Título: Pretending
Autor: Kimmy_lin
Pareja: MinJae
Género: Romance / Humor/Drama
Estado: En proceso
CAPÍTULO 1:
Fue un buen martes por la tarde cuando Shim Changmin, estudiante de segundo año en ciencias de la comunicación, decidió que ya tenía suficiente. Que las cosas no podían seguir así. Que eran necesarias unas “cuantas” modificaciones pero de inmediato.
Y es que estaba harto, fastidiado y todos los malditos sinónimos que pudiera encontrarle a la palabra “¿De qué?” Quizás se pregunten.
Las risitas femeninas detrás de él parecieron responder por sí mismas.
Sí, Shim Changmin estaba harto de todas esas niñas que se hacían llamar “sus fans” las mismas que parecían tener por filosofía de vida acosarlo y vigilar cada puto movimiento que efectuaba.
No entendía el porqué, ni mucho menos quería averiguarlo.
Solo quería parar el maldito ciclo, y vivir una vida normal.
Como cualquier otro universitario, es decir:
Estudiar duro, conseguir un trabajo de medio tiempo para costear sus banalidades y lo más importante de todo conocerla, sí a la mujer perfecta, la que sería su compañera por el resto de su vida...
Enamorarse perdidamente de ella y transmitirle su deseo de protegerla para toda la vida, terminar la carrera y al fin cuando sus esfuerzos se verían remunerados. Casarse, comprar una linda casa y formar una familia.
Y realmente poco le importaba si ello sonaba como un sueño de niñas.
Esa era su meta de vida. Sí, quizás el chico no guardaba grandes ambiciones para sí mismo desde muchos otros puntos de vista, pero al fin y al cabo cada quien era dueño de su vida.
Lastimosamente, a sus cortos 19 empezaba a ver la oportunidad escaparse de sus manos ¿Cómo carajos se suponía que iba conocer a su futura esposa si estaba constantemente vigilado por esas crías?
Ella podría sentirse intimidada y hasta amenazada por muchas de ellas. E incluso optar por darse por vencida y entonces...
El castaño palideció y golpeó constantemente su cabeza contra el estante de libros de la biblioteca.
“Mierda...”
Su madre le había dicho alguna vez que atacar a una mujer, de la forma que fuese, era imperdonable. Pero a este punto él empezaba a reformulárselo. Tal vez su madre no había conocido a las de este tipo.
Y entonces quizás él podría...
“Shhh...”
¿Oh dios había estado pensado en voz alta?
Una mujer de edad avanzada le frunció el ceño a través de unos lentes muy redondos y gruesos, a la que identificó como la bibliotecaria de inmediato, para después negar con la cabeza y regresar a su podio, blasfemando contra la juventud de hoy en día.
No sin antes señalarle la puerta de salida muy amablemente, claro.
“¡Oh genial! Acaban de correrme del único lugar al que no pueden seguirme...maravilloso”
El castaño se escurrió por los pasillos y esquinas del edificio tanto como pudo, no estaba de ánimos para algún comentario de esos a los que NO estaba acostumbrado, y sentía que si los recibía terminaría reaccionando de la peor manera posible.
Llegó al tercer piso esperando esconderse en alguna de las aulas vacías, encerrarse y terminar sus deberes ahí pero al llegar la cruda realidad le pegó una buena patada, sí, todas las aulas estaban ocupadas.
Quiso gritar de la impotencia. Estuvo a punto de hacerlo, en realidad, hasta que lo vio.
Un pequeño patio detrás del auditorio, uno que nunca antes había visto y del que nunca le habían comentado tampoco.
Sus ojos recorrieron el perímetro en segundos, su boleto al paraíso se encontraba saltando una absurda reja.
Changmin agradeció por primera vez que su madre le hubiera heredado esa estatura. Antes de lanzarse escaleras abajo hacia el lugar.
Y aunque la absurda reja no fue tan absurda cuando estuvo frente a ella. Pudo apañárselas para saltar, trepar y golpearse la pierna izquierda en el proceso. Pero al fin y al cabo atravesarla.
El patio era silencioso, cómodo y no tan pequeño como pensó al verlo desde allá arriba; es más se continuaba hasta donde terminaba el terreno oeste de la universidad, y estaba repleto de flores y pequeños pájaros.
Changmin recorrió unos cuantos pasos hasta que decidió instalarse detrás de una planta de gran tamaño, o al menos lo suficiente para poder cubrirlo del sol y así poder tomar una siesta.
