Ok, he demorado un egg no tengo perdon de Dios. La inspi la tenía en Polonia. Y hoy muriendo de frío en mi habitación, escuchando a drop in the ocean. Simplemente salió. Dedicado a Yume a quién le debia este capo hace mil millones de años luz! A amayis y por supuesto a mi melli ♥
TITLE: I'm Sorry I love u
CHAPTER: Eight
AUTHOR: Kimmy_lin
PAIRING: Yoosu
RATING: Pg-15
WARNINGS: Shonen-ai, Incest, Angst
JAEJOONG:
La vida puede ser dura a veces. Eso tú y yo lo sabíamos mejor que nadie ¿no YooChun?
Nunca quisiste establecer amistades o cualquier otro tipo de trato mínimamente íntimo con nadie debido a ello. Quizás ni siquiera conmigo.
Sin embargo no tardaste en darte cuenta de la realidad detrás de mis sonrisas, supiste que mi corazón estaba tan roto como el tuyo, y entonces hallaste en mí un compañero.
Un igual, o como fuera que me calificaste en ese momento.
Lo cierto es que ninguno de los dos supo que el interés que despertábamos el uno por el otro sería más que hormonal con el tiempo.
Tenía que serte sincero...ni yo mismo lo había sabido.
Así que simplemente me dejé arrastrar por el incierto con tal de llenar el vacío con el que lidiaba a diario, o más bien, con el que lidiábamos a diario cada uno.
Y eventualmente pues...nos volvimos amigos. Soulmates. Amantes de domingo. Y por supuesto: compañeros de trabajo.
YooChun...ah.
Los últimos 12 años de mi vida tenían tu nombre escrito por todos lados.
Era inconcebible que pretendieras entonces, mantenerme indiferente ante tu actual estado, idiota.
Y es que a veces simplemente...no podía evitar deshacerme pensando en lo que hubiera sucedido de haberme quedado a tu lado. Si podría haber previsto lo que se desencadenaría entre ustedes dos. Si podría así...haber hecho algo.
Intervenir a tiempo, no sé.
Lamentarse era siempre tan sencillo, encontrarle solución; sabe Dios que no.
En hubieras se quedaban mis lágrimas ¿Y las tuyas, YooChun? ¿Dónde carajos quedaban las tuyas?...las suyas.
Sabía que no buscabas culpables...que no me perdonarías si intentaba siquiera pensar en hacerme el mártir, pero me era imposible verte así y no odiarme...
No odiarle.
Aunque fuera del todo injusto ¿Pero qué podía hacer?
Si oírte destrozado me había calado tan hondo, verte así, simplemente acababa conmigo.
YooChun... ¿Hasta qué punto te había perdido?
O mejor dicho... ¿Hasta qué punto permití que te perdieras?
Con lo sencillo que era tropezar, andando a ciegas.
Más aún siendo tú de quien se trataba.
Mi pequeño y frágil YooChun.
Te confié a sus brazos sin pensar en absoluto que en algo así podría finalizar.
¿Podría culparme alguien por eso?
Irónicamente sí...a lo menos yo lo haría, sería quien arrojara la primera piedra.
Y es que habría metido las manos al fuego porque ese pequeño podría lograr lo único que ninguno de los dos habíamos podido hacer por el otro en todos estos años, sanar las heridas del pasado.
Y realmente lo hizo.
Pero ya ves...
Justo en la última de las opciones...terminaste enamorado.
Me dolía no haberme dado cuenta a tiempo ¿sabes?
Pensé que...
¡DIOS!
¡Sólo él sabrá en lo que estuve pensando YooChun! Él y tú, el otro idiota que se encargó de convencerse de lo mismo...
Ingenuos los dos, nos equivocamos.
Y ahora, el error debía ser pagado.
Ustedes dos debían pagarlo ¿no?
Apreté los puños reprimiendo un sollozo ¿Es que estabas condenado a ser infeliz por el resto de tu vida? Mordí mis labios, en un intento más para mantener la compostura. Mi cuerpo comenzaba temblar levemente.
“¿Por qué?” La pregunta sin respuesta de siempre.
Tapé mi boca con mi mano mientras me dejaba resbalar por la pared del living.
“¿Porqué ustedes?” Hipé
No te podías imaginar siquiera las ganas que tenía de decirte que nada de aquello importaba. Que era normal que lo hubieses visto de otra forma. Pues, al fin y al cabo no se habían criado juntos. No eran realmente hermanos.
