Bien, creo que he
corrido un poco con este capítulo. Si queda algo no claro háganmelo saber. He tenido
que partirme la cabeza buscando una bendita explicación. Que igual no me
ha
dejado ni en lo más mínimo convencida
pero bueno :D
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Capítulo 5
Cometemos errores en la vida. Quizás algunos más que
otros. Nadie es perfecto ¿verdad? Todos tenemos alguna debilidad, un mal hábito
o lo que sea.
Por el mismo motivo, esta mañana cuando Jaejoong llegó
con el cabello enmarañado, los labios hinchados y gafas de sol, gritándole a
todo el mundo prácticamente con la sola apariencia: si queridos soy una diva y acabo de enredármelas en mi carro.
Supe que había metido la pata y de la manera menos sutil
de todas.
El caso ¿se puede llamar así? con mi hyung es que nada de
lo que le sucede es exactamente lo que parece.
Y sí quizás esta imagen por sí sola estuviera alzándome
una ceja con incredulidad al verme tratar de pensar bien al respecto. Pero
jaejoong-hyung realmente algunas veces rompía posibilidades.
Y sumado a eso.
Era muy torpe.
Sí, quizás a muchos le sería difícil creer que aquel
hombre tan perfecto pudiera tener algún defecto. Y es verdad no los tenía. La
torpeza física era lo único que a muchos nos ayudaba a pensar en él como
humano, y a decir verdades no se podría considerar como defecto a algo que le
añadía incluso más carisma.
Además hyung no era caradura. Y no sería capaz de
presentarse ante la presencia de su ex después de haberse pegado una buena con
algún cualquiera y para colmo tener todas las evidencias encima.
A lo menos no cuando ese ex carecía de profesionalismo en
cuanto a ese tema.
Pero la gente es malpensada por naturaleza.
Y encárgame de convencer a siquiera uno de ellos de que
existía la remota
posibilidad de que se hubiera tropezado y caído de cara dramáticamente, era
algo simplemente imposible.
“Hyung” le saludé cuando pasó por mi lado.
El me miró a través de sus gafas oscuras y me dedicó una
sonrisa antes de seguir con su caminada de pasarela hasta su oficina y dejara
un muy ceñudo y celoso Jung Yunho detrás.
Tragué duro.
Nuestro presidente se dirigía hacia mí en busca de
explicaciones que como podrán suponer NO TENÍA.
Y que por tanto le dejarían sumamente insatisfecho...o
debo decir cabreado ¡Dios mío! y cuando Jung Yunho se cabreaba alguien moría
usualmente la persona más cercana.
¡Oh Dios!
Miré a mis costados, todo el cuerpo laboral se había
esfumado “convenientemente” en cuestión de segundos.
“Junsu” me llamó.
Yo solo lloré mi suerte en silencio.
“Sí hyung-nim”
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No podía negar que Yoochun era de ayuda. Hace mucho que
no había desfilado por mi departamento alguien tan eficiente. Y estaba
sumamente agradecido por ello, sobretodo con los acontecimientos tempranos, no
que él lo supiera claro.
Nuestro presidente nos había cargado encima el trabajo
del próximo mes por adelantado porque “de pronto” se le había antojado.
Y no quería darle un solo disgusto más esta mañana o mi
cabeza rodaría.
Jaejoong no se había aparecido en mi oficina cosa por la
cual estaba en parte agradecido. No quería tener un cuestionamiento excesivo
con la otra parte del asunto a una pared de distancia.
Lo mío no era la indolencia.
Y la capacidad de dejarme influenciar por las emociones
usualmente no ayudaba a mi dignidad...en nada.
Tocaron la puerta, “adelante,” grité en respuesta.
“Supervisor-nim,” su voz se dejó escuchar desde el
umbral, “le traigo los reportes de la próxima edición, la portada ya está
completamente editada, solo esperamos que nos de la aprobación para imprimir
las copias para nuestro presidente.”
¡Era temporariamente imposible! Los del departamento de
edición y diseño demoraban la vida en atender si quiera una pequeña solicitud
¿Cómo rayos había he-?
¡Oh verdad! La gran mayoría de ellas eran “señoritas”...
“Ok muchas gracias por tu trabajo, déjalos aquí por
favor”
“Ok,” caminó hacia mi escritorio y las puso encima,
“¿desea algo más?”
Alcé la mirada.
El me sonrió con picardía, “un masaje ¿tal vez? se le ve
estresado.”
