Este
shot está dedicado a Athena Le ciel. Es el primer 2Yoo que he escrito jamás si
bine no soy fan de la pareja y solo he leído un fic de ellos. Y es de Nesly
porque a ella le leo todo ¡Creo que todas saben cuan genial es! Espero te guste
preciosa.
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Todo empezó con el cumpleaños 21 del
príncipe Yunho.
Era tradición organizar un gran baile
para celebrar la mayoría de edad de los futuros herederos al trono.
Al cual doncellas de diferentes
reinos asistían con un único objetivo en mente: seducir al futuro rey de uno de
los reinos más poderosos de toda Asia.
Después de todo...llegada la media
noche Jung Yunho habría puesto un anillo en el delicado dedo anular de la que
sería su reina.
Lastimosamente para todas aquellas hermosas
señoritas.
Aquella noche bajo la abundante luz
de los candelabros.
El joven príncipe solo tuvo ojos para
una cabellera pelinegra que muy desesperadamente trataba de pasar desapercibido
en su huida hacia la cocina, en donde venía trabajando desde hace unos 5 años.
Su aroma a vainilla se quedó
impregnado en las fosas nasales del cumpleañero cuando aquel ratoncillo pasó
corriendo por su lado.
Las piernas de Yunho doblaron sobre
sus talones de puro reflejo.
Y uno de sus brazos alcanzó a detener
a esa personita ahora envuelta en total pánico.
Unos ojos azabaches lo miraron
desorbitados.
De sus labios muy rojos escaparon un
montón de disculpas y excusas abstrusas en apenas susurros.
Yunho sonrió. La sala quedó en
completo silencio cuando vieron el anillo encajar sobre el dedo de ese
pelinegro que no acababa de asimilar lo que pasaba tampoco.
Es así como cierto ratón de rizos
negros que tenía por nombre Yoochun pasó de ser un asistente del cocinero real
al prometido del príncipe Jung Yunho.
¿Y qué opinaba nuestro querido ratón al
respecto?
- ¡Es un hombre, Junsu, un hombre! –
gritó fuera de sí mirando el anillo en su dedo con total terror
- ¿Y? – le preguntó su amigo
divertido, apoyado en la mesa de la cocina con un brazo que sostenía también su
mentón
- ¿Cómo que y? ¿Acaso no soy un
hombre también? – volvió a gritar el ratón
- Sí... – asintió el castaño con
cansancio
- ¿Entonces? – siguió Yoochun
- ¿Entonces...? – Junsu sonrió
abiertamente, entendía perfectamente lo que estaba tratando de decirle...pero
sabía que su mejor amigo estaba coladito por el príncipe aunque tratara de
negarlo ¿Qué importaba el género?
- Estas troleándome ¿verdad?
- Exactamente.
- Ahh tengo que conseguirme nuevos
amigos...
- ¡Mentira! Me amas y lo sabes... –
le dijo sacándole la lengua
- Ok, te amo Junsu ¿contento? – le
dijo un Yoochun divertido entre risillas
- ¿Amas a quién? – una tercera voz se
escuchó desde la puerta de las cocinas
Y ambos jóvenes voltearon a ver con
miedo.
El príncipe entró a pasos largos
hasta ubicarse frente a ellos con el ceño fruncido.
- ¿Y bien? – preguntó
- Yo...creo que debería ehm...irme
¡sí! Yo... con su permiso su alteza – con esas palabras un muy espantado Junsu
huyó de las cocinas.
Yoochun lo vio huir y estuvo tentado
a gritarle “No huyas cobarde”
Pero el carraspeo de su ahora
prometido lo obligó a callar.
- ¿Qué hay entre tú y ese cocinero?
- En primera su nombre es Junsu, en
segunda hay amor, y en tercera tengo trabajo que hacer así que sí me
disculpa...
- ¿Qu-que hay amor? – preguntó un
príncipe con la cara contraída
- Como escuchaste...
- ¡Eres mi prometido! – gritó
posesivamente
- ¿Dice quién? – preguntó “la
princesa” testarudamente
- Lo digo yo ¡llevas mi anillo! –
gritó Jung exasperado señalando la gema que brillaba entre los dedos del menor.