De formación.
De sentimiento.
Tus hormonas sólo habían hecho su trabajo.
Pero te negaste a escucharme. A dejarme cambiar tus sábanas siquiera. No querías despegarte de lo que quedaba de su aroma.
Sólo eso te quedaba...podía leerlo claramente en tus ojos.
Esos mundos azabaches nunca fueron muy expresivos que digamos, pero los que vi ese día no se asemejaban de ningún modo a los que solían perderse en algún azulejo de aburrimiento. Esos estaban muertos.
YunHo me lo había advertido ya, que era muy probable que te encontrara en este estado y que si no se equivocaba tratara de no obligarte a nada que lo mejor sería esperarte. Que quizás no serías más que un jarrón hueco intentando componerse para volver a su realidad, y por tanto si te enfrentaba en ese mismo instante lo más probable era que dijeras cosas de las que te arrepentirías.
Y pues...le hice caso...
Aún cuando el alma se me partió a cada que rechazaste las comidas o un estornudo se te escapó de la nariz.
“Levántate, abrázame, regresa a mí...”
“Te estoy llamando”
“Chun...YooChun”
Enterré mi cabeza entre mis brazos y piernas, incapaz de retener el llanto para mis adentros un segundo más.
- ¿Porqué me castigas de esta forma? – su voz sonó desde el marco de la puerta, me sobresalté
- ¿Qué...qué haces aquí? – las lágrimas caían libres por mis mejillas, inspiré hondo para moderarlas antes de levantar la mirada
- ¿Cómo puedes preguntarme eso idiota? – Avanzó hacia mí a pasos cortos - esto mismo me temía ¿ves? – me dijo arrodillándose para secar con su índice una de las lágrimas que terminaba de deslizarse por mi mentón
- YunHo...ah no debis... – sus labios me impidieron completar la oración.
Cerré los ojos dejándome llevar por la caricia. Por ese calorcito que empezaba a emerger en mis mejillas, mi corazón y cada parte de mi cuerpo al saberle junto a mí.
Hipé.
- ¿No debí qué? – me preguntó mirando mis ojos enrojecidos con tanta ternura que tuve que esconder mi rostro en su pecho
- Yo...
- Shhh...Déjame hablar ¿vale? – Guardé silencio
¿Por qué su tono de voz no me inspiraba nada bueno?
- Hablé con mi padre – se quedó callad – le dije que nosotros estábamos sali...
- ¡¿Qué?! - me separé de golpe sin dejarle terminar de hablar – a...a...acordamos que se lo diríamos juntos, la cena con él sería la próxima semana ¿Por qué has...?
- Me llamó hace unos días JaeJoong. Me pidió que adelantáramos la cena, al parecer tenía que salir del país, no me dio muchos detalles tampoco, ya sabes cómo es él
- Eso no responde mi pregunta – le dije con miedo
- Me dijo que la adelantáramos para el martes Jae – me quedé sin palabras – iba a decírtelo pero...
- Te dije que me volvía a Corea – le completé
Agachó la cabeza.
- No podía decirte, no podía obligarte a escoger – me dijo abrazándome nuevamente
- Lo siento...lo siento YunHo. Yo...simplemente soy incapaz de proteger a las personas que amo – le dije sentido
Un sollozo escapó de mis labios, con lo que odiaba llorar en público. Me hundí más en su torso para que no me viera. Llevaba dos días sin dormir. Derramando lágrimas en silencio de la impotencia. Debía lucir terrible. Le sentí rodearme más fuerte aún.
Sabía que verme así le dañaba. Intentaba reprimirme. Pero una vez más fallaba miserablemente.
- JaeJoong – me llamó después de unos segundos – Jae...- me hizo despegarme de su pecho despacio para mirarme nuevamente a los ojos – Te amo ¿vale? No voy a dejar de amarte por una estúpida herencia
Las lágrimas se multiplicaron.
- Él te a...
- Sí – me respondió en un susurro – no quería decírtelo ahora...pero pensé que a la larga...sería lo mejor – suspiró
Le miré acongojado.
Últimamente no había buenas nuevas para nadie.
- JaeJoong – me llamó una vez más mientras acariciaba mis cabellos con calma – nada de esto es culpa tuya ¿ok?
- Lo sé...sois todos incapaces de decirlo en voz alta – le respondí resentido
Frunció el ceño disgustado.
