Hace poco me di cuenta que tengo
demasiado YunJae y yo soy jaeminista ¡joder! ò//ó o sea tengo on going mi
primer JaeMin serial y todavía no lo termino I mean ¿Qué pasa conmigo? Y me
dije...tengo que actualizar uno aunque sea. Así que acá estoy xD.
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“¡Kim Jaejoong!”
“Oh dios mío...”
El atractivo pelirrojo de 22 años que todos veían
prácticamente correr por los pasillos nunca pero nunca de lo que realmente es
nunca se imaginó huyendo del que había sido desde siempre su mejor amigo y lo
reitero ¡Nunca!
Pero como nos han dicho nuestras malas juntas alguna
vez...siempre hay una primera vez.
Y para bien o para mal, ese día para él había llegado.
Así que ahí iba.
Con un gesto de espanto perfectamente dibujado en su
hermosísimo rostro de muñequito de torta. Mientras sus piernas se separaban
zancada tras zancada lejos de ese Yoochun cada segundo más cabreado y dispuesto
a quebrarle la columna vertebral con algún objeto que iba a lanzarle cuando lo
encontrase...el problema era que ¡por la p*ta mare no encontraba nada
potencialmente lanzable a su alcance!
Jaejoong a esas alturas sopesaba todo tipo de salida.
Estaban en el quinto piso.
Casi desierto por cierto.
¡Oh dios! Estaba muy pero muy muerto.
¿Si se tiraba de la baranda le iba doler mucho?
Miró por sus costados la distancia que lo separaba de la
primera planta y supo al instante que era demasiado cobarde para siquiera
pensarlo seriamente.
La única alternativa que le quedaba era entrar en alguna
salón y encerrarse...sin que Yoochun supiera en cual, claro está. El monstruito
ese sería capaz de bajarse la puerta a patadas, si lo hacía.
De modo que cuando dobló la esquina del pasillo y aceleró su
paso para empezar a tantear las puertas, cayó cuenta muy pero muy
tristemente...que todas estaban con llave.
Oía los pasos de YooChun acercarse y casi al borde de las
lágrimas tanteó la última. Grande fue su sorpresa cuando al solo tocarla esta
se abriera dando paso a la alta figura de un castaño que identificó demasiado
familiar para su gusto.
¡Oh, mierda! – fue lo único que pudo semi-balbucear cuando
tuvo a un Changmin mirándole raro.
“¡Kim Jaejoong!” Yoochun acaba de llegar al pasillo.
Y a nuestro astuto amigo lo único que pudo ocurrírsele fue
esconderse detrás de su actual novio.
¿Qué si Yoochun lo vio?
¡Claro que lo vio!
Pero el pelirrojo disfrutó de un par de milisegundos de
tranquilidad pensando que tal vez y solo tal vez Yoochun desistiría.
Claro que...todo se fue a la mierda cuando lo escuchó gritar.
“¡Contigo quería hablar!”
Jae había escuchado muchas veces decir a la gente “el alma se
me cayó al piso” pero nunca había llegado a entender realmente. En ese
momento...lo vivió en carne propia.
Changmin arrugó el ceño viendo a ese pelinegro acercarse
indignadísimo. Yoochun era mitad de una cabeza más bajo. Pero la mirada que
traía hubiera intimidado a cualquiera...quizás hasta al propio Changmin...si no
fuera porque había un Jaejoong en la ecuación, refugiándose en su espalda.
“¿Qué hay conmigo?” preguntó altaneramente.
Era oficial.
No se pasaban.
“Sabes perfectamente que hay contigo, bro. Así que hagamos esto sencillo”
“No te sigo.”
“Tu noviecillo no es tan brillante como se cree, Jaejoongie,”
se burló dirigiéndose ahora al pelirrojo que cual tortuga no se atrevía a sacar
la cabeza de la enorme espalda del castaño y enfrentarse a la pelinegra
realidad.
“Yo...” susurró débilmente el aludido.
Changmin dio un paso adelante protectoramente.
“Se directo ¿quieres?” gruñó.
“Bien...seré directo, no estoy de acuerdo con esto. Así que
tendrá que terminarse.”
“Creo que la persona que debe decidir eso no eres tú.”
“¡Oh vaya! al fin de acuerdo con algo,” canturreó confiado, “Jaejoong”
apeló, esperando a que su mejor amigo le diera la cara...y sobre todo la razón.
Disfrutando anticipadamente del gesto de decepción que se
dibujaría en ese gigantón horrible. Vale, no era horrible. Pero todo aquello
que intentaba apartar a Jaejoong de su lado no podía ser calificado de forma
diferente.
Por eso cuando el pelirrojo salió literalmente temblando de
su guarida.