Le devolví la sonrisa. “Es muy amable de su parte Park-shii
pero el único favor que podría hacerme es no taparme la luz,” le dije haciéndole
una mueca, “por ahora solo revisa que no haya ningún percance con la impresión
de las muestras y mándame a Seohyun, necesito hablar con ella”
La sonrisa se le amplió aún más.
“Entiendo, entonces me retiro.” me dijo doblando sobre
sus talones para salir de mi oficina.
“Sí, haz eso.” le dije.
El dejo de caminar y volteó a verme de nuevo.
“¿Sucede algo Park-shii?”
“No nada hyung-nim.” me sonrió, se acomodó uno de los
rizos negros y mordió sus voluminosos labios de un lado, “¿le sucede algo a
usted?”
No respondí.
¿Estaba coqueteando conmigo?
¿Acaso él estaba...?
Las náuseas volvían. Y Tuve que sostenerme del
reposabrazos de mi sillón para calmarme.
“Eso creí,” me dijo triunfal antes de salir de mi
oficina.
Yo corrí hasta el baño de mi oficina.
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“Recuérdame asesinar a Jae cuando lo vea”
“¿Por qué?” le pregunte entre risas.
“Por eso,” dijo señalando al Yunho que salía de su
oficina con un aura diabólica alrededor suyo.
“Ah...vaya... ¿tan jodido está?”
“¿Tan jodido está? No tienes ni p*** idea Kim Junsu
¿sabes que se le ha antojado esta mañana? Supervisar el maldito trabajo de cada
p*** departamento y mira ¡si él fuera el que se paseara de acá para allá
haciéndolo hubiera dicho: ahhh que buen jefe! PERO ESE NO ES EL P*** CASO ¡NO
ES EL P*** CASO!”.
“Baja la voz si vas a decir groserías,” le regañé y como
esperé el me hizo mucho caso.
“¡Me importan una mierda los modales justo ahora trasero
de pato!”
“Ok, ok lo he entendido ¿vale?” le dije ahora algo
molesto
“Vale, ahora dime en donde se ha metido el promiscuo ese
que le daré una que no olvidará jamás” bramó.
“Ok cálmate, no eres el único al que se le ha cargado de
trabajo,” me miró con las cejas alzadas, oh a veces olvidaba que changmin no
poseía empatía en la lista de adjetivos con las que se le definía y por tanto
los demás le importaban un carajo, “ok, lo replantearé.”
“Por favor,” me dijo él con una sonrisilla divertida.
“Ok,” me reí, “haz pensado en la remota posibilidad de
que nuestro hyung haya tenido un accidente y sea una víctima de la
malinterpretación aquí.”
“Oh claro que sí Junsu, también he pensado que todos tus vómitos
y kilillos de más son porque estás embarazado ¡Hazme el favor!”
¡¿Qué?!
“Ok, voy a dejar de perder mi tiempo contigo, chau.”
“¿Estas corriéndome de tu oficina?” me preguntó con
fingida indignación.
“¿No lo he hecho siempre? V-e-t-e-p-o-r-f-a-v-o-r”
Se rió.
“¿Qué te hace pensar que te daré el gusto? Deberías
sentirte honrado con mi presencia” se hecho aires y se recostó del todo en el
sillón frente a mi escritorio ¡Demonios! De alguna forma lucia bien así.
“Oh mira, tu verdugo,” le piqué.
“Kim Jae-“empezó a gritar pero se detuvo al darse cuenta
de que al que señalaba era a Choi Minho, “¿oh? ¿Y quién es ese con el que está
hablando?”
“Creo que es un chico de la imprenta,” le respondí,
“bueno ¡es una sorpresa! ya no has corrido como un bólido para evitar que
dijera algo sobre nuestro romance secreto.”
“No lo hará.”
“¡Exacto!” aplaudí, “Hemos avanzado tanto Changmin-ah,”
me burlé.
“Oh cierra el pico, cariñito” me dijo melosamente.
Yo me partí de risa.
Minho volteó a vernos tras la ventana de mi oficina y nos
hizo una reverencia. Changmin caminó hacia el ventanal y dejó caer las
persianas pero no las cerró del todo.
“¿Qué haces?” le pregunté.
“Nada amor solo quiero un poco de privacidad.”
“No juegues con fuego cariñito,” le respondí sofocado de
la risa.
Mi cuerpo por sí solo se quería tirar a rodar por el
piso.
El caminó hacia mí mientras se desabotonaba los dos
botones del chaleco que llevaba sobre la camisa. Y lo dejaba sobre mi escritorio.
Mis risotadas fueron mayores.
“Levántate,” me dijo.