- YooChun también te ama ¿vale? – Hipé – Nadie te echa culpa de nada ¡Él más que nadie y eso lo sabes! – me dijo alzando la voz para que le viera al rostro
Le miré temblando. Sabía que tenía razón...pero simplemente no podía dejar de sentirme una basura.
- No es culpa tuya – volvió a decirme - Ni tuya, ni de él o de ese pequeño – su voz sonaba firme...convincente - Sé que le amas como a nadie, Jae. Que lo consideras de tu propia sangre. Y te duele verlo así. Lo sé...lo entiendo. Pero...
- ¡Lo sé! – Le interrumpí – lo sé YunHo –susurré esta vez
- ¿Entonces? – me preguntó dulcemente
Desvié la mirada.
- Jae. Sé que no estoy enterado de todo el asunto en sí, pero con lo poco que he visto y escuchado últimamente me hago una idea... – yo no sabía que responderle
- Jae... ¿Y él?
- Se fue... – respondí con algo de recelo
- Pero... ¿No que estaba viviendo aquí porque no tenía otro sitio en donde quedarse? – me preguntó consternado
Asentí con la cabeza, en todo este tiempo había olvidado esa parte de la educación.
- Entonces ¿A dónde a...?
¿A dónde?
Me puse de pie de inmediato.
Yo muriendo de pena por ti, por tu dolor. Cuando era él quien ni siquiera tenía a donde ir.
Las lágrimas volvieron a asomarse.
¿A dónde ha podido ir?
- ¡ChangMin! – La respuesta llegó de golpe a mi cerebro - ¡Debe haber ido donde él! – Exclamé – Pro...probablemente le haya pedido prestado dinero para... – me quedé callado sintiendo que mi corazón volvía encogerse
- ¿Para? – me preguntó poniéndose de pie el también
- Regresar a Corea – respondí despacio
Se hizo un silencio.
- Jae ¿Ellos han...? – intestó preguntar sin poder mirarme a la cara
- Sí – respondí a secas, me miró con un gesto indescifrable
- ¿En serio crees que ha vuelto a Corea? Él debe estar...
- ¿Hecho pedazos? – le pregunté sintiendo que las lágrimas empezaban a deslizar por mis mejillas de nuevo
Y es que empezaba a recordarle llorando en su habitación, mientras intentando hacer una maleta ¿Cuánto tiempo había venido cargando con esto? No queriendo dejarte porque en su propia inconsciencia y la nuestra sabía que su sola presencia te hacía feliz
Cuantas veces se lo había repetido.
Mis niños.
Recordaba de pronto esos rasgados ojos marrones, sonriendo por si solos.
Su suave voz llamándome cohibido.
Jae-Hyung...
Junsu...ah. A estas alturas ya ni sabía a quién reclamarle nada.
- Tienes razón – continué – no puede haber viajado a Corea, aún no
Guardó silencio esperando que continuara, suspiré.
- Dudo que se esté quedando donde ChangMin sabiendo que sería el primer lugar en donde lo buscaríamos
- ¿Entonces?
- Él debe saberlo ¿no? – Le dije sonriendo con tristeza
Me tiré el cerquillo hacia atrás. YunHo me miraba con cierta impotencia. Y yo era incapaz de sonreírle en esos momentos. Seguro era tan nuevo para él verme así de indeciso y desesperado.
Acarició mi mejilla despacio.
- Ya te he dicho que no es bueno contenerlas – me dijo conciliadoramente mientras secaba con su pulgar una nueva gota salina
- Tengo miedo – le admití abrazándome a él como cuando éramos pequeños
- ¿Miedo a que? – me preguntó sosteniendo mis manos entre las suyas, acariciándolas suavemente
- Al mundo. A ellos mismos. A que no puedan mantenerse en pie con lo que venga.
- ¡JaeJoong! Decidir eso no depende de ti – me dijo seriamente, agaché la mirada
- Soy un cerdo, lo sé. Los amo demasiado ¿sabes?
- Lo sé idiota, por eso me enamoré de ti – me dijo apretándome contra su torso mientras le mojaba la camiseta con mis lágrimas
Sonreí tristemente-
- Se irá para siempre de mi vida ¿cierto? - YunHo me miró sin saber que decirme.
Negué con la cabeza
- Está bien así...es necesario – me miró enternecido antes de volver a besarme
- Tienes que dormir un poco ¿vale? – no pude lograr responderle mis ojos ya estaban muy adormilados
YooChun...ah, debías ser feliz.
Tenías que.
