Odien a Yoochun lalalalalala♪♫
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Pueden
discrepar todo lo que quieran.
Citar
experiencias o etcétera.
Pero
lo cierto es que solo determinadas personas pueden ser ¿Cómo decirlo con tacto?
Hmm...no, no encuentro un sinónimo totalmente apropiado así que solo lo diré a
secas: putas.
Kim
Jaejoong por más inherentemente sexy que fuera y demás adjetivos calificativos
a los que estaríamos muy dispuestas a asociarlo lamentablemente no pertenecía a
este tan variado grupo.
Y
aunque las acciones que pensaba realizar a continuación lo harían indudablemente
merecedor del adjetivo. Existe y existirá un ente que reside en nuestro
non-sexy mundo con el único objetivo de preservar el equilibrio entre los putos
y no putos y de paso jodernos la vida, algunos lo llaman realidad man, yo
prefiero llamarlo el gurú del epicfail.
De
modo que aquella escena magnifica que se reproducía en la pequeña cabecita de
Kim simplemente no podía ser posible.
La
remera salió por arriba de sus hombros y brazos de un tirón rudo para luego
caer sobre el piso con un ruido sordo.
A
esas alturas podríamos aseverar dos cosas concretas.
Primero,
Changmin había captado solemnemente lo que su novio intentaba/quería hacer.
Segundo
que no pensaba, quería o iba a intentar hacer algo por detenerlo.
Quizás
por la mera curiosidad. Por el shock.
Quién
sabe.
Lo
cierto es que él en esos justos momentos solo tenía cerebro para ordenar a sus
ojos no perderse un solo detalle del cuerpo de su pelirrojo.
Porque
para su cerebro en esos momentos Jaejoong era todito suyo.
Su
remera había caído a sus pies.
Y
aunque el pecho y abdomen fornido eran algo que Changmin había esperado,
tenerlo en vivo y en directo le hizo sentir una pequeña chispa de calor en el
estómago.
Sus
ojos se clavaron a continuación en esas manos que empezaban a deshacerse de la
correa.
Changmin
tragó su saliva con la ansiedad latente en un punto entre sus jeans.
¡Oh
God! Lo siguiente sería el pantalón.
O
mejor dicho debería haber sido.
De
no ser por el horroroso e histérico grito que se oyó desde la puerta del cuarto.
Tanto
castaño como pelirrojo voltearon a ver la fuente del sonido gutural, uno del
color del papel, el otro el de un tomate bastante maduro no exactamente en ese
orden.
Porque
sobre el marco de la puerta se encontraba nada más y nada menos que Yoochun
freakin Park.
Esto
no está pasando, esto no está pasando, esto no está pasando – rogó un Jaejoong
95% trágame tierra, 5% Oh por el amor de Buda tienes que estarme jodiendo.
Lamentablemente
para él. Sí qué pasaba.
“¿QUÉ
DEMONIOS ESTAN HACIENDO?” la voz dos octavas más alta de lo normal de
determinado rulos preguntó.
“No es lo que parece,” se excusó el befi, “lo juro
Chun yo no...”
“¡Por tu bienestar físico y psicológico espero que
no!” respondió este con la cara tan roja y los celos a flor de piel, “Tú, tú
desgraciado hijo de puta ¿Qué mierda tienes en la cabeza? ¿Qué intentas hacer?”
Avanzó dos pasos hacia Changmin y sin preludios lo
levantó por la camisa.
Jaejoong ahogó un grito sin saber qué hacer.
Susurrando excusas y generalmente tan solo intentando
limpiar su nombre ante los ojos de la persona a la que amaba.
Park Yoochun.
Aquellas no eran de ninguna manera noticias nuevas
para Shim.
Pero aún así... sus manos expulsaron rudamente al
pelinegro fuera de su espacio personal.
E intentaron planchar con sus palmas su arrugada
camisa.
Lo que pasó a continuación fue meramente fruto del
despecho. De los si tan solo. Y otras cosas que Changmin no podría analizar en
esos momentos por la cólera que se irradiaba rápidamente por sus venas.
“¿Y qué problema tiene? somos novios ¿no?,” le dijo.
Jaejoong sintió su presión arterial irse a la
mismísima mierda al escuchar a su “novio.”
¡SE SUPONÍA QUE DEBERÍA ESTAR AYUDÁNDOLO A NEGARLO TODO!
Yoochun temblequeó de la ira en su lugar.
“Ni tú ni nadie le va a poner un dedo encima a mi...”
“¿A tu qué? Es solo tu amigo, no tienes derecho a
decidir con quién quiere tener sexo o no.”
A esas alturas Kim ya estaba con un pie en el más
allá. Con la remera puesta en su lugar de nuevo y el orgullo en el país de
nunca jamás.
“¡Es todo! ¡Ya tuve suficiente de ti, esto se termina
aquí! ¡AQUÍ ¿ME OYES?!”