Yoochun bajó la mirada a sus manos
con la cara muy roja, él tenía razón en algo podría haberse quitado el anillo,
pero no que hizo él...perderse en esa mirada café y dejarse levar por su aroma
varonil al infinito y más allá.
- Bu-bueno yo... – tartamudeó.
- ¿Yoochun?
El aludido levantó la mirada.
Yunho sonrió.
Posó una de sus manos en las albas
mejillas de su prometido y la otra suavemente en su espalda.
- Eres mío ratón este es tu castigo
por seducir al príncipe de Corea tendrás que aprender a aceptarlo...
Yoochun parpadeó sin creer lo que
estaba escuchando.
Hizo de lado su corazón ñoño que
palpitaba con fuerza por la cercanía y dejó que su orgullo tomara control de su
cuerpo.
Es así como no muy suavemente su
rodilla se hincó en el estómago del contrario y el agarre entorno a su cuerpo
cesó.
- Soy dueño de mi vida su alteza, si
usted desea compartir el resto de su vida con una persona que no le corresponde
entonces...ese será decisión suya, usted tendrá que atenerse a las
consecuencias.
Yunho le miró incrédulo desde el
piso.
¡El muchacho le encantaba!
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- O sea ¡¿Puedes creerlo?! – le gritó
indignado
- No... ¿Cómo hiciste para tenerlo
tan colado? – preguntó Junsu sin entender...él era más atractivo que Yoochun
¿Por qué no podía conseguirse un príncipe también?
- ¿Acabas de escuchar una sola cosa
de lo que te he dicho? - renegó
- Sí señor – le guiñó un ojo
- ¡Eres imposible! – el pelinegro
abrió la puerta de su habitación compartida con enojo.
- Oh vamos Yoochun, sé sincero
- ¿Con respecto a qué? – le dijo sin
alcanzar de abrir la puerta del todo
- Con respecto al príncipe ¿te gusta
verdad? – soltó Junsu con una risita
- ¡CLARO QUE NO! - bramó
- Bien...
- ¿Bien? ¿N-no habrá más, lo dejarás
ir? Wow... gracias – le dijo ingresando a la habitación
- No seas tonto Chun...tengo mejores
planes
- ¿Cómo cua-? ¿Soy yo o esto se ve
algo diferente?
- Si con diferente te refieres a que
falta tu cama y tus objetos personales entonces sí
- ¿Pero qué carajos?
La puerta sonó.
- Adelante – dijo Junsu
- Buenas noches su alteza, por
órdenes del príncipe sus objetos personales han sido transferidos a la
habitación real – Junsu se mordió la lengua – me haría el favor de seguirme le
mostraré el camino.
Yoochun abrió la boca para negarse
ABSOLUTAMENTE.
Pero Junsu le cayó encima.
- Ehm...disculpe usted tengo algo que
decirle a ¿su alteza? así que bueno ehm... ¿podría esperarnos fuera?
El empleado buscó en el pelinegro su
aprobación.
Yoochun asintió y al fin este último
se retiró.
- ¡En sus sueños compartiré
habitación con él! – fue lo primero que gritó cuando la puerta estuvo cerrada
Diez minutos más tarde era arrastrado
por Junsu a la habitación matrimonial.
- Si quiere hacerte algo gritas y ya,
deja de hacerte dramas – le dijo una vez frente a la puerta
- Él es el príncipe ¡Junsu! acaso van
a auxiliarme...
- Dudo mucho que pidas ayuda en
primer lugar
- ¿Qué demonios estás tratando de
decir?
- Nada cariño – le dijo besando su
mejilla
- ¿Eres una especie de Judas o qué?
Junsu rompió a reír.
- Entra ahí antes de que te meta yo a
patadas – le advirtió
- Tú no pue... – el pelinegro vio en
cámara lenta como su “mejor amigo” tocaba la puerta de la habitación.
¡Lo mataba! ¡Lo iba a matar! Hasta
que escucho a su verdugo del otro lado preguntar “¿Yoochun-ah?” y la sangre se
le bajó a los dedos de los pies. Junsu se había desvanecido en algún momento al
parecer...