Y le miró con sus ojos cafés y el rostro tan rojo.
La sonrisa triunfal se esfumó de su rostro pues supo que algo
no andaba muy bien.
“¿Jaejoong?” le llamó esta vez con miedo.
El aludido solo negó con la cabeza mientras se asía del brazo
de su ¿amado? ante la muy atónita mirada de su mejor amigo.
Ver a un cabreadísimo Yoochun volver por donde había
venido...le rompió el corazón.
Changmin intentó decirle algo pero Jaejoong solo entró en el
salón del que él acababa de salir y trancó la puerta.
El castaño escuchó sus sollozos del otro lado.
Y se prometió hacer algo al respecto.
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Tragarse el orgullo es una tareíta nadita sencillita.
Changmin lo ha sabido desde que heredó sus casi dos metros de altura. Y toda
idea que abandonó sus labios siempre ha tenido razón.
De modo que no sabía exactamente qué demonios estaba haciendo
esperando por Yoochun a la salida.
No obstante...si sabía el porqué.
Maldita conciencia – se dijo.
Maldito Jaejoong.
Maldito yo.
Averiguar los horarios de Yoochun resultó mucho más sencillo
de lo que hubiera querido, el 90% de la población universitaria, al parecer,
conocía al de los rizos negros y labios sensuales, y lo peor de todo, podía
señalar abiertamente que pasillo con seguridad recorrería después del cambio de
materia.
Por un momento en un lugar olvidado de su consciente sintió
empatía. Pero esta se fue a la mierda cuando vio a Jaejoong mirar a Park con la
devoción de la misma virgen, después de haberse despedido y no recibir la
cortesía de vuelta. Algo muy parecido a la posesión rugió en su interior.
Esperó lo paciente que pudo a que Yoochun doblara el pasillo
y el pelirrojo se perdiera de vista, para encararlo.
Yoochun lo notó.
Changmin aspiró el aire necesario, entonces, para decirle
todo de una y no tener que gastar más de su tiempo teniéndolo en frente pero...
Pero Yoochun lo ignoró olímpicamente.
Pasó por su lado con gracilidad, de modo que sus piernas no
se detuvieran en ningún momento, y sus labios gruesos estiraran una sonrisa de
completa superioridad.
El alto castaño quedó de piedra en mitad del pasillo.
Sabiéndose ignorado y hasta cierto punto provocado.
Dobló sobre sus propios talones y a pasos largos siguió a la
rata esa dispuesto a detenerlo...y...propinarle un par de golpecitos...
Pero Yoochun habló antes de que pudiera tocarlo.
“Salgamos fuera.”
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“Buenos días, Chun.”
“Buenos días.”
El pelirrojo se quedó estático cuando le escuchó responder a
su saludo. No había esperado respuesta y ahora su aterrado cerebro intentaba
buscar desesperadamente palabras para iniciar una conversación, sin éxito claro
está.
“¿No tienes nada que decirme?” le preguntó un pelinegro
cansado
Atreviéndose a mirarlo a la cara después de casi una semana
de completa ley del hielo. Se sentía algo avergonzado debía admitirlo, pero ese
era un detalle que no iba a decirle.
“Lo siento,” fue lo único que Jaejoong pudo responder, “lo
siento por no haberte dicho antes, esto realmente yo...”
Yoochun lo miró. Alguna parte de sí mismo había esperado un –tuviste
razón...terminaré con él. Pero no al parecer su Jae...estaba e...
¡No! No podría siquiera articular esa palabra.
La cólera empezaba a embargarlo de nuevo.
“¿Yoochun?” le llamó dudoso al ver que el pelinegro largaba
un suspiro de frustración máximo
“Mierda,” masculló el aludido.
Siempre había sido celoso con Jae.
Le jodía de sobremanera que se tratara de un hombre...por dos
razones.
a. No estaba muy de acuerdo con la homosexualidad.
b. Y porque estaba empezando a tener pensamientos extraños. Unos
que lo involucraban a él y a su mejor amigo, bajo un árbol, tomados de las
manos o compartiendo un beso casto ¡Y mierda eso no estaba nada bien!
¡Estaba perdiendo la jodida cabeza! Y encima ayer...
- ¿Por qué demonios te jode tanto? ¿Eres su
amigo no? ¿No deberías apoyarlo? Jaejoong te tiene demasiado sobrevaluado.
- ¡Porque esto no está bien! ¿no lo entiendes?
Él sólo debe estar confundido. Ustedes son...
- Sí somos chicos...pero...
- ¿Pero qué? ¿Se aman? ¿Se quieren tanto
que no les importaría tener en su contra al mundo? ¡Hazme el favor!
- No entiendo la verdad.
- ¿No entiendes qué? Y yo que por ahí
escuché tenías un gran cerebrito.