“¿Qué vas a hacer, Chunnie-ah? ¿Vas a golpearme? Esto
se termina cuando Jaejoong deje de amarme.”
Ok. Eso era un golpe bajo.
Y la patada de Yoochun en sus huevos también lo fue.
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La gente no es tonta.
Está tan pendiente de cada pequeña cosa que ocurre en
los círculos sociales importantes para así poder crear el drama perfecto y de
paso poder sobrevivir a la parquedad de sus día día.
Por tanto era algo obvio de suponer que los rostros
moreteados de Shim y Park aquella mañana del jueves fuera sin lugar a dudas la
peor de las comidillas.
Los acertados rumores de un posible enfrentamiento por
el bombón de Jaejoong se diseminaron en todas las redes sociales existentes y
de paso alertado a cierta ahora preocupada señorita.
“¿Qué pasó?”
Yoochun la miró. Una puñalada de culpa se clavó en su corazón
y otra de caradura en su espalda mientras la abrazaba y se quejaba, “el
bastardo de Jaejoong...”
Una punzada de celos recorrió la espalda de su novia.
Sabía de los sentimientos de Jae hacia Yoochun. Los
había sabido desde que los conoció. Probablemente todo aquel que habría podido
interactuar con ambos al mismo tiempo. Bastaba con solo notar la forma en que
Jaejoong lo miraba.
Y no podrí culparlo.
Ella también había quedado irremediablemente enamorada
de Park. Por eso siempre evitaba mostrarse muy cariñosa frente a él porque al
fin y al cabo no quería que el pelirrojo mejor amigo de su novio la odiara.
Le caía muy bien.
Jamás le había dicho a Yoochun tampoco.
Quizás por miedo a como fuera a reaccionar.
Por miedo a que considerara a Jaejoong y la dejara.
Y también por respeto. Sabía que los sentimientos que
Jaejoong tenía por el ratón eran un conflicto existencial bastante marcado
dentro de sí mismo.
Aquello sería algo que él debería decirle
personalmente pero...
Tenía tanto miedo y cólera.
Porque Yoochun actuaba de una manera que traspasaban
los celos de amigo. Y le dolía pensarlo.
“¿Qué pasó con Jaejoong? ¿Está bien?” se hizo la tonta
“Está mal de la cabeza ¡eso es lo que está! ¿Qué otra
explicación habría para que saliera de pronto con ese animal? Y encima
¡encima!”
“¿encima...?”
“Nada, no quiero ni decirlo en voz alta.”
“¿te peleaste con Changmin entonces?”
“¡Le di una paliza!”
“El parece haberse defendido también,” le dijo ella
tocando muy despacio el moretón sobre el pómulo izquierdo de su novio.
“Argh...” se quejó este.
“Ven vamos a la farmacia voy a comprar una medicina
que te ayude a bajar esa hinchazón.”
Yoochun la siguió en silencio.
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“¡Jaejoong!” Le llamó el castaño cuando lo vio entrar
a lo que era desde hace unos días su nuevo salón favorito para estudiar en los grandes
huecos de sus horarios
Como era uno de los salones vacíos del último piso en
ese pabellón no había elevador al 95% de universitarios comunes y silvestres les
daba mucha hueva chantarse los seis pisos y por tanto terminaban en los diferentes
grupos de estudios o en sus respectivas bibliotecas.
Jaejoong al parecer también había estado buscando un
poco de soledad. Tenía el morral colgado a la espalda y un libro en sus manos.
Cuando lo vio simplemente dio media vuelta ignorando su llamado y salió.
Changmin se apresuró a ir detrás de él.
“Eh Jaejoong,” le cogió un brazo.
El pelirrojo se liberó de un manotazo tan bruscamente
que el libro que llevaba en la otra mano se le fue al piso.
“Piérdete,” le espetó.
Agachándose para recoger su libro y un resaltador que
había salido expelido del mismo a unos pasos.
Changmin se cabreó.
“En el campus estas obligado a...”
“¿Qué mierda quieres de mí, Changmin?” Gritó, el
resaltador golpeó una fila de locker’s abandonados de la patada que Jaejoong le
había dado, “Mira, puedo soportar el asco que me da cogerte las manos o fingir
si quiera que disfruto tu compañía porque no tengo de puta otra porque ¡oh sí! determinado
hijo de puta me está extorsionando pero lo que sí no voy a permitir es que ese
bastardo le ponga un dedo encima a mi Yoochun ¿escuchas?”
Unas disculpas no vendrían mal, lo sabía.
Porque aunque Yoochun lo hubiera empezado enroscarse
en una pelea con alguien era algo a lo que Changmin siempre le había tenido repudio.
Esa no era su casa.
Y él no era un adolescente cualquiera que terminaba
cayendo bajo las insinuaciones de cualquier imbécil.
Sin embargo...