Se dejó caer sobre el pasto usando su mochila como almohada y cerró los ojos. Pero no pudo dormir, mientras más veía el verde más pensaba en las hormigas y entonces el cuerpo le escocía.
“Mierda...si sólo hallara la bendita forma de deshacerme de esas,” gruñó para sí mismo
Aprovechar el tiempo sería lo mejor, pensó.
Pero otra vez su plan fue un total fracaso pues la tranquilidad y el canturreo lejano de los pajaritos le anulaban todo pensamiento. Bufando, el castaño cambió de posición para echarse ahora de costado, cuando algo llamó su atención.
A unos 5 metros de él se hallaba un muchacho tirado sobre el pasto con los brazos y piernas estirados, el lacio cabello negro se esparcía por el pasto, el cerquillo le cubría gran parte del rostro, sus lentes negros se hallaban casi por la punta de su nariz y sus labios soplaban repetida y profundamente para hacer que la hoja con la que jugaba se mantuviera suspendida en el aire.
El sol le caía directo al rostro, pero no parecía molestarle.
Tampoco lucía aturdido por su soledad. Es más parecía cómodo con el silencio mientras seguía jugando inconsciente de su presencia.
Concentrado en el muchacho, Changmin no se dio cuenta de la llegada de una tercera persona hasta que vio otro par de manos atrapar la hoja con la que anteriormente el pelinegro jugaba. El cabello ondeado le ocultaba el rostro al estar con la cabeza agachada para poder mirar fijamente al ahora sonrojado pelinegro y por eso no le permitía identificarlo.
“Más vale que no estés saltándote las clases Joongie,” dijo una voz ronca juguetonamente.
Y fue justo en ese momento cuando Changmin identificó un “algo” de inmediato.
Ese al que no podría poner un nombre y que sin embargo conocía perfectamente pues lo había visto tantas veces en los ojos de sus padres, y porque no en las películas y novelas románticas de sus hermanas.
El pelinegro susurró tan bajo el nombre del recién llegado que a Changmin le tomó toda su agudeza auditiva poder diferenciar.
“Yoochun-ah...”
¿Yoochun? Changmin agudizó la mirada ¿no era Yoochun ese chico popular de sexto año?
¿El líder del equipo de baseball? El mismo que hacía unas semanas había asegurado su beca para una de las universidades en el extranjero y presentado formalmente frente a casi todo el alumnado a su novia.
El tipo era su héroe.
El mencionado le sonrió.
“¿Por qué pones esa cara de bobo? Ah claro es tu forma de castigarme por haber estado fuera estas semanas ¿me equivoco? y estas tratando de decirme que te has olvidado de mi cara ¿cierto?”
El ofuscado rostro del pelinegro mostraba duda y ansiedad, mientras negaba con la cabeza.
Yoochun aún mantenía su rostro a una distancia no muy prudente del pelinegro.
“¿Cómo que no? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a mi casa? ¿O fuimos a ver una película? ¿O jugamos en la consola?”
Silencio...
“¿Ves?”
Jaejoong agachó la cabeza.
“No he tenido mucho tiempo,” le dijo evitando su mirada
Changmin se escondió un poco más tras la planta.
“Mírame.”
Fue imperceptible pero Changmin juraba que el pelinegro había suspirado.
“Mírame Jaejoong,” ahora el pelinegro tenía nombre “¿Acaso hice algo que te molestara?”
“¡NO ES ESO!” Jaejoong casi gritó al instante
Yoochun suavizó la mirada.
“¿Entonces?” su mano viajó al mentón del sonrojado chico obligándole a verlo, ahora sus cabellos le tapaban la expresión
“No quiero ser un estorbo para ti y tu novia...” Escuchó luego de uno segundos
Entonces Yoochun se apartó mirándolo con extrañeza.
“¿Qué?
“Yo-es decir-tú-ella-tu tiempo libre de-debes dedicarlo a ella y yo-yo-yo no quiero molestar.”
“¿Y porque serias una mole...?” Se quedó callado “oh ya veo...”
Yoochun comenzó a reírse muy alto hasta tumbarse a su costado aun riéndose y cogiéndose la barriga como si esta fuera a explotar en cualquier momento.
Jaejoong se ofuscó aun más.
“¡Yahhh! ¿Se puede saber de qué mierda te ríes?”
“Jajajaja es que, es que...- las carcajadas no le permitían hablar con propiedad
Jaejoong se sentó molesto.