Y le obedecí. Solo porque si seguía apretando mi vejiga
terminaría orinándome encima.
Llevaba el saco sin abotonar así que cuando llegó a mí.
Me lo bajó por los hombros. Yo me sostuve de los suyos mientras apoyaba mi
frente sobre su pecho riéndome como un poseso.
Minho nos veía con los ojos abiertos de par en par y
trataba a toda costa de evitar que su acompañante volteara en nuestra dirección.
¿Es que Changmin estaba haciendo todo esto a propósito?
¿Y eso en qué lugar exactamente me dejaba a mí?
“¿Qué pasa cariñito te pongo nervioso?” me preguntó con
la voz algo quebrada por las risas que intentaban colársele.
“¿Es en serio?” me reí aún más, “Oh por dios”
Una de sus manos bajó por mi espalda hasta mi trasero
para darme un par de palmadas y decirme, “uhh los había extrañado.”
Yo me preparé para tirarle un buen rodillazo allá abajo.
Cuando tocaron la puerta de pronto y antes de que pudiera
decir – un momento – Yoochun entró por ella.
“¿Debo volver más tarde?” preguntó, yo simplemente no
sabía donde meterme.
“Cariño ¿Por qué siempre nos atrapan antes de llegar a la
mejor parte?” me preguntó Changmin a mi lado en un “susurro” no lo pongo en
comillas por gusto, prácticamente lo gritó.
Yo le pegué un buen zape en la cabeza antes de ordenarle
que se largara.
“¿Y bien? ¿Deseas algo?”
“En realidad sí...pero se me está prohibido pedirlo
¿verdad?”
Le miré con las mejillas encendidas.
Las náuseas volvían.
Pero esta vez no pude detenerme con solo apoyarme en el
sillón.
Él noto mi cambio de color abrupto.
Y corrió a mi lado para sostenerme.
“Baño,” alcancé a decirle mientras trataba de controlar
las arcadas.
Me palmeó la espalda cuando me apoyé en el retrete. Y me
miró preocupado cuando terminé de enjuagarme la boca, totalmente asqueado.
“No creo que esto sea normal,” me dijo.
Yo solo boté el papel toalla que había usado en la
basura.
“¿El doctor no te dio los resultados?”
Le ignoré de nuevo mientras caminaba de vuelta a mi
escritorio.
“Supervisor-nim estoy preocupado por usted...”
“Si no tienes nada que hacer acá entonces voy a tener que
pedirte que te retires,” le dije
Él me miró con el ceño fruncido.
“Kim Junsu, tengo maneras de acceder a tus historial
médico y no me sentiría a gusto hacerlo sin tu consentimiento pero si no me
dejas más alternativas lo haré. Y tengo motivos meramente profesionales para
preocuparme por usted. Si la cabeza no funciona como debe entonces todos los
demás tampoco.”
Salió de mi oficina a pasos largos.
Yo me dejé caer abrumado en mi asiento, necesitaba los
resultados.
Pero algo en mi interior me decía que no los pidiera.
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“Por el amor de dios Junsu. ¿Cómo puedes ser tan sordo?”
“¿Qué?”
Una mano apareció de la nada y me arrastró hasta la
habitación más cercana.
“Vengo llamándote desde el pasillo” me gritó un exasperado
Jaejoong
“Hyung...ehm...lo siento soy algo sordo y lo sabes.”
“¿Algo?” me preguntó con sarcasmo.
Le sonreí culpable.
“Ok, dejando a un lado tu sordera, vamos a almorzar tengo
que contarte algo.”
“Ok, me dejas ir por mi saco.”
“El saco puede esperar y esto es urgente.”
“Ok, entiendo,” le miré sospechosamente.
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“Sucedió algo esta mañana...” me dijo cuando ya estuvimos
instalados en el restaurante.
“¿Desean algo?” la señorita nos entregó las cartas con
una sonrisa.
“La llamaremos,” le respondí empezando a checkear el
menú.
Nos hizo una reverencia y se retiró en silencio.
“¿Y qué pasó?” le pregunté.
“Pues me mandaron los resultados de los exámenes que te hicieron
pues no habías ido a recogerlos y...”
“¿y...?”
“Creo que deberíamos esperar a almorzar primero.”
“¿Qué?”
“No quiero arruinar tu apetito”
“Hyung la ansiedad de por sí arruina mi apetito,”
rezongué
Él no me hizo caso y le hizo una seña a la encargada para
que viniera a recibir nuestras órdenes.
“Hyung lo digo en serio.”