No podía. Simplemente no. Admitir que hizo mal sería
dejar a Yoochun bien frente a los ojos de la única persona de quien le importaba
las opiniones. No que Shim fuera admitir esto último tampoco.
Así que al mejor estilo soy un completo sinvergüenza and
i have no regrets, abrió la bocaza y dijo, “pero...él se lo buscó, cariño.”
La cara de su novio fue un poema.
Pasó de sorpresa a una mueca de total disgusto para
luego ser indignación y terminar en ira.
“¡Por el amor de Dios! Sólo vete a la mierda...vete a
la putísima mierda ¡que un jodido tráiler te rompa las pelotas y los huesos
bastardo subnormal! ¡y espero que te vayas derechito al infierno! ¡AL INFIERNO!
¿Me oyes?”
Estuvo de lanzársele encima para molerlo a golpes
cuando escuchó los pasos de alguien subiendo las escaleras.
“Ni cagando te sigo el jueguito,” le escupió con asco
antes de caminar hacia las otras escaleras y bajar a pisotones.
Una morocha apareció. Con el cabello muy lacio atado
en un moño alto y un cerquillo mono que ocultaba un frente alba y acentuaba
unos ojos bastante bonitos.
La chica dio un vistazo a sus costados.
“Lo siento, dejé un libro dentro,” le dijo señalando
el salón en el que él había estado estudiando/durmiendo, “no intento interrumpir
nada o...”
“Oh no, no es nada, él bueno no importa...”
Hubo un silencio incómodo.
“Si de algo sirve...no creo que nadie pueda estar
enojado contigo por mucho tiempo,” susurró.
Changmin le sonrió.
Ojalá y eso fuera cierto – pensó.
“¿a que sí? ¡Oh! y en cuanto a tu libro,” le dijo
caminando hacia el salón, “Sí te refieres a uno de economía, yo lo tengo.”
“¡Gracias a Dios!” exclamó ella aliviada
“En realidad es algo bastante imposible que alguien se
lleve algo tan interesante, al menos en esta facultad.”
Tenía unos ojos castaños claros bastante adorables.
“En realidad no es un libro de economía,” le dijo ella
entre risitas.
“¿Ah no?”
“No,” negó con la cabeza, “es Harry Potter, es solo
que las clases con Albert son demasiado ehm... cargadas...”
Changmin rió.
Intentó inhibir su alma Gryffindor que fangirleaba
cuando escuchaba los apellidos Potter, Granger, Weasley o Black. Y se concentró
en mantener su estatus como persona de 22 años. Un casi adulto.
Sí claro...
“¿Y cubriste la pasta con una de otro libro?” le
preguntó impresionado abriendo el libro para confirmarlo.
“Es que si te ve leyendo no te dice nada así que...”
Changmin volvió a reír.
“Eres una genio,” exclamó.
La chica sonrió muy pagada de sí misma.
“¿Y cuál es?” le preguntó devolviéndoselo.
“La quinta estoy volviendo a releerlas pero en inglés
para mejorar mi léxico y eso...”
“¡Genial! Tal vez y copie tu idea,” rió tenía más o
menos unos cinco libros a los que cambiarles la portada, “¿y a todo esto ma’am
cual es su nombre?”
“Sena,” respondió ella.
Ahora que lo notaba tenía bonita voz.
“Pues un gusto Sena, Shim Changmin a tus servicios.”
“Sé quién eres,” rio ella, “creo que todos,” rodó los
ojos en broma.
“Oh sí, es que siempre olvido que no tengo privacidad,”
bromeó el también.
Aunque fuera cierto.
El celular de la muchacha empezó a sonar de pronto.
Lo sacó de su bolso y al mirar la pantalla pegó un
salto, “¡Oh mierda! Es la alarma tengo 5 minutos para llegar al otro edificio.”
“Pues yo que tú me tiraría si quiero hacerla.”
La muchacha se carcajeó.
“Ha sido un gusto Changmin,” le gritó en su camino
apresurado fuera del salón, “nos vemos luego.”
Si luego – pensó.
Miró sus libros regados sobre la carpeta.
Uno de ellos abierto y a medio resaltar, suspiró hasta
que de pronto se dio cuenta de algo.
Esperen...
¿Acababa de tener una conversación con una bonita muchacha
de su edad promedio y había pseudo-coqueteado con ella?
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Espero haya gustado >< no me odien.
Peace~
SIII!!!! Definitivamente odio a Yoochun ¬¬ Cómo pudo?? Cómo se atrevió a interrumpir el striptease(?) de Jae??? Si a Changmin poco más y me lo imagino babeando. Lo quiero matar º_º...ok no xDD
Ya quiero que Jae deje de defender tanto a Yoochun )3( Sé que el que Changmin lo chantajee no ayuda a su 'relación' pero ya es hora de que empiece a verlo con otros ojos, espero ver muy pronto celos, celos everywhere ^^
Otro capítulo super divertido, muchas gracias por actualizar Kimmy ♥