Dedicado a Pao o bueno la versión hetero xDDDDDD, esto lo escribí hace ufff... con decirles que ni me acordaba, así que si está soso o muy común pido disculpas U^U.
- ¿Me quieres? – le preguntó con esa sonrisa juguetona sobre sus labios
- No... – respondió simplemente el otro tratando de ocultar, con su indiferencia, el prominente sonrojo sobre sus mejillas
- Entonces... ¿me amas? – le cuestionó buscando molestarle
- Un hombre no puede amar a otro hombre, hyung – respondió escondiéndose tras la caja de cereal que vaciaba sobre su bol de leche
- Siempre tan aguafiestas Min – repuso el pelinegro con un pequeño puchero – no puedes decir tan solo te a-mo-hyung ♥– golpeó apenas su frente
El menor atinó a meterse el cereal a la boca para no responder.
- Aish...tan molesto – suspiró desordenándole el lacio cabello con una mano
- Y tú... ¿me quieres hyung? – preguntó cohibido después de algunos segundos de silencio
- Annyo – respondió el aludido entre risas mientras reposaba su quijada en uno de sus brazos para mirarlo con esos “ojos gatunos” como el menor solía denominarlos
- Pues bien por mí – repuso el castaño disgustado
- ¿No vas a preguntar si te amo? – le interrumpió de pronto el mayor desilusionado
Se atoró con los cereales
- ¿Porqué debería? – el sonrojo le cubría ya hasta las orejas
- Aish...por ser tan malo con tu hyung, Hoy lavas los platos – sentenció el mayor al tiempo en que desaparecía por el pasillo hacia su habitación
-¿Me amas hyung? – le preguntó entonces al viento cuando le supo lo suficiente lejos
Una última cucharada y se apresuró a llevar los trastes al fregadero. No pudo evitar reír al ver el par de guantes fucsias prender de un colgador a un costado del lavadero.
“Si tan sólo fuera una chica” Pensó, con una sonrisa dolida. “Quizás entonces podría...”
- ¡¡¡¡CHANGMIN!!! – la voz aterrada del mayor se expandió a lo largo del pasillo
- ¡Hyung¡ – le llamó asustado corriendo a zancadas hacia la habitación sin detenerse a pensar que quizás era un poco exagerado
Claro, siendo Jae-hyung de quién se hablaba...
Pero hay iba él estirando sus largas piernas como pudiera para así salvar a su Jae de ¿las garras del mal?
- Min...ah – lloriqueó el pelinegro sosteniéndose de los hombros ajenos como si no pudiera valerse por sí mismo - ¿Qué haré? – Dramatizó de nuevo – se...se...se ha ido
- ¿Qué? ¿Quién? Hyung, tranquilízate por favor...
- La...la crema facial...no queda nada ¡Mira! A tenido que ser YooChun – prosiguió sin ver el gesto desencajado que al “lindo” castaño acababa de formársele – ese bastardo se las verá con mi...
- ¡Yahhh! – le dio un zape aún más fuerte de lo que quiso en la cabeza
- Auu – se quejó llevándose una mano a la zona afectada - ¡Yahhh! Tú mocoso ¿Cómo te atreves? ¡¿Porqué me golpeas?! ¡SOY TU HYUNG! – le devolvió el golpe
- Tú...realmente...Aishh ¡Idiota!
- ¿A quién le dices idiota?
- A ti... ¡Idiota!
- ¡DEJA DE LLAMARME IDIOTA!
- No quiero i-d-i-o-t-a
- ¡Yahhh! – trató de ahogarle rodeando un brazo por su cuello para así apresarle sin embargo la diferencia de alturas hizo lo suyo y por tanto...
Perdieron el equilibrio.
Cayendo sobre la cama del líder.
Uno encima del otro.
Incapaces de decir algo...pensar el que decir siquiera
Cada quien inmerso en el profundo mar chocolate ajeno.
Dejándose llevar por la paz calma que se llevaba sus peros y juntaba sus rostros un poco más a cada segundo.
El envase resbaló de los dedos del mayor, rodó peligrosamente por el filo y se mandó abajo.
Pum.
El golpe seco los hizo separarse de golpe.
Sonrojados, agitados...enamorados.
Y en ese silencio acalorado, el menor pareció preguntarle con la mirada eso que el mayor estaba esperando en escuchar tan vergonzosa y evidentemente.
“¿Me amas hyung?”
Una sonrisa.
Un beso.
Un sonrojo.
Y luego muchos de ellos más.