“Sí, sí, sí mira ya nos traen la comida”
Me colocaron la ensalada enfrente. Y esperé hasta que la
encragada se uera para decir, “Yaa, dime, dime, dime”
“Su, come primero.”
“Pe-pero.”
“Tengo buenas razones para esto, confía en mí,” me dijo
en un suspiro.
Terminé mi plato en silencio.
Alzando la mirada de mis pedazos se pechuga de pollo a la
plancha, de tanto en tanto para ver a un Jaejoong perdido en sus propios
pensamientos.
“Ya está,” le dije triunfalmente.
Él torció una sonrisa.
Y a mí me asaltó un escalofrío por toda la espalda.
“Junsu...estás embarazado.”
.
..
...
Le miré.
Y le miré.
Y le continué mirando.
Hasta que alfin conseguí preguntarle, “¿Qué?”
“Eso mismo fue lo que yo dije...no era posible. Es decir,
ya sabes...entonces fui al hospital a preguntar qué tipo de broma era esa y...”
Yo me sostuve de la mesa con ambos brazos, mirando a mi
hyung completamente aterrorizado. El me sostuvo las manos. Sus ojos estaban
algo enrojecidos.
¡Dios mío! Estaba hablándome en serio.
“Y hablé con tu doctor. Y entre lo poco que logré
entenderle es que de algún modo produces ambas células germinativas ¿me explico?”
Yo sólo le escuchaba aún mirándole aterrorizado y sin
saber qué hacer.
O que decir.
O simplemente que sentir.
“Me dijo que era algo que tus padres también sabían pero que
no te había dicho porque nunca significó ningún problema ya que tus
espermatozoides eran perfectamente sanos y claro, eran los únicos que veían la
luz cuando...ya sabes.”
Sentía nauseas.
Sentía muchas nauseas.
No quería escuchar más.
Pero simplemente no podía moverme.
“E incluso cuando tus padres se enteraron de tus
distintas preferencias sexuales. No hubo problema tampoco, después de todo el
doctor les aseguró que ningún esperma podría llegar hasta ellas y en el
improbable caso de que una fecundación llegara a darse. Como sabrás nosotros no
tenemos útero. Así que no había posibilidad alguna de que el bebe tuviera un
lugar donde formarse. Era sencillamente un imposible.”
“¿Entonces cómo...?”
“Es lo que yo también pregunté ¿Cómo? Y es esto lo
preocupante.”
“¿Qué?”
Las manos me temblaban.
“Me dijeron que necesitan verte, que sea el lugar en
donde se esté desarrollando supone un peligro para ti. Tu cuerpo va a
identificarlo como una especie de cáncer. Y va a tratar de destruirlo. Así que
tienen que retirártelo antes de que se genere la infección.”
“¿Re-retirarlo?”
“Junsu...”
“¿Van a quitarme esto?” pregunté con los ojos ya
enrojecidos del susto.
“Junsu, los doctores no pueden calcular el tiempo que
llevas gestando. Y no saben que tan avanzado esté. Tu cuerpo ha aumentado un
poquito en volumen. Y las náuseas y todo.”
Me sostuve de sus manos aún más.
“También, no tendría dudas de su otro padre si nunca
hubiera sucedido lo que ha sucedido...”
“¿Piensas que puede ser de Yoochun?”
“Hay una posibilidad...él ha sido la última persona con
la que...”
“¿Pe-pero que hay de Haruka?”
Sus gestos se endurecieron.
“El rango que el doctor Choi me ha dado varía de 30 a 20
días. Así que...no, no podemos excluirlo.” soltó con amargura, “pero no es como
si fuéramos a esperar a saberlo. Tenemos que sacarte eso antes de que te haga
daño.”
“Pero...”
“¿Estas considerando tener un hijo suyo?”
Yo agaché la cabeza.
Todo en lo que había tratado de no pensar en el último
mes. Me golpeó el alma.
Y no cavilar absolutamente nada. No quise pensar en lo que
sería tener un pedazo de él por el resto de mi vida.
Pero lo hice.
Observé las imágenes en mi cabeza. Y me asaltó de pronto
un amor por la criatura que se desarrollaba en algún lugar de mis entrañas.
“No...”
“Bien. Ahora debemos ir al hospital antes de que...”
“Hyung,” le llamé.
Él me miró.
“No dejaré que me quiten al niño.” le dije.
Y las manos que sostenían el dorso de las
mías...perdieron fuerza.
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Espero haya gustado. Me vooo! :D
O.O etto kien es el otro xico... senti a jae como una madre super asustada contandole algo a su niño cn razon ps la apariencia del pobre xDD
waaa lo has dejado super interesant