La puerta se abrió.
El pelinegro aguantó la respiración.
El príncipe vestía unos pijamas muy
delgados ¡y vaya cuerpo que se mandaba!
Bien, si babear al ver el pecho
fornido de otro hombre no lo volvía gay entonces...tenía serios problemas en su
razonamiento.
Yoochun despertó de su
ensimismamiento cuando sintió las manos de su prometido en sus pequeñas caderas
introduciéndolo en la habitación.
- ¿Qué crees que haces? – le preguntó
con un terrible gallo en la voz
Jung rió travieso.
- ¿Qué crees que hago?
- Asegurarte un rodillazo en los
huevos.
Yunho cambió de cara.
Yoochun pegaba fuerte.
- Vale, trataré de una forma
diferente...
- No vas a tener éxito eso te lo
aseguro – rezongó abrazándose recelosamente así mismo y alejándose
cautelosamente de Yunho unos buenos 5 metros.
Jung rió aún más.
- ¿Y bien? - preguntó el ratón
analizando la cama matrimonial - ¿Dónde se supone que vas a dormir tú?
- Pues me gusta el lado derecho pero
si quieres pue...
- A ver ¿estás tratando de insinuar
que voy a dormir en un mismo colchón contigo? Porque si es así avísame para
reírme, puedes dormir en el mueble de ahí o en este – dijo Yoochun sin tomar en
cuenta la poker face que adornaba la cara del príncipe
El pelinegro caminó al clóset en
busca de sus pijamas. Y trató de no poner cara de bobo al ver la cantidad de
atuendos que descansaban en los percheros, aunque al día siguiente cuando Yunho
no estuviera se probara todos ¡Junsu estaría tan envidioso!
- ¿No vas a darme siquiera un beso de
buenas noches Yoochun-ah?
El pelinegro iba a voltear para
negarse cuando su espalda golpeó el pecho de su prometido. La remera que
llevaba se le caía por un hombro. Usaban ese tipo de ropas en las cocinas por
el constante calor del horno.
Los labios del mayor se posaron
tiernamente sobre el hombro desnudo de su prometido.
- Buenas noches – le dijo en un
susurro.
Yoochun fue incapaz de moverse hasta
que las luces estuvieron apagadas.
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- Estoy sorprendido.
- ¿De qué?
- Un mes conviviendo y sigues virgen
una de dos o tú no la pones o el la tiene chi-
- ¡KIM JUNSU! – gritó un Yoochun
escandalizado
- Qué...yo sólo decía...
- Sigo virgen porque... ¡Espera! ¿Por
qué demonios estoy hablando de mi vida sexual contigo?
- ¿Por qué no tienes con quien más
hablar?
- Joder...
- Ay cariño, yo solo te digo esto
porque la tensión sexual de ustedes no solo me afecta a mí como tu amigo sino
el reino mismo...
- ¿De qué hablas?
Junsu tomó al pelinegro de los
hombros y lo volteó en dirección de ese Yunho que bajaba a pasos cortos.
- ¿Es esa la cara de un hombre feliz?
- Ehm... ¿no?
- ¡Exacto!
- ¿Quieres a Yunho?
- ¡No!
- Venga...me dices que si mañana te
dejara por otro o aún peor por otra te importaría un carajo...
- ¡No sería capaz! Él-él me quiere a
mí.
- Es suficiente respuesta para mí –
Yoochun agachó la mirada sonrojado - ahora dime – insistió Junsu – él un hombre
de 21 años con necesidades, que tú deberías entender mejor que nadie, y con un
prometido a menos de 5 metros al cual no puede poner un dedo porque lo respeta
demasiado...
- Ok, creo que entiendo tu punto...
- Bien... me dices tú que va a ser
del futuro del reino teniendo un pobre hombre en abstinencia como cabeza.
- Estas diciendo que...
- Sí, que si no haces algo al
respecto el reino se irá a la misma ¿quieres cargar la prosperidad del reino en
tu espalda Yoochun?
- ¡Tú...tú eres el peor amigo que
alguien jamás ha tenido!