“¡Deja de reírte, demonios!” apoyó su peso en su mano derecha mientras contraía una pierna para impulsarse y levantarse, pero antes de que llegara a hacerlo Yoochun le tomó de la muñeca y le obligo a caerse de espaldas sobre el pasto.
A continuación Yoochun se precipitó encima, abrazándolo.
“¡Eres tan tonto! Y majo pero tonto,” rió un poco más “entiendo esto de los celos de amigo yo los he sufrido un par de veces cuando ibas regalando besos por el mundo,” le confesó
“¡Yo no ando regalando besos por el mundo!”
“¡Lo hacías!”
Silencio
“El que calla otorga.”
“¡Sí sí joder...ya entendí!”
“Lo que trato de decirte es que no porque tenga una novia voy a dejar de querer pasar tiempo contigo, por dios, no te veo un par de horas y ya extraño tus tonterías.”
La cabeza de Yoochun estaba sobre el hueco del hombro de Jaejoong así que no podía ver el sonrojo que acababa de pigmentar las mejillas de su amigo unas 50 000 veces más.
Jaejoong empujó a Yoochun entonces, para que este último no pudiera sentir su corazón acelerado – sí Changmin había leído muchos mangas shoujos últimamente. Sino fantaseara con chicas realmente se hubiera cuestionado sobre sus preferencias sexuales.
“Sí, entiendo tu punto ahora deja de abrazarme que arruinas mi reputación”
“JAJAJAJAJA” la risa de Yoochun esta vez fue imparable.
Changmin se preguntaba porque hasta este punto todavía nadie había venido al escuchar los ruidos, o porque Yoochun parecía tener una bocina en vez de garganta.
“¿De qué? ¿De pavo? Jajajaja solo basta con que te quites ese par de lentes ñoños, cambies tu corte cabello y dejes de reprimirte ¡Maldición! para que la gente pueda ver, para que todas estas chicas vean en ti lo que ese fotógrafo cuando estábamos en prepa...lo que yo veo”
“¿Estas tratando de burlarte de mí?” respondió el otro tratando de ocultar sus rojas mejillas
Yoochun rio ahora en voz más alta. Antes de quitarle los lentes con su mano derecha.
“Tú ni siquiera tienes medida, sólo no te gusta llamar la atención, lo que irremediablemente harías si te quitas este cerquillo emo”
“¡No es emo!”
“Y aquí vamos de nuevo” susurró el mayor
Jaejoong estuvo a punto de replicar cuando el teléfono de Yoochun sonó y sus ojos se iluminaron justo como los del pelinegro, minutos antes al verlo.
“HeeBin” era su novia
Jaejoong desvió la mirada de nuevo, apretando los labios mientras empezaba a arrancar el pastito tratando de reprimir sus emociones. Changmin no podía ver sus ojos debido al cerquillo emo – si él estaba muy de acuerdo con Yoochun –del pelinegro. Pero él había pasado con altas notas psicología en su primer año y sabía lo que ese comportamiento significaba.
Tristeza...
“¡Yah! HeeBin acaba de salir de clases ¿quieres almorzar con nosotros?”
“No quiero hacer mal trió” dijo él soltando un risita falsa
Pero Yoochun estaba muy en las nubes como para notarlo.
“Ok” dijo Yoochun algo decepcionado mientras empezaba a incorporarse
“Chau” el pelinegro se despidió apenas mientras le quitaba sus lentes, se los ponía y volvía a recostarse.
Yoochun frunció el ceño.
“YAH! ¿20 AÑOS DE MI VIDA AGUANTÁNDOTE Y NO TE DIGNAS SIQUIERA A DARME UN ABRAZO?”
Jaejoong tembló había esperado que su amigo se fuera, pero rayos Yoochun era tan impredecible. Iba a decir algo para enmendarlo pero Yoochun fue más rápido.
“¡Ahora mismo terminaré con toda esa reputación tuya!” gruñó y la mente de Changmin voló para el lado de sus novelas pornográficas esperando quizás con algo de pánico y ¿ansiedad? el siguiente movimiento de Yoochun.
Pero lo que vio lo dejo descolocado.
“HAHAHAHAHA ¡NOOO! ¡NOOOO! ¡NO! ¡PARA! ¡PARAAAA PORFAVOR! ¡Yoochun-AH!
En efecto, Yoochun se hallaba sobre él haciéndole cosquillas por aquí y por allá, mientras que Jaejoong trataba de empujarlo y en el forcejeo continuo empezaban a rodar por el pasto, ambos riendo como maniacos.
“Vas a romper mis lentes” dijo el menor de repente y Yoochun dejó de joderlo.