YOOCHUN
Escuchaba voces lejanas.
“Debo hablar con él”
“¿Quieres que te acompañe?”
La cabeza me daba vueltas. No tenía fuerzas para moverme. Para pensar siquiera.
“No, está bien. Debo hacerlo solo”
“¿Seguro?”
“Sí”
Escuchaba pisadas cada vez más cercanas. Hacían eco en mi cabeza. Sentía como las ondas de sonido me taladraban los sesos sin piedad.
Y la garganta la tenía demasiado seca como para preguntar siquiera de quién se trataba.
¿Es que eras tú? ¿Acaso habías vuelto?
Las manos me sudaban. Mis ojos empezaban a derramar lágrimas conforme los ecos aumentaban. Casi sentí dejar de respirar de la ansiedad cuando escuché la cerradura de mi habitación correrse.
La luz entrante atravesó mi habitación iluminándola por completo. Me cegó. Sentí como si mis ojos empezaran a cocerse de pronto. Quise gritar del dolor pero de mi boca no salió ningún sonido o balbuceo siquiera. Aún así hice el esfuerzo. Entrecerré los ojos y forcé la vista cuanto pude. Quería verte.
Necesitaba verte.
Pero sólo alcanzaba a dilucidar tu silueta oscura en el umbral.
¿Habías adelgazado?
Quise moverme entonces, levantarme, correr hacia ti. Envolverte en un abrazo para no dejarte ir, sentir tu calor envolverme totalmente el cuerpo...el mío estaba tan frío últimamente mi pequeño.
Pero por más que trataba mi cuerpo no respondía.
Te acercaste entonces corriendo hacia mí y mis lágrimas cayeron aún más gruesas, al sentir tu tacto en mi mejilla repetidamente.
- Junssu...ah – logré modular entre gorjeos, pudiendo levantar una mano hacia tu rostro haciendo uso de toda mi voluntad
Tus lágrimas mojaron mi pecho.
Quise incorporarme nuevamente. Decirte que dejaras de llorar, que estaba bien. Que sólo estaba refriado por no haberme abrigado como debía. Pero sentía mi garganta desgarrada por el esfuerzo anterior.
Desde mi posición mis ojos colisionaban directamente con la luz fluorescente. Me aturdía.
Las voces regresaban...
“¡YunHo!”
“Está deshidratado”
Tu silueta empezaba distorsionarse cada vez más.
“Emergencia...”
“...ambulancia”
Junsu...ah
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"No ha comido o bebido en tres días, joven Kim. Una deshidratación es lo menos que ha podido pasarle" Escuchaba al doctor decirle a JaeJoong detrás de la puerta
Cubría con una mano mis ojos. La luz blanca de la habitación de hospital me cegaba.
"Sólo necesita estar con el suero intravenoso unos minutos más" La conversación terminó con una reverencia.
Jae entró entonces en la habitación.
No me moví un centímetro.
Se acercó hasta la camilla en la que estaba hechado y suspiró. Me imaginaba lo que querría decirme...las lágrimas me cayeron por sí solas.
- Él no querría verte así - me susurró
Un temblor recorrió mi espalda. Era la primera vez que se atrevía a mencionarte. La primera en estos tres días.
- YooChun - me llamó
Una lágrima surcó su mejilla.
“Vete” Quise decirle pero de mis labios profirió un balbuceo que ni yo mismo fui capaz de comprender.
- YooChun - me llamó de nuevo, esta vez en susurros mientras limpiaba la solitaria lágrima que corrí por mi rostro con su pulgar derecho
Cerré los ojos al sentir el calor que su tacto me proporcionaba.
- Vamos a sacarte de aquí ¿vale? - me dijo
Hipé.
Intentando decirle con la mirada que se alejara, que me dejara.
Pero la enfermera entró para quitarme el abocat del brazo, rompiendo el contacto visual.
JaeJoong le agradeció cuando el algodón fue fijado con el esparadrapo a mi piel.
Y todo volvió a quedarse en silencio.
Me sentí culpable de solo mirarle al rostro. Sus ojos abolsados me decían lo que había estado haciendo seguramente en los últimos días.
Lo siento hyung, los siento en verdad.
Desvié la mirada.
- YooChun...ah – quiso acercarse cuando me vio intentando levantarme
- ¡No! - grité antes de que me tocara siquiera
Me miró asustado. Apretó los labios y sin embargo no pudo simplemente quedarse callado.