- Yo también te quiero – Junsu palmeó
su espalda y continuó amasando el pan con el rodillo
Yoochun quiso borrar la conversación
de su memoria.
Pero lastimosamente...no pudo.
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- Buenas noches – Yunho le dijo desde
el mueble
- Buena noches – respondió él
Corrió un largo silencio.
Yoochun continuó mirando el techo.
Intentó sin éxito mirar de reojo a su
prometido.
Las manos le temblaban.
Cerró los ojos intentando dejarse
consumir por el sueño.
Pero Junsu estaba atascado en su
cerebro.
“¿Quieres cargar la prosperidad del reino en tu espalda Yoochun?”
El ratón se incorporó envuelto en
sudor e impotencia.
Oyó a Yunho removerse también en el
mueble.
- ¿No puedes dormir? – le preguntó el
príncipe
“Ojalá fuera solo eso.”
- ¿Yunho?
- ¿Sí?
- No quiero cargar con la prosperidad
del reino en mi espalda – le dijo en un susurro apretando las sábanas con
fuerza entre sus manos mientras sentía su ritmo cardiaco elevarse alarmantemente
por lo que iba a hacer a continuación.
- ¿A qué te refieres? – preguntó un
confundido príncipe cuando sintió a su prometido caminar hacia él en la
oscuridad de la habitación
- A esto...
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- Alguien luce bastante orgulloso de sí
mismo – canturreó un castaño extremadamente sonriente
- Relaja los músculos o tu cara se
partirá en dos... – le advirtió Yoochun
- Y... – volvió a canturrear.
- ¿Y qué? – contraatacó el pelinegro,
estaba no muy cómodamente sentado sobre una silla cerca a las mesas con la
espalda muy recta.
- Vale, pensé en ir despacio para no
asustarte...pero ya que no quieres cooperar conmigo ¿Qué tal estuvo el polvo
con Yunho?
- ¡KIM JUNSU!
- ¿Qué?
- ¡No digas estupideces! – bramó
- ¿Me dices que no pasó nada entre
Yunho y tú anoche?
- ¡Claro que no! – negó el futuro
segundo rey.
Junsu torció el gesto.
- Párate - demandó
- ¿Qué? – preguntó Yoochun con miedo
- Que te pares...
- ¿P-p-porque debería de pararme?
estoy muy bien sentado
- Te paras o te paro – dijo el
castaño tomándolo del brazo y empezando a tirar de él
- No ¡Espera! Junsu no...yo ¡vale,
vale! ¡para ya! – le suplicó adolorido
- ¿Y bien? Soy todo oídos...
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- No estoy nervioso, no estoy
nervioso ¿el nerviosismo está en la mente? ¡Sí, está en la mente, soy el amo y
señor de mi nerviosismo! ¿verdad?
Oyó una pequeña risilla detrás de él.
El príncipe le miraba enternecido.
Los colores subieron rápidamente a
las mejillas de cierto pelinegro.
- Yunho-ah... – le llamó en apenas un
susurro
- ¿Mmm...? – respondió con una
sonrisa mientras besaba suavemente su hombro
- No hagas eso – le dijo entre
risillas
- Te quiero – le confesó con un beso
en la mejilla
- Y yo – respondió el otro entre
suspiros.
Yunho lo apachurró aún más entre sus
brazos.
- Quien lo diría el sexo lo soluciona
todo... – soltó el futuro rey entre risillas
Recibió una patada baja.
Todo empezó con el cumpleaños 21 del
príncipe Yunho. Un par de muchachos que cayeron presas de ese mítico amor a
primera vista y como todos los cuentos de hadas relatan tuvo felicidad hasta el
fin de sus días.
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AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!1 *w*
Fui la primera!
OMG! ME ENCANTÓ, LO AMÉ, LO ADORÉ! jajajajajajajajaj es demasiado genial xD ahahaha divertido *w* Kim Junsu es taaaaaaan genial *w* omggggg! Yoochun xD ajjajajajajajjja!!
GRacias, gracias, gracias *w* de vdd! Me sirvió de medicina hoy que estaba tan triste xD jajajaa
De verdad, lo amé. Me encantó en toda la extensión de la palabra *0000000000000000000000*