me dijo yo le obedecí entre temblequeos.

- Hyung... – jadié

Lo que hacía no me dejaba pensar con claridad. Sus ojos negros estaban fijos en cada pequeño gesto de placer que inevitablemente mi rostro dibujaba. Había empezado a sudar tenía las manos sujetando las sábanas por encima de mi cabeza porque no sabía qué demonios hacer con ellas. Mi hermano estaba muy abajo como para alcanzarlo y...

- Dios... – eso en definitiva ya no eran sus manos.

No tuve corazón o cara suficiente para intentar verlo. Sabía lo que estaba haciendo y yo estaba a punto de volverme a loco...mi pecho iba a romperse en cualquier momento de lo fuerte que mi corazón latía.

- Hyung – le llamé – hyung – supliqué sin saber exactamente que carajos pedía – quiero... te quiero tanto hyung yo... – eran pequeños sollozos, jadeos sonidos sin sentido alguno, eran sentimientos tan fuertes que no podía expresar con palabras y que quería hacerle de alguna manera sentir.

Había tenido orgasmos antes...en la oscuridad de mi habitación. Con el rush de adrenalina sobre mi cerebro y el pudor de que alguien pudiera entrar a mi cuarto...de que mi hermano pudiera venir a darme el beso de buenas noches y me hallara así...

Jadeando...incapaz de parar...susurrando su nombre en el silencio.

Pero nada se comparaba con lo que acababa de experimentar.

- Min – me llamó entre besos sobre mi cuello - ¿se sintió bien?

No pude darle otra respuesta más que un beso. Su lengua tenía un sabor extra que me hizo excitarme de nuevo.

Él me sintió y sus ojos negros me miraron con tanta intensidad que me volví gelatina de pies a cabeza.

- Ten cuidado pequeño...estás jugando con fuego – me dijo

- ¿No venimos haciendo eso desde hace mucho?

- Es cierto...y nos hemos quemado.

- Han sido solo quemaduras de primer grado.

- Estas loco...y yo aún peor por querer tanto...

Volví a sentir su tacto y estuve a punto de rendirme a sus caricias de nuevo pero logré mantenerme lúcido y le aparte despacio.

- Mudémonos – le dije.

Me sonrió. Sus ojos negros brillaron como pocas veces lo hacen para ocasiones que exclusivamente son capaces de llenarlo de alegría. Pero luego el brillo se fue opacando de a pocos al tiempo que bajaba la mirada.

- Changmin – intentó decirme melosamente...

Pero no le dejé seguir...intentaría seducirme para hacerme cambiar de opinión. Conocía muy bien su modus operandi. Lo había aplicado en mí tantas veces.

- No... hyung escúchame mudémonos.

- ¿Por qué me haces esto? Sabes que me muero de solo pensar amanecer junto a ti – me besó, estaba haciéndolo de nuevo...

Ahora vendría el pero.

- Pero...

- ¡Basta! – Le interrumpí – voy a empezar la universidad necesito mudarme de todos modos nadie sospechara incluso pensarán que es una buena idea que me mude contigo quien me va a cuidar mejor que mi hermano mayor ¿verdad?

- No lo sé Changmin que pasa si...

- No hyung he estado gran parte de mi vida preocupándome por los “que pasaría” y no hemos hecho más que herirnos...mírame, mírame a los ojos y dime...dime que no quieres hacerlo.

- Claro que quiero min, pero

- ¿Pero qué?

- No sería justo.

- ¿No sería justo para quién?

- Para ti...entrarás en la universidad conocerás mucha gente nueva quizás...encuentres a alguien con el que tengas muchas cosas en común y...

- Hasta ahí – le dije entendiendo más o menos cuan estúpido mi hermanito podía llegar a ser – hyung, ¿te crees que mis te amos son mentiras?

- No...Ojalá lo fueran.

- Pues no lo son, no lo son. Estoy aquí ¿entiendes? Estoy acá y no pienso irme aunque me eches, después de hoy voy a decir que te he dado todo mi mente, mi corazón y...

- ¿Y qué más? – me preguntó como hipnotizado.

- Mi cuerpo – le susurré en el oído.

Me desordenó los cabellos sonriendo como un niño de 9 años cuando escucha a alguien hablar de sexo.

- Hago todo lo que puedo Min...todo...pero tú – se rió muy quedamente besando mi hombro – tú eres un imposible te alejo del fuego cuanto puedo pero siempre hallas la manera de quemarte.

- Creo que tengo complejos de pirómano hyung.

- Lo que tienes es cero sentido común – me besó

Su cuerpo me hizo caer de espaldas nuevamente.

- Quiero que me hagas el amor Jaejoong – le dije.

- ¿Estás seguro? Puede que esta vez...sean quemaduras de tercer grado.

- Existen los médicos para algo...y los lubricantes, además por más cliché que sé esto va a sonar...confío en ti

- A estas alturas deberías tener más de una razón para no hacerlo.

- Pero lo hago hyung, lo hago y lo haré.

Me miró sin parpadear tanto que sus ojos se enrojecieron. Soltó un suspiro. Sus cabellos negros se movieron al ritmo de su cabeza al asentir.

- De alguna manera siento que te estoy desposando – se rió.

- No me interesan hojas de registros civiles solo quiero tener tu corazón.

- Lo has tenido desde que estuviste en la panza de mamá Changmin.

- Te amo – jadié al sentirlo posicionarse entre mis piernas.

- Yo mucho más.

Y ya estaba. El pecado cometido. Mi amor consumado. Y nuestras almas unidas. Las llamas consumieron nuestros cuerpos entre jadeos, gemidos, inocencia y temor. Temor por ese mañana incierto que sabríamos en algún momento vendría. Pero me mantendría fuerte, nos mantendríamos fuertes porque aunque no pudiéramos convencer al mundo de que amarnos no era algo deleznable...siempre nos tendríamos el uno al otro.

Y eso era todo lo que importaba.

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Espero haya gustado. Me voy a escribir los que me faltan >< Espero haya gustado, comenten bonito :D