Quedaron respirando agitados el uno sobre el otro. Jaejoong con las manos aun en el abdomen de su amigo –en el revoltijo el polo se le había subido hasta la atura de las costillas – y el otro con una mano sobre su cuello y la otra cerca del hueso de su cadera.
Inocentemente, claro.
Pero los sentimientos del menor no lo sintieron de la misma forma.
“Aparta” le dijo fingiendo indignación mientras cruzaba los brazos sobre su pecho, bromeando pero a la vez empujándolo no tan levemente “Ya en serio, HeeBin te está esperando.”
Se paró y le ofreció una mano a su amigo
“Ok ok te doy tregua solo por eso” concedió el desordenando hyung acariciando el lacio cabello del menor antes de irse.
Changmin se quedó quieto del pánico ya el mayor se dirigía en su dirección.
Pero Yoochun pasó a uso metros por su costado y desaparecio tras la esquina.
Entonces vio como Jaejoong se dejaba caer de rodillas, el cerquillo volvía a tapar completamente su rostro. Se sentó abierto de piernas con el codo derecho apoyándose sobre su rodilla derecha mientras la mano de la misma extremidad se hundía en su cabeza. Y la otra mano quitaba sus lentes, los doblaba muy despacio y los colgaba de su camiseta.
Respiró hondo.
El cerquillo seguía tapando su rostro y entonces la misma mano que permaneció suspendida por unos cuantos segundos, bajó a sus pantalones.
Changmin pensó que iba a arreglarse el zip que en todo el movimiento podría estarle molestando de algún modo cuando al ver detenidamente allá abajo noto el bulto.
“Oh...”
Pudo oír perfectamente el sonido de ese chico desabrochando sus pantalones.
ChangMin se petrificó.
“Oh mierda, mierda, mierda”
“Hm... “ Fue un sonido algo bajo
Cuando probablemente sintió menor presión sobre su erección
Las yemas de sus dedos se escurrieron por su bajo vientre hasta alcanzar el elástico de su bóxer. Y poco a poco desaparecieron debajo de ellos.
“Hm...” Fue otro un poco más fuerte cuando su mano apretó la extensión de su miembro sin tapujos.
“Mhnnn,” el sonido escapo entre suspiros y sus dientes conforme su mano empezaba a frotar rápidamente su masculinidad.
“Ahh...mnhh” los gemidos acrecentaban y el sonido de su auto-satisfacción empezaba a rezumbar en los oídos del castaño
Quien a estas alturas no sabía si salir corriendo o cerrar lo ojos y taparse los oídos.
Y es que nunca antes había oído/visto a un hombre complaciéndose.
Y era muy extraño.
De pronto empezaba a recordar la última vez que se había echado un polvo. De ahí contaban casi dos meses.
Oh man...
“Mmhh yo...” El movimiento de su tacto era descontrolado y a la vez rítmico
Jaejoong tiró la cabeza atrás con el rostro algo sudado y pudo ver unos carnosos labios rosados.
“Ah...hhnn...mmnnn...” inclinó su torso hacia adelante, su cuerpo empezaba a temblar sintiendo los efectos
“Yo-Yoochun-ah” fue un susurro tan bajo que Changmin pensó había sido un simple silbido del viento.
Y fue entonces cuando todo hizo clic en la mente del castaño.
Jaejoong se tiró atrás con un profundo gruñido, respirando aun a bocanadas tratando de hacer el menor ruido posible y limpió su semen con un pañuelo que había extraído de su mochila.
“OK, esto-esto no puede volver a repetirse ¿escuchas?” Se dijo así mismo en voz alta mientras se incorporaba arreglándose los pantalones rápidamente.
Changmin ni siquiera hizo ademán de esconderse.
Estaba demasiado shockeado para intentarlo, realmente.
Y es que una idea le acababa de traspasar el cerebro como un rayo. Y lo peor de todo es que estaba considerándola.
Changmin giró la cabeza para mirar al muchacho alejándose a pasos cortos por la dirección contraria. Y sonrió. Acababa de encontrar la solución perfecta.
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Espero haya gustado. Soñé esto hace un par de día...en serio lo soñé...lo que me hace la mayor pervertida sobre la faz de la tierra, pero ya dejaré mi auto-flagelación para otro momento. Gracias por leer :D
wawaaaaaaaaaaa xfas contiiiiiiiiiiiiiiii de verdad conti me es necesarioooooooooooooooo conti esta muy bueno xfasssssssss :)