- YooChun...ah, no puedes seguir así ¿vale? – me dijo despacio
Hipé más fuerte.
- Tienes que seguir YooChun... – intentó acercarse de nuevo
- No...No me hagas esto JaeJoong - le dije con la voz quebrada, incapaz de verme aún a la cara
- YooChun...ah – me envolvió con sus brazos
Temblé.
Mis falsas percepciones empezaban a tomar forma.“Te amo Chun...te amo”Empezaba a reproducir tu voz en mi mente de nuevo.
Tu aroma.
Tu mirada enrojecida por el dolor.
Junsu...
- ¡NO! ¡¿ES QUE NO ENTIENDES?! ¡JODER! ¡SUÉLTAME! - te empujé sin medirme de modo que su delgado cuerpo se dio de lleno contra la pared de espaldas
YunHo y la enfermera llegaron a zancadas alarmados por los gritos. Ambos se quedaron estáticos en el umbral al vernos.
- Lo sie...- intenté decirle pero me calló de inmediato
- ¿QUE NO ENTIENDO QUÉ? ¡MALDICIÓN! – Gritó – ¿QUÉ ES LO QUE NO ENTIENDO YOOCHUN? ¿QUE TE TIRES COMO UN COBARDE Y NO HAGAS NADA AL RESPECTO? ¿AH? ¡¿CREES QUE ASÍ VAS A SOLUCIONAR ALGO?
- ¿Y QUE QUIERES QUE HAGA AH? ¡NO TIENES NI PUTA IDEA DE COMO ME SIENTO CABRÓN! - grité con el tono más agudo que pude - ¡¡NI TÚ NI ÉL NI NADIE!! ¡NO TENEIS NI IDEA! ¡NO INTENTÉIS REMEDIARLO! Él... ¡ÉL SE HA IDO YA! - rompí en llanto - él se ha ido ya...JaeJoong, él...- me quebré
Logré ver a YunHo antes de que los cálidos brazos de JaeJoong me envolvieran del todo, él bajó la cabeza y salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí.
- Chun...mírame – me dijo traccionando mi mandíbula de tal modo que estaba obligado a mirarle directamente a los ojos - No le has perdido todavía ¿entiendes?
- Yo... - te decía negando con la cabeza
Ser cada vez más consciente de la realidad dañaba aún más.
- Él te está esperando – me dije tratando de mostrarse indiferente a mi abandono, cuanto debía estarle costando no tirarse a llorar aquí mismo. Mi Joongie... ¿Qué haría sin ti a mi lado? – Él te espera...
Hipé, intentando limpiarme la nariz con el dorso de la mano.
- Debes levantarte e ir a por él ¿vale? – me volvió a decir
- No debo - te logré decir entre lágrimas, mi voz desgarraba mi garganta por el esfuerzo, con tanto grito que había pegado me la había lastimado lo suficiente – tengo que dejarle ir...
- Si le dejas ir...sólo sufrirás - me intentó persuadir
- ¡Eso no importa! - apunté ¿Qué parte no entendía? - Él lo vale...por él yo...yo - agaché la cabeza derrotado
- ¿Por él que YooChun?
- Por él daría mi vida – susurré queriendo esbozar una sonrisa al recordar sus ojitos marrones
- ¿Ahora entiendes lo que trato de decirte? – me preguntó
Le miré sin entender.
- Él se ha ido porque no quiere hacerte sufrir. No quiere que tengas que vivir lo que ambos saben vendrá si deciden seguir con esto. YooChun...el sufre tanto como tú al no tenerte a su lado – me quedé callado - ¿Planeas dejar que siga sufriendo?
Negué con la cabeza, empezando a hipar de nuevo
No iba a dejarte mi pequeño.
Sus ojos cafés me observaron conmovidos cuando logré ponerme en pie.
Caminé hasta llegar al pomo y sostenerlo con decisión entre mis manos.
Te prometí que no volvería a hacerte llorar de nuevo ¿cierto mi pequeño?
Esta vez...realmente iba a cumplirlo.
- Hyung... – le llamé, me miró derramando una lágrima al verme frente a la puerta – gracias...
Primeraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa *Q*
yahhh T__T me has hecho llorar como wona
TU MIMMY MALA APURA JUNTALOS Y DAME LEMON *Q*
o morire y te jodere por mail jojojooj elige ¬w¬
necesito ese ultimo capitulo MIMMYTA MALLAA TOT
muero con tus fikus boba TOT