- No entiendo por qué haces tanto drama
Yoochun. Jaejoong a sufrido bastante solo porque tenía lo que tú fueras a
pensar atormentándole...deberías más bien estarlo apoyando ¿no?
- ¡Lo hago! Pero...pero... ¿Por qué tú y yo
no?
- Pero ¿Qué dices? Hablas como si...
- ¿Y qué pasa si es así ah?
“¿Qué su-?” le preguntó de nuevo Jaejoong, al verlo tan
callado.
Rezando en su interior porque el intercambio de palabras no
hubiera llegado a su fin.
Extrañaba a Yoochun con el alma. Tenía unas ganas mortales de
tirar de sus cabellos y gritarle que estaba haciendo todo por él. Porque no
quería que se alejara de su lado. Que si se dejaba tomar de las manos por otra
persona era porque en su interior imaginaba que eran más bien sus manos las que
sus palmas acariciaban.
Pero claro...no podía decirle.
Y Yoochun no era de mucha ayuda comportándose como un
reverendo cabrón.
“Dime algo por favor...”
No pasó mucho hasta que Jaejoong se encontró siendo
arrastrado escaleras arriba por un nada delicado Yoochun. En el camino se
cruzaron con Changmin...que tuvo que reprimirse a sí mismo y pretender
ignorarlos al ingresar a su salón respectivo.
Jaejoong por primera vez le agradeció inmensamente.
Llegaron a la azotea 6 o 7 minutos después.
Jaejoong no entendía nada.
Yoochun lo empujó dentro y cerró la puerta tras de él. No
tenía puta idea de cómo abordarlo. Pero los rodeos nunca habían sido lo suyo
así que lo dijo de frente.
“¿Desde cuándo?”
Jaejoong sintió sus rodillas perder fuerza.
“Cuarto de secundaria.”
“¿Es por eso que empezaste a salir con todas esas chicas de
pronto?”
Jaejoong estuvo a punto de romperse. Asintió débilmente con
la cabeza. Yoochun enterró el zapato en las mayólicas.
¡EL QUE JURABA SER SU MEJOR AMIGO ERA HOMO DESDE HACE CUATRO
AÑOS Y ÉL VENÍA A ENTERARSE AHORA!
Se sentía impotente.
Enojado con Jaejoong. Pero mucho más consigo mismo. Porque le
había fallado. Su amigo había debido pasar por momentos muy difíciles y él
aunque estuvo a su lado realmente no estuvo ahí para él.
Jaejoong podía lucir como una piedra para muchos. Un humano
sin corazón.
Pero la verdad era que...el ahora pelirrojo era un pequeño
niño lleno de inseguridades.
“¿A veces sinceramente me pregunto cómo es que no me has
tirado una patada en el trasero y expulsado de tu lista de amistades?”
Jaejoong le miró con los ojos enrojecidos.
“No...” apenas balbuceó.
Yoochun se acercó a él a pasos cortos.
“No digas que no, soy probablemente el peor mejor amigo de la
historia de la humanidad.”
“Vale, tal vez lo seas.”
El mayor soltó una pequeña risita antes de envolver a su
amigo en un abrazo.
“No espero que me perdones Jae...pero tampoco seré hipócrita
contigo...no estoy muy de acuerdo con todo esto...si has querido salir con un
chico ha debido de ser conmigo”
Jaejoong a veces prefería mil veces que su amigo fuera un
completo desconsiderado. A que un considerado...puñetero.
“No digas estupideces,” le dijo tratando de actuar normal.
Su estómago se había encogido. Y el corazoncito pequeño que
tenía estaba a punto de romperle el tórax.
“¡Eh! que lo digo en serio”
“Calla de una vez o le diré a HeeBin”
“No te atreverías.”
“Obsérvame.”
Le pegó un rodillazo allá abajo. Y corrió hacia la puerta de
regreso a la facultad pero se quedó helado cuando al tratar de mover el pomo se
dio cuenta que estaba trancado.
¡Oh dios estaba muerto!
- KIM JODIDAMENTE JAEJOONG!!!!!!!!!!!
Oh sí...estaba muy muerto.
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Bueno salió
asi. Hiatus oficialmente levantado. De acá a tres semanas bebes. Chaus.
Why Kimmy, whyyyyyyyy???? ;_; ¿Porqué lo dejas allí? Yoochun es sin lugar a dudas un desconsiderado, tiene a su Heebin~~ ¿No debería estar feliz por su mejor amigo? ¿Acaso de un segundo a otro se le ocurrió que igual podía ser Homo? En especial si es solo por celos de que Jae esté con otro. Que estrés.
Quiero más ;_; no quiero Hiatus... quiero más~~