Nunca planié hacer de esto mi profesión ni mucho menos tener tanto éxito. Y es que a decir verdades nunca fui bueno para las artes de ningún tipo.
En el cole solía copiar, pegar e imprimir las composiciones de la clase de lite, como todo buen adolescente ciber-dependiente de nuestra era.
Y en la universidad pues...dependiendo del profe, convencía por ahí a un alguien que pudiera facilitármelos.
Sin embargo, y esto creo mi experiencia lo confirma, la vida puede ser tan considerada con uno cuando esperas de ella solo migajas. A veces pone un maldito Ferrari en la puerta de tu casa y las llaves debajo de tu almohada, o al menos eso fue lo que paso conmigo por más inverosímil que sea.
Me convirtió en algo parecido a un Idol en mi país, Corea, al punto que ya no puedo ni salir al supermercado sin temer por mi integridad física. Y lamentablemente, el pequeño detalle ha agregado a mi costo de vida algunos ceros más.
Exceso que afortunadamente costeo con holgura. Sí, la editorial me da buena paga.
Sin embargo así como existen las cosas buenas, también existen las malas. La peor de todas ellas quizás se llama Micky YooChun y parasita los 7 días de la semana.
En el sentido expreso de la palabra.
Sino pregúntenle a mi recibo de luz, agua y demás servicios básicos. O a la más damnificada de todas: mi pobre, pobre refrigeradora.
Basta solo con verlo para darme razón de ello. Ok, quizás no pero si tratan de ignorar sus ojos marrones, su sonrisa y su maldito carisma; entenderán lo que les digo.
Tal vez se estén preguntado quién carajos es YooChun ¿no?
Podríamos decir que un amigo ¡Sí, un amigo! O bueno, lo fue hasta hace algunos días.
Ok no fue tan sencillo como creí.
Mmm... Conozco a ese caradura desde hace cuatro o cinco años, el es algo así como el representante de la editorial para la que trabajo. El que debería tocarme la puerta exclusivamente cada fin de mes para observar mis avances porque no me soporta y viceversa. Peor ya ven...
Ok, quizás le hice sonar como un ogro varios párrafos atrás ¿o no? Pero la verdad es que YooChun es una de esas personas de alma buena que conoces una vez en la vida.
De aquellas a las que puedes denominar amigo con el sentido estricto de la palabra. Sí, sí, de los que recibirían una bala por ti hasta sin el bendito chaleco.
Y por tanto su único defecto es quizás ser incapaz de escucharme chillar de hambre siquiera. Y ese maldito complejo de mártir que me crispa los nervios.
Esto a raíz de su afán excesivo por complacer a las personas que realmente aprecia y para mi suerte encabezo esa lista. Ok miento, su hermano lo hace pero ¡Bah! detalles...
Bueno, como habrán podido notar soy muy capaz de pasarme la vida hablando de ese bastardo. Pero eso solo lograría “alterarme” más de lo que ya ha venido haciendo en los últimos días ¡Y no! Así que me limitaré a resumirles los episodios significantes que me condujeron de algún modo u otro a esta situación.
Así, lo hicimos.
En su coche.
¡Esta genial!
Jae es tan gracioso xDDD, espero que puedas continuar pronto~